El gobierno federal y Pemex contrataron en los primeros cuatro meses del año un monto de deuda que no se había visto desde 2009.
En ese lapso, el país obtuvo préstamos por 19 mil 407 millones de dólares, principalmente a través de la emisión de bonos de deuda en el mercado de capitales y en menor medida con organismos financieros internacionales.
- Esa cantidad es la más alta desde que México pidió prestados más de 43 mil 933 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2009.
- Desde el inicio del año México acudió a los mercados internacionales para contratar 10 mil 807 millones de dólares de deuda en enero, la tercera emisión mensual más alta desde 1990.
De acuerdo con las Estadísticas Oportunas de Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda, al descontar los pagos y los nuevos préstamos que el país solicitó entre enero y abril de este año, el endeudamiento neto en moneda extranjera fue de 14 mil 405 millones de dólares.
De este monto, más de nueve mil millones de dólares corresponden al gobierno federal, con lo cual en cuatro meses rebasó el techo de endeudamiento externo que el Congreso aprobó para este año por cinco mil 300 millones de dólares.
- La calificadora HR Ratings hizo notar el fuerte endeudamiento del país en moneda extranjera respecto a los compromisos adquiridos en pesos, sobre todo en el contexto del incremento en el tipo de cambio, que cerró el año pasado en 18.84 pesos por dólar, pero que en abril llegó a cotizarse hasta en 24.38 pesos por unidad.
- Resultado de lo anterior, al cierre de abril los mexicanos debían en total 12.1 billones de pesos tanto a prestamistas nacionales como internacionales, 1.2 billones de pesos más que en diciembre.
- El presidente Andrés Manuel López Obrador desechó hace unas semanas la propuesta del Consejo Coordinador Empresarial de que el gobierno contrate más deuda para enfrentar los efectos de la crisis sanitaria en la economía. «Que ni lo sueñen», respondió a los empresarios.
Antes, el 19 de diciembre, el mandatario mexicano aseguró que su gobierno no incrementaría la deuda. «Hasta el 16 de diciembre era de 44.1 por ciento respecto al Producto Interno, no vamos a pasar del 44.9 por ciento», prometió el Presidente.
Hasta el cierre de abril la deuda llegó a 49.7% del PIB.
Sin embargo, algunos pronósticos como el de BBVA anticipan que con una contracción de la economía de siete por ciento este año y aunque no se adquieran más compromisos, el incremento de la deuda como proporción del PIB pasaría a 53.4 por ciento. Con una caída del PIB de 12 por ciento llegaría a 59.2 por ciento.
Economía mexicana caerá 8.6%, si hay rebrote de Covid-19: OCDE
La Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) señaló que el PIB de México caerá 8.6% si existe un rebrote de Covid-19 y 7.5, si se logra evitar.
Según el organismo, el pronóstico se debe a las afectaciones en el sector turístico, las exportaciones y la baja en los precios del petróleo, lo cual ha sido un duro golpe para el país.
- “Los pobres y los vulnerables, incluidos los trabajadores informales serán los principales afectados por la recesión”, indicó la OCDE en su reporte Economic Outlook, Volume 2020 Issue 1.
- “México ha implementado una amplia gama de medidas financieras y monetarias para enfrentar la crisis. El espacio fiscal es limitado pero, dada la gravedad de la recesión, se justifican medidas adicionales, ya que aumentarán para mitigar las dificultades y revitalizar la recuperación. Dichas medidas deberían centrarse en proporcionar a los trabajadores afectados, tanto en el sector informal como en el formal, con apoyo de ingresos y evitando que desaparezcan empresas”, recomendó.
El país registró los primeros casos de Covid-19 el 28 de febrero. La transmisión se generalizó y la mayoría de los casos fueron reportados la Ciudad de México, Estado de México y Baja California.
La OCDE resaltó que en territorio mexicano existe una desigualdad en el acceso a los servicios de salud, pero da optimismo la población relativamente joven.
La deuda de las economías emergentes: ¿una bomba de tiempo?
Hay cada vez más inversionistas que tienen apetito por bonos de las economías emergentes (EM) que, si bien por ahora permanecen baratos y con rendimientos crecientes, tiene un importante nivel de riesgo. Por ejemplo, en México, el Bono M tuvo una ganancia de 10 puntos base (pb) la semana pasada. Y es que la deuda de las EM es barata por el grado de incertidumbre que hay en estas economías. Esta semana el FMI presenta su Perspectiva sobre la Economía Mundial: habrá que estar atentos.
- Si algo ha quedado claro es que el coronavirus representa una amenaza más grave para las EM que para EUA o Europa, pues ya muchos de estos gobiernos están llegando al límite de la asistencia financiera que pueden ofrecer a sus economías, lo cual es el caso de algunas economías latinoamericanas como Ecuador, República Dominicana y Paraguay.
- Por otro lado, las economías avanzadas que emiten deuda en sus propias monedas tienen mayor capacidad de implementar políticas económicas más eficaces y con menores costos financieros. Al emitir deuda en moneda propia, es más probable que los aumentos en el gasto estatal no generen preocupaciones sobre la solvencia, ni que las bajas tasas de interés provoquen colapsos pronunciados en las cotizaciones de las divisas.
La diferencia se nota a leguas. Ante el aumento en los casos de contagio por Covid-19 conforme e las medidas de distanciamiento social se relajan, las economías desarrolladas han reaccionado con nuevas medidas de estímulo y rescate que las naciones más pobres encontrarán cada vez más difíciles de imitar.
Mientras que los EUA implementarán un plan de ayuda adicional de 1 billón de dólares, el Banco de Inglaterra y el de Japón abren la llave del dinero y la UE instrumentará un paquete de 750 mil millones de euros, en Brasil, Colombia, Chile y México sólo bajan las tasas interés de referencia. Vale decir que el promedio de estímulo fiscal en las EM es del 2.5% del PIB y en las economías desarrolladas del 11% del PIB.
Las razones son claras: la baja en los precios de los bienes exportados por las EM (su principal fuente de ingresos) ha afectado su capacidad de lidiar con la pandemia. Inclusive Arabia Saudita, que es uno de los casos de “éxito” entre las EM, triplicará su impuesto al valor agregado, pasando del 5% al 15%, a partir del 1 de julio, a la vez que suspendió los generosos pagos de asistencia social.
India, por su parte, declara que sólo es financieramente capaz de instrumentar un apoyo fiscal del 0.7% del PIB. Si bien no todos los mercados emergentes son iguales o tienen el mismo grado de problemas, sólo China ha podido controlar su propio ciclo financiero, a costa de controles de capital y grandes ahorros internos.
Por ahora, todos los mercados emergentes, entre el grupo de los 20, han visto un aumento de la deuda corporativa como parte del PIB en la última década. La mayoría también ha aumentado los niveles de deuda del gobierno, y muchos carecen de grandes reservas de capital interno que serían necesarias para aumentar considerablemente el apalancamiento sin un aumento en la prima de riesgo. Tan sólo en lo que va del año, ya hay un incremento de 502 puntos base en la prima de riesgo para las EM en promedio.
- La profundidad y la duración del choque económico creado por el Covid-19 sigue siendo la pregunta crítica, una situación que ahora se ve agravada por el reciente choque del precio del petróleo y una desaceleración de mayor duración aumentará el daño a la economía real. Si bien las empresas en los mercados emergentes han hecho bien en mantener sus niveles de cobertura de intereses, hay una clara desaceleración en la actividad empresarial que aumenta el apalancamiento neto, tanto de grado de inversión como de los bonos de alto rendimiento.
La mayoría de los mercados emergentes estaban mal preparados financieramente para la tormenta. Ahora bien, si es una oportunidad o una bomba de tiempo depende de lo rápido que dichas economías logren salir de esta crisis, y recomponer las cuentas públicas y las hojas de balance de las empresas y familias./Agencias-PUNTOporPUNTO