MILENIO
El Senado aprobó con 97 votos la designación de Luis Raúl González Pérez como nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2014-2019, luego de ser votado en la terna junto con los también abogados Mauricio Farah e Irene Herrerías, que alcanzaron 2 votos cada uno.
Aunque se esperaba la unanimidad, se emitieron 107 votos, de los que 97 fueron para el ex abogado de la UNAM, 2 para Mauricio Farah, 2 para Irene Herrerías, 4 nulos y dos en contra. Se abrió un espacio en la sesión para convocarlo a rendir protesta de inmediato, aunque se sabe que el ombusdman electo aguarda con su familia en el salón contiguo.
Durante la sesión, las bancadas del PRI, PAN, PRD, PT y Verde Ecologista exigieron del nuevo ombusdman una actuación apartidista, autónoma y capaz de replantear la actuación de la Comisión ante “la peor crisis en materia de derechos humanos en México” y se le demandó tener como prioridad los casos de Ayotzinapa y Tlatlaya.
En ese sentido, el Verde Ecologista en voz del senador Pablo Escudero pidió que una de las primeras acciones sea entrevistarse con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos.
Mientras que la oposición criticó la gestión del ombusdman saliente, Raúl Plascencia, por considerar la perredista Dolores Padierna y los petistas Layda Sansores y David Monreal que fue omisa y complaciente con las autoridades lo cual abrió la puerta a la impunidad.
Al iniciar la discusión para elegir al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, las bancadas en el Senado instruyeron que la prioridad de quien sea designado para el cargo sean los casos de Iguala y Tlatlaya y demandaron instrumentar las acciones necesarias para que nunca más vuelvan a suceder hechos como esos.
Al posicionar por la Comisión de Justicia, el panista Roberto Gil, reconoció que se vive la mayor crisis de derechos humanos en el país, por lo que dijo que la encomienda inmediata es atender dichos casos para fincar responsabilidades.
En tanto, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, la perredista Angélica de la Peña, demandó a quien encabece la CNDH por los siguientes cinco años mantenga una autonomía en su actuar.
En su turno, la perredista Dolores Padierna dijo que el nuevo titular de la CNDH recibe una institución seriamente dañada en su credibilidad e incapaz de cumplir la encomienda que tiene asignada en nuestra democracia.
Dijo que organismos internacionales refieren que la CNDH no realiza investigaciones exhaustivas ni oportunas sobre todas las quejas que recibe ni cumple cabalmente con la defensa de los derechos de las víctimas.
Según Amnistía Internacional de las 7 mil quejas que la Comisión recibió entre 2010 y 2013, sólo emitió recomendaciones públicas que confirmaron tortura en 44 casos, por lo que hay una
“enorme” disparidad entre el número de quejas y de recomendaciones. Hizo notar que en 2013 la CNDH recibió 3 mil 842 denuncias de violaciones a las garantías fundamentales, cometidas por instituciones federales de seguridad pública y fuerzas amadas relacionadas con detenciones arbitrarias, malos tratos, allanamientos ilegales, intimidación y uso ilegal de la fuerza, pero sólo emitió 35 recomendaciones contra las autoridades implicadas en estos abusos.
“Sobran ejemplos del comportamiento mediocre, cómplice y omiso de la CNDH de Raúl Plascencia Villanueva”, insistió Padierna.
Por su parte, la petista Layda Sansores acusó una simulación al discutir un dictamen cuando, afirmó, la decisión de que sea Luis Raúl González Pérez está tomada, e inclusive ironizó en que el abogado general de la UNAM ya debe estar ensayando la toma de protesta en el salón de a lado.
Por el PRI, la senadora Diva Gastelum dijo que el país vive un momento muy difícil en materia de derechos humanos, pues no hemos logrado resolver internamente nuestros propios problemas respetando a las instituciones. “Somos clientes frecuentes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos”, expresó.
Agregó que urge un “corte de caja” para ver donde está parado el país en la materia, pero no es un “reparto de culpas”.