Informe OCDE: Extrema POBREZA puede AGRAVARSE en poblaciones de AL por efectos del SARS-CoV2

La OCDE señala que la pandemia ha agravado las brechas de oportunidades existentes y provocado nuevas vulnerabilidades.

Los efectos de la pandemia de COVID-19 se verán reflejados en los avances que había tenido América Latina en materia de bienestar, de acuerdo con de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

  • En el informe ¿Cómo va la vida en América Latina?, el organismo alerta que la pandemia puede revertir muchos de los avances alcanzados en las últimas décadas y agravar los problemas ya existentes, pues llegó en un momento en el que de por sí, estaban surgiendo vulnerabilidades en materia bienestar.
  • La OCDE refiere que cuando la pandemia fue declarada, el crecimiento de los ingresos y la reducción de la pobreza estaban disminuyendo; el empleo, reduciéndose y el desempleo aumentando; y la satisfacción de las personas con sus condiciones de vida y su confianza en las instituciones públicas iba a la baja, y ahora, ello puede incrementarse aún más.

“Existe el riesgo de que la pandemia de COVID-19 haga que se malogren muchos de los avances en materia de bienestar alcanzados en las últimas décadas, y agrave los problemas ya existentes”, afirma el organismo multinacional.

De acuerdo con el estudio, la pobreza absoluta y el desempleo aumentaron de manera drástica en 2020, mientras que los ingresos y el empleo disminuyeron.

  • La organización expone que el número de individuos que ha caído por debajo de la línea de pobreza absoluta ascendía a 209 millones a finales del año pasado, 22 millones más que en 2019; de los cuales, unos 78 millones vivían en condiciones de pobreza extrema, lo que supone un incremento de 8 millones en comparación con 2019. Este panorama numérico ubica en el nivel más alto a la pobreza absoluta desde 2008, y a la pobreza extrema desde 2000.

En materia de educación, la OCDE destaca que más de 160 millones de alumnos de todos los niveles educativos de América Latina y el Caribe vieron interrumpidas las clases presenciales. El aprendizaje a distancia resultó complicado porque el 46% de los niños de 5 a 12 años vive en hogares sin conectividad y menos del 14% de los «alumnos pobres» de educación primaria cuentan con una computadora conectada a Internet en casa, dato que contrasta con más del 80% de los alumnos acomodados.

El informe sostiene que la pandemia también puso de relieve la importancia del acceso a la atención sanitaria para los problemas de salud física y mental. “Antes de la pandemia, aproximadamente el 25% de la población de América Latina en su conjunto no tenía acceso a servicios esenciales de atención sanitaria. Estas personas habrán visto su acceso todavía más restringido durante 2020”, plantea.

  • El informe considera que los confinamientos prolongados en América Latina y el Caribe tuvieron consecuencias dispares en materia de delincuencia, y aunque existen muy pocos datos comparativos en cuanto a la seguridad personal, a nivel mundial ha habido una gran preocupación por el riesgo de que se haya detonado la violencia doméstica.

Las condiciones del encierro modificaron los patrones delictivos. Por ejemplo, en el caso de México, durante el primer semestre de 2020, el 22% de los hogares fue objeto de robo, allanamiento o hurto; lo que contrasta con el 35% de 2019, al tiempo que los delitos cometidos fuera de viviendas privadas se redujeron del 17% al 9%. Sin embargo, el número de homicidios experimentó un escaso cambio.

En cuanto al bienestar subjetivo de las personas y sus relaciones sociales, entre 2019 y 2020, la satisfacción con la vida se redujo un 7%, lo que borró por completo los avances en este indicador logrados en dichos países entre 2006 y 2008.

Los efectos, sin medición posible

La OCDE señala que la pandemia ha agravado las brechas de oportunidades existentes y provocado nuevas vulnerabilidades. El organismo admite que tomará algún tiempo conocer la verdadera dimensión de los efectos de la pandemia en el bienestar porque esta aún no ha concluido y la situación sanitaria ha alterado la recopilación de datos en todo el mundo. No obstante, recalca que los impactos ya empiezan a visibilizarse.

La OCDE señala que es necesario redoblar esfuerzos para mejorar el bienestar, recurriendo a planes de recuperación y al estímulo fiscal como herramientas para hacer frente a las vulnerabilidades previamente existentes y a las nuevas que han surgido.

4 millones de mujeres se sumaron a la pobreza extrema

La pandemia de covid-19, una crisis que intensificó el trabajo del hogar y de cuidados aumentó también el número de mujeres cuidadoras que padece pobreza o pobreza extrema por ingresos. Según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), dicha población pasó de más de 28.1 a 32.6 millones en medio de la pandemia.

  • Es decir, a 4.4 millones de mujeres que se encargan de los quehaceres de la casa, atienden a niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad o adultas mayores ya no les alcanzó para comprar una canasta básica alimentaria. Tampoco tuvieron lo suficiente para hacer pagos de salud, vestido, vivienda, transporte o educación.

De acuerdo con el organismo, en 2018 el 56% de la población femenina que realizaba más de cuatro horas diarias de trabajo de cuidados se encontraba en pobreza por ingresos; para 2020 esta proporción era ya de 60 por ciento. También hubo un incremento en la población que vive en pobreza extrema, de casi 15 a 19.3% en el mismo periodo.

  • En términos nominales, el número de mujeres cuidadoras en pobreza disminuyó entre 2018 y 2020, al pasar de 3.9 a 3.7 millones. Sin embargo, esta reducción de casi 200,000 personas se debe a que se trasladaron a la pobreza extrema por ingresos. La información disponible en el Anexo estadístico 2018-2020 indica que esta población subió de 1 millón a 1.2 millones en dicho periodo.

Antes de la pandemia, del total empleos a nivel mundial, las mujeres ocupaban el 39% y los hombres el 61%, según el estudio El trabajo de cuidados en México en el contexto de la pandemia de la covid-19, elaborado por especialistas del Senado. Pero las trabajadoras representaron el 54% de la pérdida total de plazas en mayo de 2020 en el marco de la suspensión de actividades económicas no esenciales debido a la emergencia sanitaria por la covid-19.

“Al mismo tiempo, la carga del cuidado no remunerado, que ha aumentado durante la pandemia, recae de manera desproporcionada sobre las mujeres”, señala el documento. Si no se toman medidas para frenar el desempleo femenino, “el Producto Interno Bruto (PIB) mundial podría ser 1 billón de dólares menor en 2030”.

La carga del trabajo de cuidados es la pobreza

De acuerdo con el Coneval, la cifra de mujeres en pobreza que dedican al menos cuatro horas diarias a los quehaceres domésticos pasó de 9.9 a 10.9 millones entre 2018 y 2020. El aumento en la pobreza extrema por ingresos fue de 2.3 a 2.7 millones y de la pobreza moderada de 7.6 a 8.2 millones.

El empleo para las mujeres en México “se redujo en 7% en comparación” en 2020, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Todavía en el primer trimestre de este año, el 70% de las personas que seguían sin trabajo era mujer, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

  • Este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados de la última ENOE, donde señala que en septiembre pasado el 43.2% de las mujeres tenía un trabajo o estaba en posibilidad de buscar uno. Mientras que el 75.2% de los hombres se encontraba en esa situación.
  • La Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otros organismos internacionales y nacionales, ha destacado que las mujeres fueron una de las primeras poblaciones en quedar sin empleo tan pronto llegó la covid-19. Y a estas alturas, su retorno laboral sigue siendo lento. Eso las priva de un ingreso.

El reporte Efectos de la pandemia en circunstancias de teletrabajo en México, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), indica que “en muchos espacios laborales no se tomó en cuenta que las familias se encontraban en una situación crítica frente al cierre de escuelas y de servicios de cuidados, y se esperaba, mediante afirmaciones claras o de manera tácita, que las personas cumplieran con las metas y el rendimiento” acordado antes de la crisis.

Muchas mujeres “se enfrentaron a la difícil decisión de quedarse cortas frente a sus metas”, lo que significaba obtener menores ingresos. “U obligarse a sí mismas a mantener un ritmo poco sostenible”.

  • En 2018, el 46% de las mujeres que dedicaban menos de cuatro horas recibía un ingreso inferior a la línea de pobreza. Es decir, más de 14.6 millones. Dos años después, y una pandemia de por medio, era casi el 50% de esa población a la que no le alcanzaban sus ingresos para comprar una canasta básica alimentaria, lo que representa a más de 16.5 millones.
  • Y las mujeres en pobreza extrema por ingresos que realizan menos de cuatro horas al día de limpieza del hogar, subió de 11.7 a 15.5 por ciento, es decir, de 3.7 a 5.2 millones. En el caso de las cuidadoras que dedican menos de cuatro horas diarias a la atención de otras personas, el aumento en la pobreza extrema por ingresos fue de 5 a 6.7 millones en el periodo analizado.

En el Senado de la República se encuentra pendiente un dictamen que, de ser aprobado, iniciaría el sistema nacional de cuidados, una política pública que podría equilibrar el tiempo y el trabajo que las personas dedican a esas tareas. En este momento, las mujeres se hacen cargo del 75% de ellas, según el Inegi.

Prevalece problema de pobreza y falta de movilidad social

El titular del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, afirmó que en el país continúa prevaleciendo los problemas de pobreza y de falta de movilidad social, mismos que se tenían al inicio de la actual administración federal.

  • Durante su ponencia en la EGADE Business School sede Guadalajara, el dirigente empresarial señaló que previo a la entrada del nuevo gobierno se había diagnosticado que México era un país inseguro y donde se necesitaba una enorme transformación, donde claramente ha crecido la pobreza y la movilidad social es una carga para el país.

“Lamentablemente éste diagnostico, que yo creo que es cierto, se ha traducido en soluciones que no necesariamente nos llevan a resolver la problemática que tenemos; seguimos nosotros con la misma problemática que teníamos al inicio de esta administración, no hemos resuelto el problema de movilidad social, no hemos resuelto el problema de pobreza, más bien ha crecido, no hemos puesto vehículos para el crecimiento”, aseveró.

  • El representante del organismo empresarial expuso que si se toma en cuenta lo que ha crecido el país en 2018, 2019, 2020 y 2021, y se hace un promedio del crecimiento de cada uno de esos años, se obtiene una tasa negativa promedio anual de alrededor de 4.4 por ciento.

“Claro, una parte lo explica la pandemia, pero como yo digo siempre, hay países que estuvieron en la pandemia y no tienen un resultado económico de crecimiento. Necesitamos crecer evidentemente para poder solucionar nuestros problemas sociales, necesitamos orientar mejor nuestros recursos, necesitamos de alguna manera tomar las mejores decisiones”, destacó./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

Como-va-la-vida-en-America-Latina-version-condensada

 

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