Gobierno de Jalisco desarma a policías municipales por probable infiltración del narco

AGENCIAS

El gobierno del estado mexicano de Jalisco desarmó a las policías locales del lugar donde el 1 de mayo murieron 8 militares al ser derribado el helicóptero en que viajaban, ya que considera que están infiltradas por el crimen organizado.

En un operativo el viernes, el cual se extendió tres horas y en el que participaron 150 elementos de las fuerzas estatales, se llevó a cabo el «desarme preventivo» de las policías municipales de los municipios de Villa Purificación y Unión de Tala, en la región costa-sur de esta entidad del occidente del país, explicó ese mismo día el gobernador Aristóteles Sandoval en un comunicado difundido en la noche.

La decisión del desarme se tomó «luego de una amplia investigación» que «detectó la infiltración de elementos del crimen organizado» entre agentes locales. Ahora los 19 policías de Villa Purificación y los 11 de Unión de Tula están rindiendo su declaración.

El estado sufrió un fuerte embate del cártel Jalisco Nueva Generación el 1 de mayo que conllevó bloqueos, incendios de instalaciones y el derribo de dicho helicóptero de las fuerzas armadas con 16 militares y dos policías federales a bordo, actos que dejaron un total de 17 muertos, entre ellos los 8 militares.

La aeronave fue atacada desde un convoy del crimen organizado con un lanzacohetes RPG.

El desarme del viernes se hizo en colaboración con las autoridades federales. Fue similar a otro efectuado en diciembre de 2014 en los municipios de Casimiro Castillo y Cocula, en la misma área colindante con el estado de Colima. Estas acciones están enmarcadas en las emprendidas «desde hace dos años» por las fuerzas de seguridad «con el fin de erradicar la presencia del crimen organizado (…) combatir la infiltración de las instituciones, recuperar el orden y devolver la paz» a los ciudadanos, añade la nota.

El desarme de las policías locales es una de las primeras medidas que habitualmente toma el gobierno mexicano cuando hay problemas con los cárteles porque las autoridades municipales suelen ser las más infiltradas por el crimen organizado.

Las policías locales de gran parte del vecino estado de Michoacán fueron desarmadas durante 2014 durante el despliegue federal que siguió al alzamiento de las llamadas autodefensas. Y en la zona de Tierra Caliente del estado de Guerrero ocurrió lo mismo después de que policías municipales de los municipios de Iguala y Cocula participaran en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa hace casi ocho meses.

Ni los gobiernos estatales ni el federal suelen informar posteriormente del destino de los agentes desarmados y, en ocasiones, destituidos.

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