AGENCIAS
Autoridades mexicanas incautaron en el suroccidental estado mexicano de Michoacán 41 residencias, ranchos y otras propiedades a la banda del crimen organizado de los Caballeros Templarios, informó hoy una fuente del Gobierno federal.
Alfredo Castillo Cervantes, comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, indicó que en lo que va del año van 70 inmuebles asegurados con un valor superior a 430 millones de pesos (31 millones de dólares).
Entre los últimos inmuebles incautados hay un rancho de media hectárea que era utilizado por el hoy extinto líder de la banda, Nazario Moreno González «el Chayo».
Este inmueble se ubica en el municipio de Apatzingán, el principal bastión de la organización criminal, y cuenta con tres locales comerciales, un lujoso apartamento y dos naves industriales donde se localizaron vídeos que utilizaba «el Chayo» para adoctrinar a sus sicarios.
Las autoridades encontraron evidencias de que el sitio era utilizado también por Moreno como un «tribunal» de la banda, pues ahí eran llevadas por la fuerza personas que afectaron los intereses de los «templarios» para ser juzgados por el capo, quien decidía si los asesinaba o perdonaba.
Moreno González murió en un enfrentamiento con soldados de la Armada el 9 de marzo de este año en el municipio de Tumbiscatío, cercano a Apatzingán, en una zona montañosa y de difícil acceso en la Sierra Madre del Sur.
En ese municipio también fue incautada una finca propiedad de Francisco Galeana Núñez «el Pantera», jefe de sicarios de «el Chayo» que fue abatido en un enfrentamiento con policías federales el 27 de febrero pasado.
El inmueble cuenta con una casa con alberca, un centro de espectáculos, un casino, un restaurante bar, un local para lavado de vehículos y un pequeño centro comercial de autoservicio.
En el municipio de Arteaga, distante a 120 kilómetros de Apatzingán, fueron incautados otros 37 inmuebles propiedad de Servando Gómez Martínez «la Tuta», sucesor de «el Chayo» y quien se ha convertido en el narcotraficantes más buscado de México.
Entre estos inmuebles se encuentran residencias con acabados de lujo, una dispensadora de gasolina y un rancho de 300 hectáreas con cuatro casas denominado «El Encino», donde se encontraron 120 cabezas de ganado suizo y 110 gallos de pelea.
Otra de las propiedades de «la Tuta» es el rancho «Medina», el cual estaba a cargo de un lugarteniente de Gómez Martínez identificado como Eliseo Jacobo. Este lugar de 200 hectáreas cuenta con una mina de hierro que era explotada ilegalmente por la organización criminal. El mineral era exportado a Asia.
Los últimos dos inmuebles incautados en días recientes son lujosas residencias ubicadas en las exclusivas zonas habitacionales Altozano y Campo Real de la Ciudad de Morelia, capital del estado.
Estas casas eran propiedad de José Julio Mendoza Román «el Parotas», jefe de sicarios de «la Tuta» que fue abatido el 15 de noviembre pasado en Tumbiscatío.
La organización de los Caballeros Templarios surgió en diciembre de 2010 de una escisión de la banda de «la Familia Michoacana» y es identificada por autoridades como responsable de la producción y tráfico de drogas naturales y sintéticas a Estados Unidos, así como de extorsiones, secuestros, homicidios y explotación ilegal de minerales, entre otros ilícitos.
También es responsabilizada de infiltrar las policías de los 113 municipios de Michoacán.
El Gobierno federal se ha volcado en Michoacán desde enero pasado ante el vacío de autoridad que se vivía en el estado por las acciones de los «templarios» y el avance de grupos civiles de autodefensa que se armaron para luchar contra ese grupo criminal.
Desde entonces las autoridades han asestado duros golpes a esa organización criminal, con la detención de varios de sus dirigentes o la muerte de otros en choques armados con las fuerzas de seguridad.
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