Impactos del CAMBIO CLIMÁTICO ya están en MÉXICO; el país ha sufrido de fenómenos CLIMÁTICOS EXTREMOS

Durante las dos últimas décadas, la región norte-centro del país ha experimentado sequías excepcionales con una alta frecuencia, las cuales están caracterizadas por pérdidas de cultivos o pastos, riesgo de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos, con probable situación de emergencia debido a la ausencia de agua.

México ha sufrido en los últimos meses fenómenos climáticos extremos: frío gélido en el último invierno y olas de calor con temperaturas récord en semanas recientes. Los expertos dicen que aún es posible revertir esta situación, siempre que el nuevo Gobierno retome los proyectos de energía renovable que quedaron postergados hace seis años.

  • A mediados de mayo pasado, el Gobierno decretó una «alerta energética» y hubo apagones en distintas zonas del país, porque la demanda de electricidad aumentó e hizo colapsar la red de distribución. Miles de mexicanos salieron a la calle cubiertos por sombrillas. Los ventiladores y aires acondicionados «volaron» de las tiendas y supermercados, en escenas jamás vistas en la capital mexicana.

«No se puede hablar del impacto que tendrá el cambio climático, porque los impactos ya están aquí», dice el biólogo Adrián Fernández, doctor en Ciencias Ambientales y directivo de la ONG Iniciativa Climática de México, en entrevista con DW. «Justamente, el último reporte del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) confirma que hay evidencias contundentes del cambio climático en cada rincón del planeta», señala.

Impactos en cadena: «Esto en México no se ha entendido»

Fernández sostiene que el cambio climático no es solamente «un problema ambiental», pues atenta contra las posibilidades de desarrollo económico y social integral, aunque –aclara– «esto en México no se ha entendido».

«Cada año, se rompen récords de temperaturas en todas partes del mundo, con golpes de calor y frío extremo, y sucede que las viviendas no están adaptadas para enfrentar esos fenómenos», ilustra el especialista, exfuncionario de la Secretaría del Medio Ambiente y expresidente del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

  • El impacto en la salud se observa en la calidad del aire. «A mayor temperatura, mayor contaminación, ya que al registrarse una alta estabilidad atmosférica, el aire queda estancado y aumentan los contaminantes secundarios (los que se forman en la atmósfera) como el ozono», explica.

También cambian los microrganismos. «Por ejemplo, en el sureste mexicano han crecido las zonas pantanosas, apareciendo nuevas variedades de insectos transmisores de enfermedades ya graves, como dengue y chikunguña”.

Otro sector muy afectado es la generación eléctrica, pues México sufre «una sequía crónica» desde hace casi una década. «Las presas generaban energía, pero en 10 años esa contribución se redujo a la mitad y cayó a los niveles históricos más bajos», precisa Fernández.

La emergencia energética: «Esto fue algo excepcional»

El Gobierno mexicano no oculta su alarma y, a inicios de mayo, el Centro Nacional de Energía Eléctrica declaró al sistema eléctrico en «estado de emergencia» frente al extremo calor.

«Tuvimos una temperatura 1,14 grados centígrados superior a lo registrado en años previos, lo que provocó que la demanda de energía se adelantara seis semanas y tuviéramos que atenderla de manera imprevista», dijo el director de Planeación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Juan Antonio Fernández.

  • Por esos días, México registraba las temperaturas más altas desde los años 90, con una nueva marca para la capital: 34,7 grados Celsius. En otros 17 estados, como Sonora y Veracruz, se reportaron sensaciones térmicas insólitas de hasta 50 grados y la muerte de ganado por hambre.

Según la CFE, la demanda de electricidad se elevó un 13 por ciento en todo el país. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que el sistema eléctrico estuviera en riesgo. «México tiene capacidad de generación de energía, esto fue algo excepcional», alegó.

Carrera contrarreloj

Para la bióloga Julia Carabias, investigadora del Colegio Nacional de México, el país tiene un desafío real y urgente: cambiar su matriz energética.

«El gran problema es que se nos están cerrando los tiempos, y aunque tenemos una ventana de oportunidad, hay que correr vertiginosamente», explica a DW la experta, quien fue presidenta del Instituto Nacional de Ecología y secretaria (ministra) de Recursos Naturales y Pesca del Gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000).

  • Según Carabias, el cambio climático impone dos retos, y el primero es la mitigación: disminuir todos los gases que el país produce y que se acumulan en la atmósfera, convirtiéndose en la principal fuente de contaminación.

El segundo reto –expone– es la adaptación, que pasa por proteger los ecosistemas, recuperar los ríos, y cambiar la política energética y la alimentaria, promoviendo una alimentación sana y sustentable. «Ningún país del mundo lo está aplicando, aunque sí se aplica en comunidades de Oaxaca y Chiapas (estados del sureste mexicano), en la Amazonía y en comunidades de Perú y Bolivia. Son ejemplos que sí funcionan, pero no se están incorporando a las políticas públicas y al mercado», enfatiza.

Apuestas por la energía renovable

Adrián Fernández coincide con su colega Carabias en que México debe «iniciar con urgencia» su adaptación al cambio climático, mediante acciones coordinadas por el Estado, y retomar los proyectos de energía renovable aprobados en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y que quedaron en suspenso.

«Este país debe alejarse de la generación eléctrica por combustibles fósiles (petróleo) y apostar con rapidez por las energías renovables», afirma.

«Tenemos un enorme potencial de energía solar, eólica y algo de geotérmica. Una hectárea del desierto de Sonora tiene cuatro veces más radiación solar que una hectárea en Alemania, y esa misma proporción se repite en todo el territorio mexicano», agrega.

  • En 2023, México y el mundo vivieron catástrofes inéditas, como inundaciones, tornados y ciclones. Para Julia Carabias, hay una tendencia clara: «Más calor, más sequía, más lluvias y huracanes… esto será nuestra vida cotidiana si no hacemos nada», advierte. No obstante –asegura– la situación no es irreversible aún, y todo es «cuestión de voluntad».

«Hemos ido para atrás. Veníamos en un proceso lento, y lo que hizo la administración saliente fue frenar los proyectos de cambio de matriz energética. El presidente AMLO aprovechó el petróleo para empujar la economía, aunque nos ha dejado una mayor deuda ambiental», comenta la bióloga, premiada por sus investigaciones y logros en la defensa del medio ambiente.

  • Como ella, Fernández opina que bajo la administración de AMLO se descartaron las subastas de energía impulsadas por su antecesor Peña Nieto, donde 9 de cada 10 proyectos eran renovables. «Se tiraron a la basura seis años valiosísimos por culpa de un Gobierno peleado con el conocimiento», critica.

Sostiene que la presidenta electa Claudia Sheinbaum, que asumirá el 1 de octubre, «debe arrancar en sus primeros 100 días con un programa de energía urgente y a gran escala». Y le tiene confianza, dice, porque es una profesional ambientalista y experta en cambio climático.

«Todo esto cambiará en los hechos, también porque la realidad ya no aguanta un año más de decisiones políticas que atenten contra el país», subraya Adrián Fernández. «De no hacerlo –añade– sufrirán las poblaciones más vulnerables, las de menor capacidad económica, menos resiliencia, menos aguante. Y este sector, en México, es la mitad de la población».

Un nuevo reporte advierte sobre el cambio climático en México

A finales del año pasado, un reporte publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Estado y perspectivas del Cambio Climático en México: un punto de partida, advertía sobre el aumento de la temperatura promedio en el país, las sequías y la condición de las precipitaciones. La investigación fue un esfuerzo de 59 investigadores y expertos de 18 dependencias de la UNAM, 10 universidades y centros de investigación de México y del extranjero.

Esto es lo que debes de saber:

La investigación de la UNAM ha expuesto que el incremento y la tasa de aumento en la temperatura anual promedio en México son mayores que el promedio global, ya que la temperatura global ha aumentado a una tasa de 1.90 ºC por siglo, mientras que la tasa de aumento en México es de 2.88 ºC por siglo.

  • A partir de esto, se espera que el calentamiento continúe siendo más rápido en México en comparación con el promedio global. Este aumento varía a lo largo del país, con mayores incrementos en el norte (6 ºC) y sureste (5 ºC). También, se ha encontrado una relación entre el aumento de temperatura y la presencia de algas, sargazo y eutrofización de los cuerpos de agua y mares del país.

Se atribuye el cambio climático en México al incremento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero (GEI) generados por el ser humano desde la revolución industrial. México es el 13º país con mayores emisiones de GEI.

Sobre la precipitación, se reporta que el promedio anual en México ha aumentado con una tasa de 3.1 mm/mes por siglo desde inicios del siglo XX, aunque el cambio climático ha modificado la distribución de la precipitación entre las estaciones del año, con incrementos significativos en verano y otoño. Además, la precipitación ha disminuido en regiones del norte del país y aumentado en el centro y sur.

Desde principios de los 2000s, el número de días consecutivos secos ha aumentado de un promedio de 70 días por año a cerca de 80, siendo el caso mayor en el noroeste con aumentos de seis y hasta ocho días adicionales por década en Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua.

Durante las dos últimas décadas, la región norte-centro del país ha experimentado sequías excepcionales con una alta frecuencia, las cuales están caracterizadas por pérdidas de cultivos o pastos, riesgo de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos, con probable situación de emergencia debido a la ausencia de agua.

  • Los cambios en el clima del país y el mundo que veremos en la primera mitad de este siglo están casi determinados por las emisiones y decisiones políticas tomadas en décadas anteriores. Simulaciones de modelos climáticos auguran que el país podría enfrentar condiciones más secas y cálidas durante este siglo, pero bajo un escenario de emisiones consistentes con el Acuerdo de París, el aumento en la temperatura podría limitarse por debajo de 2 ºC, reduciendo también los cambios en la precipitación anual.

El reporte detalla que, para enfrentar el cambio climático, es necesario establecer políticas públicas basadas en metodologías construidas por un trabajo multidisciplinario e instituciones gubernamentales especializadas en el tema.

2023, el año más seco para México desde 1940

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los indicadores del cambio climático –emisiones de gases de efecto invernadero, aumento de la temperatura y del nivel del mar, acidificación de los océanos, disminución de la capa de hielo de la Antártida y derretimiento de los glaciares– se dispararon como nunca el año pasado.

“Y en lo que va de este año también estamos viendo algo extraordinario… La superficie del mar lleva más de un año con temperaturas muy por arriba de las que tenemos registradas. Y los que nos dedicamos al estudio del cambio climático llevamos 30 años diciendo que esto es lo que sucedería. No debería ser una gran sorpresa para nadie”, señala Francisco Estrada Porrúa, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, y coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático.

  • Cabe resaltar que la principal causa del cambio climático es la ingente cantidad de gases de efecto invernadero que los humanos ponemos en la atmósfera.
  • “Son responsables de que la temperatura del planeta haya aumentado, en promedio, de 1.1 a 1.2 grados Celsius con respecto al periodo preindustrial… Ahora bien, el año pasado, el fenómeno de El Niño se presentó con mucha fuerza –y lo seguirá haciendo–, lo cual contribuyó a que la temperatura se incrementara en 1.45 grados Celsius con respecto al periodo preindustrial, cosa que no se esperaba que sucediera hasta dentro de cinco años o más”.

Pero, “¡ojo!: esto no significa que aquélla haya aumentado, en promedio, 1.45 grados Celsius con respecto al periodo preindustrial, casi el límite establecido por el Acuerdo de París (1.5), sino que se incrementó temporalmente cerca de 1.45 grados Celsius. De cualquier modo, nos encontramos muy cerca de rebasar el mencionado límite en poco tiempo, con todo lo que ello supone: daños socioeconómicos, en la biodiversidad, etcétera”, explica Estrada Porrúa.

Retos

La humanidad enfrenta una infinidad de desafíos. No obstante, el cambio climático es uno de los más importantes, incluso es el que más trasciende.

“Lo que hace el cambio climático es que vuelve más difícil cada uno de esos retos. Por ejemplo, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas es hambre cero. El cambio climático está poniéndonos innumerables obstáculos para conseguirlo. En México, el rendimiento de algunos cultivos en ciertos estados ya se ha reducido entre el 5 y 20 %, y a finales de siglo, el rendimiento de ésos y otros cultivos podría disminuir hasta el 80 %; de tal manera que la capacidad del país para producir sus propios alimentos se vería severamente mermada”, comenta el investigador.

Primera estimación en México

El año pasado, el Programa de Investigación en Cambio Climático y el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM publicaron el reporte Estado y perspectivas del cambio climático en México: un punto de partida, que incluye la primera estimación de cuál ha sido el promedio del calentamiento en nuestro país.

  • “Mientras el aumento de la temperatura en el planeta ha sido, en promedio, de 1.1 a 1.2 grados Celsius desde el periodo preindustrial, en México éste fue, en promedio, de 1.7 grados Celsius desde principios del siglo pasado; o sea, se ha incrementado más en nuestro territorio, el cual se está calentando a una tasa más rápida”, indica Estrada Porrúa.

Por lo demás, 2023 fue el año más seco para nuestro país desde, al menos, 1940; y el norte es la región donde está lloviendo cada vez menos./Agencias-PUNTOporPUNTO

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