Tres de cada 10 familias van a cerrar el año con una reducción de sus ingresos de 50 por ciento o más a causa de la pandemia del coronavirus, según la “Encuesta de seguimiento de los efectos del COVID-19 en los hogares mexicanos” (Encovid-19).
- Si bien hay una recuperación en comparación con lo observado en los primeros meses de la pandemia, ésta es lenta y se espera que continúe así en los siguientes meses, comentó Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) de la Universidad Iberoamericana.
En mayo se registró el mayor porcentaje de las familias en esa situación, con 35 por ciento.
“Ello implica que la recuperación de los ingresos no llega por completo”, señaló Teruel.
- De acuerdo con la última encuesta Encovid-19, 42 por ciento de los hogares mexicanos registra una disminución de sus ingresos de 30 por ciento o más; de ese universo, 30 por ciento reporta una caída de 50 por ciento o más con respecto a los recursos que obtuvo en febrero, es decir, antes de que la pandemia se agudizara.
“Este impacto es consecuencia de la pérdida de empleos, los recortes salariales, las menores ventas y la quiebra de negocios que se observó en los últimos meses”, comentó Héctor Magaña, analista del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN).
En México, 16.3 por ciento de las empresas se vio en la necesidad de reducir personal y 11.3 por ciento de disminuir salarios y prestaciones, según la segunda Encuesta sobre el impacto económico generado por COVID-19 del Inegi.
Aumento al salario mínimo traerá productos más caros y reducción de ganancias
Andrés Manuel López Obrador, jefe del Ejecutivo, anunció que para 2021 habría un aumento del salario mínimo. Por más esperanzador que suene esto, en términos reales, ¿cuáles son las consecuencias de esta acción?
- De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un salario mínimo es “la cuantía mínima de remuneración que un empleador está obligado a pagar a sus asalariados por el trabajo que éstos hayan efectuado durante un período determinado, cuantía que no puede ser rebajada ni en virtud de un convenio colectivo ni de un acuerdo individual.”
Esta lógica indica que esta cantidad sólo debe aumentar. Sin embargo, estas decisiones pueden tener repercusiones, tanto positivas como negativas, en las economías en las que se apliquen dichas medidas.
La más lógica sería en las economías de los trabajadores, las cuales se rigen bajo una sencilla premisa: entre más salario, más ganancia, pero puede no ser del todo cierto.
Por ejemplo, el reconocido “Efecto faro” es uno de los más importantes a la hora de considerar un aumento del salario mínimo. Es descrito como “el traspaso que tienen los aumentos al salario mínimo sobre el resto de la distribución salarial, en especial sobre los ingresos de los trabajadores cuyo salario está por encima de dicho indicador”.
- Esto quiere decir que si se aumenta el SMGN, se tienen que incrementar otros salarios y precios. De acuerdo con el Banco de México, esta nueva distribución salarial puede inducir a las empresas a subir los precios de sus productos, debido al alza de los costos laborales y al aumento indirecto en precios de bienes y servicios inmediatos.
- Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), si ambos crecimientos se realizan, en salario y en precios, no existiría un beneficio para los trabajadores, sino todo lo contrario, habría otras desventajas.
- De acuerdo con Raymundo Campos, en su artículo “El salario mínimo y el empleo: Evidencia internacional y posibles impactos para el caso mexicano”, publicado en el volumen 12 de la revista Economía UNAM, dice que las empresas pueden tomar otros caminos para reducir el impacto de la inflación en salarios.
Entre las decisiones que pueden tomar están elegir los salarios que los trabajadores pueden tener, lo cual incluye aumentar o reducir; también pueden disminuir sus gastos de operación: en publicidad para llenar vacantes, gastos por pérdidas de operación al no llenar vacantes, gastos de entrenamiento, entre otros.
Aunque también existe otro escenario: la pérdida de empleo. Para la CEPAL, el argumento es muy simple:
«un salario mínimo más alto simplemente llevaría a las empresas a demandar (y por lo tanto, a contratar) menos trabajadores»
A pesar de eso, la CEPAL otorgó una solución para evitar resultados adversos en la economía, el cual consiste en realizar incrementos “modestos”, esto con el fin de no desestabilizar las economías locales y personales.
El tema es muy importante para organizaciones internacionales, como la OIT, quien menciona que seguir los efectos del salario mínimo “es un elemento clave de todo sistema basado en datos fácticos”, ya que no sólo tiene repercusiones en los bolsillos de quien recibe este monto, sino en un sinfín de variables económicas y sociales de la entidad.
“Las autoridades y los interlocutores sociales deberían tener acceso a los estudios sobre los efectos de los salarios mínimos en variables tales como los salarios en general, el empleo, la actividad económica informal, las horas de trabajo, las diferencias salariales en función del género, la desigualdad del ingreso o la pobreza. En los estudios también se deberían observar los efectos sobre los precios y sobre los diferentes elementos de la demanda agregada, con inclusión del consumo de los hogares, la inversión o la competitividad de las exportaciones”, se lee en su página de internet.
Incremento de canasta básica no da tregua a bolsillo de mexicanos
Como ha ocurrido a lo largo de este año, no sólo la pandemia de Covid-19 afecta a la población, ya que el incremento sostenido de los productos de la canasta básica no han dado un respiro a los ingresos familiares para la compra de alimentos.
Según un monitoreo realizado por la Alianza Nacional de Pequeños comerciantes (ANPEC) durante noviembre y diciembre, los productos de mayor consumo en la canasta básica han tenido el siguiente incremento:
- Naranja: 33.33%
- Limón: 7.15%
- Chocolates: 5.88%
- Cerveza: 6.34%
- Arroz: 12.55%
- Lentejas: 1.14%
- Papa: 23.16%
- Tomate: 30.9%
- Jitomate: 16.81%
Esa tendencia había sido informada hace algunos días por el INEGI, incluso el organismo precisó que el incremento es de 3.3 por ciento de manera anualizada, sin olvidar que en el último tramo del año, los precios de la calle siempre son más altos y están al doble de lo que consigna INEGI, con ocho por ciento de inflación de menos.
“En estos últimos días del año comienza a darse el fenómeno de incrementos nacionales en determinados productos, sobre todo en la confitería. Estos indicadores de pueden asemejar a tambores de guerra de la cuesta de enero 2021 que abrirá fuego al arranque del año, como ocurrió al inicio de este 2020”, dijo Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
- El dirigente agregó que las restricciones comerciales por el rebrote de la pandemia serán el factor detonante de esta escalada de precios; por una temporada invernal adversa, difícil de sobrellevar, lo que provocará una mayor caída del consumo, cierres de negocios, pérdida de empleos y se elevará la delincuencia.
“La presión social transformaría al acto de delinquir de ser un acto de ocasión a un acto con premeditación, alevosía y ventaja, pleno de violencia. A la inseguridad pandémica habremos de agregar la inseguridad pública, debemos cuidarnos en ambos frentes, no bajemos la guardia ante el Covid-19 y extrememos precauciones en esta temporada”.
Documento íntegro:
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