AGENCIAS
La Oficina del Comisionado Federal de Seguridad de México notificó a la Justicia y a la policía información adicional sobre la muerte de varios civiles en el estado sureño de Michoacán en enero para estudiar un posible uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.
Un comunicado indicó que las autoridades recibieran de manera anónima «un video del cual se pueden inferir presuntos actos de uso excesivo de la fuerza o abuso de autoridad por parte de elementos de la Policía Federal».
«Con la finalidad de conocer a detalle lo sucedido, y actuar en consecuencia se ha dado parte a la Procuraduría General de la República, así como a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, para que lleven a cabo las investigaciones correspondientes y definir o en su caso deslindar responsabilidades contra servidores públicos» agregó el comunicado.
Los hechos sucedieron el 6 de enero cuando la policía federal desalojó a un grupo de civiles, la mayoría ex miembros de las autodefensas levantadas contra el narcotráfico en el estado que ocupaban el ayuntamiento de Apatzingán.
Las autoridades dieron varias versiones de lo sucedido a los nueve muertos. Dijeron que uno falleció golpeado por un vehículo mientras huía de fuerzas federales y que los otros ocho fueron abatidos después de que supuestamente abrieron fuego contra un convoy policial al que perseguían para protestar por la detención de algunos compañeros y la requisa de varios vehículos durante el desalojo del ayuntamiento.
Alfredo Castillo, que era entonces Comisionado de Seguridad para Michoacán, dijo inicialmente que las víctimas fueron abatidas por el ejército, y posteriormente declaró que fue la policía federal. La tercera versión afirmó que seis de los ocho muertos fueron abatidos por sus propios compañeros.
Testigos y sobrevivientes contradijeron esa versión de los hechos y explicaron a The Associated Press que los fallecidos eran ex miembros de autodefensas molestos porque la policía federal había arrestado durante el desalojo a 44 de sus compañeros y que los manifestantes muertos estaban armados solo con palos.
Castillo exhibió imágenes en las que se mostraba a los civiles persiguiendo con palos a los policías. Numerosas fotografías y vídeos filtrados en días posteriores mostraron a los fallecidos con numerosos impactos de bala y armas que aparecen en diversas imágenes en diversos lugares y con munición que no se corresponde con las armas que aparecen en el lugar.
Personas que dijeron ser testigos de los hechos, señalaron que los fallecidos salieron de sus camionetas gritando que estaban desarmados.
«Gritaban ‘no tiren, no tiren’. Bastantes veces lo gritaron, se oía perfectamente», dijo un vecino, una de seis personas que habló a condición de no ser identificados por temor a represalias o porque no estaban autorizadas a hablar con la prensa.