El presidente de Cuba, Raúl Castro, inicia este fin de semana una visita a Francia considerada histórica en medio de la paulatina apertura de la isla socialista.
El jefe de Estado galo, François Hollande, recibirá el lunes a Castro, con Francia convertida desde hace meses en el principal interlocutor europeo de Cuba, incluso por delante de España, que suele reclamar para sí ese papel en las relaciones de la Unión Europea (UE) con los países latinoamericanos.
Cuba «es un país que se abre y queremos formar parte de esa apertura», señaló una fuente diplomática francesa antes de la visita.
El Gobierno galo recibirá con los más altos honores al líder cubano, de 84 años. La bandera cubana ondea ya desde hace días en los emblemáticos Campos Elíseos parisinos.
El protocolo para la visita que tendrá lugar oficialmente el lunes y martes incluye un banquete en el Palacio del Elíseo. El hermano mayor de Raúl, el histórico ex mandatario Fidel Castro, no fue recibido con honores de Estado durante su última estancia en París hace más de 20 años.
Raúl Castro viajará a Francia hoy mismo y pasará el fin de semana en una visita privada.
El Gobierno del menor de los Castro impulsa desde hace años una paulatina apertura de mercado, tras décadas de monopolio estatal. La isla intenta atraer a inversores extranjeros para reactivar su economía, sumida en una crisis económica crónica.
La isla «está llamada a ser un importante eje (comercial) en la región y en parte del continente, incluida Norteamérica», consideró el secretario de Comercio francés, Matthias Fekl, en declaraciones al periódico «L’Humanité».
Se espera que ambas partes alcancen durante la visita acuerdos en turismo, transporte y comercio justo, entre otros campos.
El Gobierno de París aceptará además reinvertir parte de las deudas de Cuba con Francia en la financiación de proyectos económicos en la isla. La deuda cubana asciende a unos 4.000 millones de dólares. En diciembre, el Club de París condonó a La Habana una deuda de 8.500 millones de dólares en intereses a cambio del pago de 2.600 millones en préstamos vencidos en el plazo de año y medio.
Varias multinacionales galas, como el grupo hotelero Accor o la aerolínea Air France, operan desde hace años en la mayor de las Antillas. El fabricante de bebidas alcóholicas Pernord Ricard es además dese hace tiempo el distribuidor de una de las marcas de ron más conocidas de Cuba, Havana Club.
En cifras macroecómicas, sin embargo, la isla es un socio menor de Francia, la sexta economía del mundo y la tercera de Europa. En el primer semestre de 2015, el país europeo exportó a Cuba bienes por valor de sólo 83 millones de euros (89 millones de dólares).
París justifica por ello su acercamiento a Cuba con motivos políticos, argumentando que una buena relación con La Habana mejora la posición francesa en América Latina.
Hollande se convirtió en mayo de 2015 en el primer jefe de Estado de una potencia occidental en visitar Cuba, pocos meses después de que se iniciara el histórico deshielo entre la isla y Estados Unidos.
«Me parece muy importante que Europa esté presente», dijo entonces el líder galo sobre la apertura cubana. Hollande evitó durante su visita criticar la situación de los derechos humanos en la isla, algo que suele esperar la opinión pública europea en los viajes de sus líderes al país comunista.
Fuentes diplomáticas parisinas aseguran que el tema de los derechos humanos se trató, sin embargo, en las conversaciones entre los dos jefes de Estado, aunque resaltaron que Francia quiere apostar por un diálogo con Cuba para impulsar más cambios en la isla.
París aboga desde hace años por el levantamiento del embargo de Estados Unidos y apoya el acercamiento entre Washington y La Habana, así como las negociaciones desde abril de 2014 entre la UE y la isla para alcanzar un tratado de diálogo político.
Casi medio millón de cubanos trabajan en tanto en el emergente sector privado como parte de las reformas de mercado de los últimos años. La isla intenta atraer también capitales foráneos con la concesión de ventajas fiscales y una tímida apertura de varios sectores de su economía a empresas extranjeras.