AIDA RAMIREZ MARIN
El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) determinó homologar la zona económica B con la A, por lo que a partir del 1 de octubre próximo, el salario mínimo general en todo el país será de 70.10 pesos diarios, con lo que es el sector privado el que asumirá el costo económico que conlleva este ajuste salarial.
Los representantes del órgano tripartita (gobierno, empresarios y trabajadores) coincidieron que este hecho es histórico y que contribuye a resarcir a pérdida del poder adquisitivo de los mexicanos.
El secretario del Trabajo y Precisión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, aseveró que por primera vez en 98 años habrá un solo salario mínimo en todo el país, con lo que se cumple un anhelo histórico de los mexicanos de que no haya trabajadores de primera, segunda o tercera clase.
Señaló en conferencia de prensa, que la consecución de la homologación de las zonas geográficas en materia de salarios mínimos es resultado “de un intenso y respetuoso diálogo tripartito, donde empresarios y trabajadores pusieron de su parte para hacer esto una realidad”.
La medida beneficiará de inmediato a 751 mil 915 trabajadores que laboran en dos mil 341 municipios del país y demarcaciones del Distrito Federal, que estaban en la zona geográfica B con un salario diario de 68.25 pesos y que desde el próximo 1 de octubre ganarán 70.10 pesos diarios.
Según se explicó que, sumado al incremento nominal decretado para 2015, que fue de 4.2 por ciento, con esta homologación el salario mínimo experimentó un incremento real de 4.1 por ciento, la mayor ganancia para estas percepciones desde 1976.
Navarrete Prida dijo que si se consideran los índices inflacionarios de este año, que han alcanzado cifras mínimas históricas inferiores de tres por ciento, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios es de 5.1 por ciento, el cual se había desplomado hasta en 76 por ciento desde la década de los 70 del siglo pasado.
De su parte, Basilio González Núñez, presidente de la Conasami, comentó que el pasado jueves se emitieron dos resoluciones y cinco acuerdos, en el que destaca el relativo a la homologación de las zonas geográficas y el establecimiento de un solo salario mínimo general.
Precisó que para alcanzar esta decisión los factores de la producción analizaron, junto con la autoridad, las condiciones económicas y sociales del país y se dejó en claro que la determinación no dependía de la voluntad de un sólo actor, sino del consenso y la suma de voluntades.
Asimismo, se decidió que exista un solo salario mínimo para las 59 profesiones, que es el vigente en la zona geográfica A, además de ampliar el periodo de vigencia de la Comisión Nacional Consultiva para la Recuperación Gradual y Sostenida de los Salarios, que concluirá labores el 23 de junio de 2016.
Este último punto obedece, dijo, a varios factores como el que la iniciativa para la desvinculación de los salarios mínimos de otras leyes y contribuciones aún no se aprueba en el Congreso de la Unión y en las legislaturas estatales, por tratarse de una reforma constitucional.
González Núñez aclaró que con las resoluciones y acuerdos tomados por la Conasami no se llega al fin o conclusión del proceso para la recuperación gradual y sostenida de los salarios mínimos que ha tenido varias limitaciones, como el bajo índice de productividad que hay en el país.
“Es solo el primer paso hacia la consecución del mandato constitucional de que el salario mínimo deba ser suficiente para que un jefe de familia pueda cubrir sus necesidades materiales, sociales y culturales y los requerimientos de educación de sus hijos”, señaló.
En tanto, los dirigentes empresariales e industriales encabezados por Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE y Juan Pablo Castañón, presidente de la Coparmex, respaldaron los acuerdos para homologar las zonas geográficas salariales y refrendaron su compromiso de avanzar en la recuperación gradual, responsable y sostenida de los ingresos de los trabajadores.
Dejaron en claro que es el sector privado el que asume el costo económico que conlleva el ajuste salarial, pero se dijeron convencidos de seguir impulsando en el Congreso de la Unión el tema de la desvinculación de los salarios mínimos de otras contribuciones y leyes federales y locales.
Indicaron que poner un piso base salarial en todo el país “es un salto de calidad hacia el impulso del mercado interno”, pero admitieron que aún hace falta mucho por trabajar en este terreno, por lo que urgieron a los poderes Ejecutivo y Legislativo a atender las propuestas del sector privado nacional en la materia.
Para ejemplificar la relevancia de la homologación de las zonas salariales, señalaron que en 1962 existían en México 111 distintos Salarios Mínimos y la diferencia entre el mayor y el menor era de hasta 300 por ciento. Y a partir del 1° de octubre sólo regirá un Salario Mínimo en todo el país.
Respecto a las revisiones contractuales, los sectores obrero y patronal acordaron que la resolución no motivará modificación respecto a los tiempos acordados, y que continuarán revisando con amplia libertad, dentro de las condiciones de cada empresa, tomando en cuenta su productividad, competitividad y la imperiosa necesidad de generar empleos productivos.
Esto significa que el incremento que se determinó a los salarios mínimos de la extinta zona “B”, no será la base ni el límite para las revisiones contractuales, se explicó.
Durante el anuncio que se llevó a cabo en las instalaciones de la Secretaría del Trabajo estuvieron también los presidentes de la Confederación de Cámaras Industriales, Manuel Herrera Vega; de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, Enrique Solana Sentíes, y del Congreso del Trabajo, Ramón Humberto Ojeda.
En ese sentido, Solana señaló que este aumento generará “un leve impulso en la derrama económica interna y sin duda una ayuda en los bolsillos de los trabajadores.
“Sabemos que falta mucho por hacer en la distribución equitativa de la riqueza pero poco a poco nos acercaremos a un México más justo”, aseveró.