AIDA RAMIREZ MARIN
El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens advirtió que aplicar un incremento “arbitrario” en el salario mínimo puede provocar “resultados indeseables”, como más inflación, despido de trabajadores o aumento de la informalidad.
Consideró que es bueno debatir la forma en cómo aumentar el salario mínimo, como han planteado algunos actores políticos, pero estimó que la mejor forma es con base en la productividad del trabajador.
De ahí que, durante la presentación del “Informe trimestral de inflación, abril-junio 2014”, consideró necesario concentrarse en implementar bien las reformas estructurales recién aprobadas, que “son las que provocarán que aumente la productividad” y que de manera sostenible aumente el salario.
“El debate es bueno, habrá que analizarlo; estos comentarios tienen la intención de que abonen a ese debate, pero cuando se busca no respetar relaciones básicas en la economía, los resultados que se obtienen no son los deseables”, advirtió.
De su parte, el dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Pablo Castañón, fustigó que “el problema de los bajos ingresos de los trabajadores no es el salario mínimo, sino la informalidad”, y en eso debe centrarse la discusión entre autoridades, trabajadores y sector empresarial.
Observó que sólo dos por ciento de los trabajadores formales ganan hasta un salario mínimo o menos, lo que contrasta con un 26 por ciento de las personas que laboran en la economía informal con igual ingreso.
“El sector patronal advierte que el bajo crecimiento económico esperado este año no nos permite presionar a la economía y al empleo formal con incrementos no sustentados en la productividad”, dijo.
No obstante, reconoció que el Gobierno del Distrito Federal, como cualquier patrón, puede aumentar el salario a sus trabajadores en la medida que tenga posibilidades de hacerlo, pero advirtió que ello podría “generar una presión para el resto de la economía”.