AGENCIAS
La desaparición de 43 estudiantes hace casi un mes en Iguala pone de manifiesto que México está ante una «emergencia nacional» que podría causar un peligroso estallido social que puede desembocar en una nueva «masacre».
«Estamos ante una emergencia nacional y ante un estallido social. Estamos en una situación muy delicada y peligrosa», dijo hoy la escritora mexicana Elena Poniatowska.
La premio Cervantes de Literatura 2013 acompañó hoy al sacerdote Alejandro Solalinde a una reunión con el fiscal general, Jesús Murillo, para abordar la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (dedicada a la formación de maestros) el pasado 26 de septiembre.
Conforme pasan los días sin conocerse el paradero de los jóvenes, crecen las voces críticas con el Gobierno y la violencia que vive el país, a pesar de los esfuerzos del presidente Enrique Peña Nieto por transmitir al propio país y al mundo que la situación estaba mejorando.
Tras las investigaciones se ha podido saber que la violencia de Iguala aquella noche, en la que murieron 6 personas y 25 resultaron heridas, fue orquestada por el alcalde José Luis Abarca, quien estaba completamente coludido con el cártel de los Guerreros Unidos.
En opinión del escritor Juan Villoro, esta «nueva masacre» se produce en un estado plagado de «caciques» y «gobiernos extraordinariamente corruptos que han reprimido una y otra vez los movimientos» que demandan el fin de la injusticia social y la impunidad.
«Este secuestro es algo verdaderamente terrible (…) los futuros maestros, los forjadores de la esperanza, son aniquilados», apuntó el escritor en declaraciones a la emisora MVS.
En opinión del también escritor Paco Ignacio Taibo II, esta situación muestra la «satanización de las (escuelas) normales rurales» y a sus estudiantes desde hace años se les ha llamado «revoltosos» y «campesinos buenos para nada».
Hay una «especie de voluntad de sacrificar y destruir a las normales rurales» y de mostrar que sus alumnos «no valen nada, son sujetos de desaparición», apuntó.
«En el México donde la narcopolítica es un imperativo que aparece por todos lados, no se puede uno sorprender de que pasen las cosas que pasan», sentenció el escritor.
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