El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que existe el riesgo de que el número de personas con inseguridad alimentaria aumente, debido a la desaceleración económica que reduce los ingresos personales y a que los elevados precios de los alimentos afectan más a las personas de menores recursos.
- De acuerdo con el FMI, el riesgo de que los precios de los alimentos vuelvan a subir en lugar de bajar durante los próximos dos trimestres sigue siendo alto, pues es incierto cómo se desarrollará la combinación de interrupciones en la cosecha de alimentos, los precios de la energía y la política monetaria.
- Para defenderse de nuevos aumentos de precios y permitir que los alimentos y fertilizantes lleguen a quienes más los necesitan, aseguró el FMI, sigue siendo vital que el comercio internacional permanezca libre, pues en particular, el corredor de cereales del Mar Negro ha facilitado las exportaciones de cereales de Ucrania y ha hecho bajar los precios a los niveles anteriores a la invasión, mitigando el hambre mundial.
Además, agregó, es importante que también haya acceso global a los fertilizantes eliminando las barreras comerciales que están limitando el suministro global, en la medida de lo posible.
El organismo internacional aseveró que los países deben permitir que el aumento de los precios mundiales se traslade a los precios internos y, al mismo tiempo, aumentar el gasto en protección social específico, según lo permita su presupuesto, ya que esto es necesario para permitir que las señales de precios reequilibren los mercados de alimentos y, al mismo tiempo, para proteger el poder adquisitivo de las familias vulnerables.
- Consideró que el alivio de la deuda externa y las donaciones de organizaciones internacionales podrían ayudar a financiar la expansión de los planes de asistencia social en los países en desarrollo.
- Para ayudar a aliviar las tensiones de oferta, aseguró el FMI, los países deben estimular la producción interna de alimentos, evitando al mismo tiempo acumular y utilizar reservas, especialmente aquellas que han acumulado niveles más altos de existencias.
Además, dado que los altos precios del combustible son los que han llevado a los legisladores a mantener o aumentar los mandatos para que las refinerías de petróleo mezclen biocombustibles en su mezcla nacional (con la intención de aumentar la oferta) esta demanda adicional de cultivos para producir materia prima para etanol y otros combustibles ecológicos ejerce más presión sobre los precios de los alimentos, por lo que reducir los mandatos de mezcla éstos biocarburantes ayudaría a disminuir su impacto en los precios de los alimentos.
Incertidumbre económica afectará seguridad alimentaria de AL
La incertidumbre económica que actualmente se vive en el mundo como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania ha agravado las perspectivas de crecimiento de América Latina y el Caribe y por lo tanto está en riesgo la seguridad alimentaria de la zona, alertaron especialistas.
- El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de América Latina y el Caribe alcanzaría los 10,190 dólares en el 2031, lo cual es 23% menor al promedio mundial y es apenas 3% mayor a los niveles que tenía la región en el 2014, comentó Sergio Araujo, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esto supone un riesgo porque América Latina y el Caribe están expuestas a las fluctuaciones de los mercados agrícolas mundiales y los precios de los alimentos como hemos visto recientemente. La desigualdad de los ingresos y el acceso de los alimentos pone un gran desafío para reducir la inseguridad alimentaria en la región”, dijo Araujo en la presentación del documento “Perspectivas Agrícolas 2022-2031” de la FAO en colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El economista de la FAO agregó que lo anterior es contradictorio porque la región posee abundancia de recursos naturales y por lo tanto es de los mayores productores y exportadores de alimentos a nivel mundial.
- Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que la región crecerá 3.5% este año; no obstante, espera que la expansión económica se desacelere a finales del 2022 como consecuencia de que las condiciones financieras se endurezcan y los precios de las materias primas retrocedan.
- Mario López Roldán, director del centro de la OCDE en México para América Latina y el Caribe, comentó en su intervención que los precios de los alimentos han alcanzado niveles récord este año y el impacto de la guerra puede aumentar el precio del trigo en 19 por ciento.
“Esto tendría derrames negativos para nuestras economías, para nuestra sociedad y sobre todo para la gente más vulnerable que viene de una fase tremendamente dura con la pandemia”, explicó López.
En agosto, la inflación de los alimentos, en el promedio, de países de la OCDE fue de 15% anual. Además de que el índice de precios en los alimentos avanzó desde 14.5% registrado en julio.
- En este sentido, el informe detalla que en el 2030 no se cumpliría el objetivo de “Hambre Cero” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura seguirían en aumento.
Para lograr la meta de la ONU la producción agrícola tendría que aumentar 28% durante toda la década, tres veces más que lo registrado el decenio pasado, y al mismo tiempo mantener las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura en el sentido correcto para alcanzar el Acuerdo de París, explicó López Roldán.
Depreciación de las monedas presiona los precios de las materias primas
La depreciación de las monedas frente al dólar es una presión adicional para los precios de las materias primas, lo que podría prolongar el periodo de alta inflación, advirtió este miércoles el Banco Mundial.
- La organización hizo un llamado a los gobiernos a calibrar sus políticas monetarias y fiscales y prepararse para una mayor volatilidad en los mercados financieros y de materias primas mundiales en 2023.
“La combinación de precios elevados de las materias primas y depreciaciones persistentes de la moneda se traduce en una mayor inflación en muchos países”, dijo Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Debido a las depreciaciones de las monedas, seis de cada 10 economías emergentes y en desarrollo importadoras de crudo experimentaron un aumento en los precios del petróleo en moneda nacional de febrero a septiembre pasado.
- Para 2023, se estima un precio promedio para el crudo Brent de 92 dólares por barril antes de disminuir a 80 dólares en 2024, un estimado sin cambio respecto a las proyecciones de abril, lo que aún refleja un mayor precio comparado con los 60 dólares por barril en promedio de los últimos cinco años.
- Casi 90 por ciento de estas economías también experimentaron un alza en los precios del trigo en términos de moneda local en comparación con el aumento en dólares estadounidenses.
“Los formuladores de políticas en las economías de mercados emergentes y en desarrollo tienen un espacio limitado para manejar el ciclo de inflación global más pronunciado en décadas. Necesitan calibrar cuidadosamente las políticas monetarias y fiscales, comunicar claramente sus planes y prepararse para un período de volatilidad aún mayor en los mercados financieros y de materias primas mundiales”, agregó Ayhan Kose en un comunicado.
Un aumento adicional en los precios mundiales de los alimentos podría prolongar los desafíos de la inseguridad alimentaria en los países en desarrollo, señaló Pablo Saavedra, vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del BM.
“Se necesita una serie de políticas para fomentar la oferta, facilitar la distribución y respaldar los ingresos reales”, apuntó./Agencias-PUNTOporPUNTO