El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), estimó que cerca de 11.5 millones de personas ubicadas en localidades urbanas en el país se encuentran en un nivel de rezago social alto y muy alto.
- De acuerdo con el Censo de Población de Vivienda 2020 del Coneval, son más de 9.5 millones de mexicanos los que habitan en zonas con alto rezago, mientras que cerca de 2 millones se encuentran en zonas con muy alto rezago social, lo que sumado representa el 11.7% del total de la población.
- Por otra parte, el Coneval informó que el 15.7% de quienes habitan en zonas urbanas a nivel Área Geoestadística Básica (AGEB), están distribuidas en zonas con un nivel muy bajo de rezago, en el cual figuran 8,769 personas; 38,450 se ubican en áreas con clasificación baja y media, lo que representa el 72.7% de la población urbana total en el país.
Indicó que la clasificación de las AGEB urbanas en grados de rezago social permite focalizar la atención e intervención de la política pública, por ejemplo, para la asignación de programas enfocados al desarrollo social.
“El Grado de Rezago Social (GRS) es una medida que resume indicadores de carencias sociales y bienes del hogar. Los indicadores de carencias sociales utilizados para la estimación del GRS a nivel AGEB urbana están relacionados con cuatro dimensiones señaladas en la Ley General de Desarrollo Social (LGDS): rezago educativo; acceso a los servicios de salud; calidad y espacios de la vivienda; y, servicios básicos en la vivienda; adicionalmente, se incorporan indicadores referentes a los bienes del hogar”, especificó el Consejo en el comunicado.
- El organismo también precisó que, a nivel entidad federativa, los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Yucatán son los más afectados, con un grado de rezago social alto o muy alto.
- La Ciudad de México, Baja California, Querétaro, Nuevo León y Aguascalientes, por otro lado, presentan el mayor número de áreas con rezago social bajo o muy bajo.
- Por último, señaló que la mayor brecha en indicadores empleados en la construcción del GRS con “Muy alto” y “Alto” y aquellos con “Muy bajo” y “Bajo”, se dio en viviendas que no disponen de internet y en cuanto a los indicadores relacionados con los derechos sociales, destaca el porcentaje de la población de 15 años o más con educación básica incompleta.
El Coneval destacó que el GSR no representa una medición de pobreza, ya que no incorpora los indicadores ingreso, seguridad social y alimentación, sino que provee información complementaria desagregada a nivel AGEB urbana a la medición de pobreza multidimensional a nivel entidad federativa y municipal.
Oaxaca concentra la mayor cantidad de municipios con rezago social
Oaxaca es el estado de la República que concentra la mayor cantidad de municipios con áreas urbanas clasificadas con un muy alto Grado de Rezago Social (GRS), de acuerdo con las estimaciones a nivel Área Geoestadística Básica (AGEB) urbana para 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
- Datos del Censo de Población y Vivienda 2020, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), arrojan que en México existen 297 municipios (distribuidos en seis entidades: Oaxaca, Puebla, Chiapas, Veracruz, Guerrero y Yucatán) donde el total de su población habita en AGEB urbanas clasificadas con muy alto GRS, lo que representa un total de 562 mil 415 personas.
Sin embargo, destaca que el 71.72% de las demarcaciones clasificadas con muy alto GRS pertenecen a Oaxaca; es decir que las 279 mil 752 personas que habitan en 213 de los 570 municipios de la entidad que gobierna Alejandro Murat, viven con un “muy alto” GRS.
Cabe señalar que en aproximadamente una de cada cinco viviendas ubicadas en las AGEB urbanas clasificadas con un GRS muy alto no se cuenta con elementos de calidad y servicios básicos: 29.6% no disponen de drenaje, 23.2% cuentan con pisos de tierra y 20.5% no disponen de agua entubada a la red pública.
Política social de AMLO, sin efectividad para reducir pobreza
A cuatro años de que se implementara la política social de la administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador, especialistas en la materia coincidieron en que todavía no se ha probado su efectividad para reducir aspectos estructurales de la pobreza en México.
- Cuestionaron también la manera de dispersión de los recursos y, sobre todo, qué extracto social es el que se ha visto beneficiado, ya que señalaron que no son los más pobres quienes reciben los recursos del Estado.
- Este gobierno aumentó notoriamente las transferencias monetarias que van a los programas sociales, eso es positivo, el problema es que se hayan concentrado esas transferencias en los menos pobres, eso es negativo”, explicó Rodolfo de la Torre, director de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
El especialista indicó que a largo plazo gastar más en los que menos lo necesitan no es la mejor forma de utilizar el presupuesto, además señaló que se ha priorizado más lo monetario a los servicios fundamentales que son los de salud y educación.
“Las personas tienen más dinero en el bolsillo, pero sus centros de atención a la salud y educativos se encuentran peor”, dijo.
- La pobreza ha aumentado, pero gran parte de ella es inevitable asociarla a la pandemia, sin embargo, han existido algunos descuidos totalmente atribuibles al gobierno, consideró de la Torre.
“Se ha perdido el derecho a la salud para gran parte de la población, aproximadamente 6 millones de personas se quedaron sin éste antes de la pandemia (…) Se ha gastado más sin ser efectivo, algunas cosas han empeorado: salud y educación y otros factores, que no son programas sociales. Con el alza al salario se ha ayudado a que no aumente”, reconoció.
Uso electoral
Por su parte, el director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez resaltó el cambio profundo en la política social y el crecimiento en los recursos destinados a los programas sociales, sin embargo, señaló que el riesgo de uso político-electoral también ha aumentado.
“En contraste, los mecanismos para evitar su uso político-electoral son menores y los esfuerzos por mejorar, por ejemplo, las reglas de operación o los mecanismos de vigilancia social, son vistos como costos y no como inversiones”, abundó.
- Dentro de su análisis, el experto consideró que los programas implementados han “pagado bien” políticamente hablando.
- “Dispersar recursos no es necesariamente un error, pero su efectividad de corto plazo podría no ser suficiente para resolver los problemas que han mantenido a México como un país rico lleno de inmensas desigualdades”.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señala que el objetivo de los programas sociales es acortar las brechas existentes entre los grupos vulnerados y el resto de la sociedad, con el fin de avanzar en la búsqueda de igualdad de oportunidades./Agencias-PUNTOporPUNTO
Documento íntegro:
comunicado_07_grado_rezago_social_ageb_urbana_2020