Impulsar la PRODUCCIÓN de ENERGÍA RENOVABLE en el PAÍS enfrenta grandes RETOS y valdrá 50 MIL MLLNS

México no tiene un objetivo de emisiones cero netas. En el marco del Acuerdo de París sobre el clima, México pretende reducir sus emisiones en un 35 por ciento respecto de los niveles actuales antes de 2030.

El ambicioso plan de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para impulsar la producción de energía renovable en el país se enfrenta a grandes retos políticos y técnicos, y podría costar hasta 50 mil millones de dólares.

  • Claudia Sheinbaum, que tomó posesión como presidenta el martes, se comprometió a ampliar la energía renovable hasta el 45 por ciento de la generación total de electricidad para finales de la década. Eso contrasta con alrededor del 24 por ciento en 2022, según datos de BloombergNEF.

Se trata de un objetivo ambicioso en sí mismo, pero además heredó una red eléctrica al límite, ya que años de falta de inversión han provocado el envejecimiento de la infraestructura y apagones estacionales.

  • Para Alejandro Schtulmann, presidente y jefe de investigación de la consultora de riesgo EMPRA en Ciudad de México, el plan sería una quimera y la escasa inversión en las empresas energéticas estatales de México, y especialmente en transmisión y distribución en los últimos años, es un problema heredado con el que Sheinbaum tendrá que lidiar primero.
  • El predecesor de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, fue prácticamente hostil con muchas empresas privadas de energías renovables que buscaban invertir en México, prefiriendo en su lugar volcar miles de millones en la petrolera estatal Petróleos Mexicanos. El país también está evaluando la disolución de sus reguladores independientes, lo que crea inseguridad jurídica para las empresas que buscan invertir.

Atraer la inversión privada en energías renovables será extremadamente difícil después de las medidas adoptadas en los últimos seis años, dijo Schtulmann.

¿Por qué el «plan verde» de Sheinbaum puede ser una quimera?

Alcanzar el objetivo de Sheinbaum para 2030 sería un desafío enorme, que requeriría hasta 40 gigavatios de nueva capacidad a la red, o más de 6 gigavatios al año. Sin embargo, la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad no se ha acercado a añadir los aproximadamente 3,3 gigavatios de capacidad anuales necesarios para satisfacer la creciente demanda, según Pablo Zárate, director gerente de FTI Consulting.

  • Incluyendo las inversiones necesarias en capacidad de transmisión y distribución, el costo podría alcanzar los 50 mil millones de dólares, según Zárate, lo que la convertiría en la mayor construcción de infraestructura energética en un solo mandato presidencial en la historia de México.
  • También agregó que la inversión está al alcance, pero para ello se requiere no solo estar abiertos a la inversión, sino atraerla de manera proactiva.
  • Sheinbaum también está adoptando la visión de su predecesor de mantener a las empresas estatales de México como los principales actores del sector y que la empresa pública CFE continúe con el control del 54 por ciento de la generación de energía de México, con el resto asignado a empresas privadas.

¿Cuánto costará el plan nacional de energía de Sheinbaum?

En abril, Sheinbaum anunció un plan para invertir 13 mil 600 millones de dólares en nuevos proyectos de generación de energía, incluyendo centrales de gas, eólicas, solares e hidroeléctricas, así como miles de kilómetros de nuevas líneas de transmisión.

  • Aun así, el objetivo de Sheinbaum para 2030 no es lo suficientemente rápido como para que México alcance emisiones cero netas en 2050, según Rodrigo Quintero, economista especializado en energía de BloombergNEF.
  • Para ello, México necesitaría cerrar todas las centrales eléctricas de carbón y petróleo, y reducir su consumo de gas natural en más de un 50 por ciento, dijo.
  • México no tiene un objetivo de emisiones cero netas. En el marco del Acuerdo de París sobre el clima, México pretende reducir sus emisiones en un 35 por ciento respecto de los niveles actuales antes de 2030.

Falta certeza legal para lograr meta de energía limpia

Luego de un sexenio en donde el foco de la política energética estuvo en las tecnologías fósiles, la promesa de la presidenta Claudia Sheinbaum de dar un nuevo impulso a la transición energética de México ha generado un renovado optimismo entre industria y analistas, pero este, advierten, no podrá materializarse sin el concurso privado y sin certeza jurídica para las inversiones.

  • El pasado 1 de octubre, Sheinbaum Pardo enumeró ante un zócalo de la CDMX repleto sus 100 compromisos de gobierno y en varios de estos puntos insistió en su compromiso de impulsar la transición hacia las energías limpias.
  • Muy puntualmente, afirmó que, en el 2030, la meta de su gobierno es que participen con 45% de la generación eléctrica total, un desafío formidable dado que al cierre del 2024 este porcentaje fue de apenas 24.3 por ciento.

“Me parece que la presidenta Claudia Sheinbaum hay que reconocerle la consistencia desde su campaña en este tema. Ha sido muy consistente y cuando dice que impulsará la transición energética hay que tomarla en serio y me parece que hay que creerle”, comentó Rosanety Barrios, analista en temas energéticos.

La formación de Sheinbaum Pardo como física y sus posgrados en energía son aspectos que, de entrada, despiertan optimismo.

En octubre pasado, en su primer mensaje a la nación, pocos minutos después de jurar como nueva titular del Poder Ejecutivo, la presidenta dijo incluso que en cuestión de días presentará el Plan Nacional de Energía de su gobierno.

“Supongo que es un ejercicio de planeación robusto y los técnicos que están en el equipo energético de la presidenta son gente que vienen de la academia, muy reconocida”, comenta César Hernández, socio director del despacho Publius.

  • Sin embargo, en ese primer mensaje a la nación, Sheinbaum también reiteró de dónde viene y la orientación de su gobierno, por lo que recordó que su gobierno hará suya la política obradorista de garantizar la preponderancia del Estado en materia energética y fortalecer a las empresas estatales.
  • De modo que recalcó que en materia eléctrica seguirá la regla esbozada en el sexenio pasado de garantizar un 54% de participación estatal en generación eléctrica y topar a 46% la participación privada. Eso sí, prometió que habría certidumbre jurídica para los inversionistas en ese concurso.

Más dudas que respuestas

Sin embargo, en octubre se discutió en el pleno de la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma en materia de empresas públicas presentada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero, que plantea los términos de ese nuevo modelo energético y, de momento, genera más dudas que respuestas respecto de cómo otorgará un piso parejo a las inversiones privadas.

  • La iniciativa, que ya fue dictaminada en agosto pasado por la anterior legislatura, plantea entre otras cosas que las empresas privadas no podrán tener prevalencia sobre la pública (la Comisión Federal de Electricidad, CFE).
  • Pero también deja abierta la posibilidad a que reabsorba la operación del mercado eléctrico (lo que hoy hace el Centro Nacional de Control de Energía de manera independiente) y que actué como autoridad en el sector, lo que la haría juez y parte.

“Sí le metería mucho a la seguridad jurídica del sector si la iniciativa se votara y aprobara en los términos en los que se presentó y los términos en los que se discutió en Cámara de Diputados porque los cambios (en la dictaminación) realmente fueron menores”, afirmó César Hernández, quien fue subsecretario de Electricidad durante la primera parte del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

  • Esta incertidumbre no es cosa menor. El reto para el sexenio es mayúsculo, considerando que en solo seis años se requeriría elevar en 21 puntos porcentuales la participación de la energía limpia.
  • “Mientras no sepamos cómo se va a atraer inversión privada al sector energético es muy difícil (cumplir la meta). A la inversión privada lo que le interesa es saber cuáles son las reglas de recuperación de inversión y esas hoy no están”, comentó Rosanety Barrios.

Respeto a los derechos previos

Tanto Barrios como Hernández coincidieron además en que cualquier cambio legal debe contemplar un régimen especial para respetar los derechos adquiridos de los operadores privados, lo cual añade complejidad al entramado legal necesario para otorgar certeza.

“Si se hicieran esos cambios, tendrían que hacerse de alguna manera que respetaran los derechos adquiridos de las empresas que ya entraron con unas reglas del juego pactadas y tendrían que hacerse de una manera que hubiera una compensación para los países socios de tratados comerciales y para los inversionistas”, remató César Hernández.

Desafíos para las empresas

A pesar del claro interés por la energía solar en sitio, las empresas enfrentan varios obstáculos al intentar implementar estos proyectos. Entre las principales barreras se encuentran los trámites administrativos y la documentación requerida para los permisos de interconexión, lo que puede desmotivar a algunas compañías.

Además, desde una perspectiva técnica, la necesidad de adaptar la infraestructura de las empresas para instalar paneles solares y otros equipos puede suponer un desafío. Este tipo de inversiones requiere una planificación cuidadosa, tanto a nivel financiero como logístico. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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