El cambio climático no solo está alterando ecosistemas y economías, sino que también está modificando fronteras geográficas. El retroceso de glaciares, una de las señales más visibles del calentamiento global, está transformando el paisaje de regiones montañosas clave, afectando fronteras internacionales, recursos hídricos y comunidades locales. A continuación, exploramos cómo este fenómeno está cambiando el mapa del mundo y sus implicaciones para el futuro.
- El derretimiento de glaciares está redibujando límites geopolíticos en regiones montañosas de Europa. Un ejemplo emblemático es el glaciar Hochjochferner, ubicado en la frontera entre Austria e Italia. Durante décadas, este glaciar definió una parte de la frontera natural entre ambos países. Sin embargo, su retroceso ha obligado a ajustar legalmente la línea fronteriza.
- Desde 2006, un tratado entre Austria e Italia establece que la frontera se moverá conforme lo hagan los glaciares. Si estos desaparecen, el límite será trazado a lo largo de la cuenca rocosa expuesta. Esto es especialmente relevante en los Alpes, donde gran parte de las fronteras se definieron tras la Primera Guerra Mundial siguiendo crestas y picos montañosos. El cambio es inevitable: si se derriten las crestas heladas o se desploman los picos, las fronteras deben ajustarse.
Este fenómeno también afecta a la frontera suizo-italiana, que está siendo renegociada debido al retroceso de glaciares. El impacto geopolítico podría intensificarse en el futuro, dado que las regiones montañosas son algunas de las más vulnerables al calentamiento global.
Consecuencias hídricas transfronterizas
Los glaciares son una fuente vital de agua dulce para millones de personas. En Europa, los Alpes son conocidos como el “depósito de agua del continente”, ya que sus ríos alimentan importantes cursos fluviales como el Rin, que atraviesa varios países. Sin embargo, la disminución de los glaciares amenaza este suministro.
- El agua de deshielo de los glaciares es crucial en verano, cuando las precipitaciones son escasas y las temperaturas son más altas. Sin este recurso, regiones distantes como los Países Bajos podrían enfrentar sequías. Según explicó en el ETH de Zúrich Matthias Huss, glaciólogo suizo, la falta de agua glacial puede alterar gravemente los ecosistemas fluviales y la agricultura en Europa.
El problema se agrava en otras regiones montañosas del mundo. En Asia, el Himalaya Hindu Kush, que abastece a millones de personas en países como India, China, Pakistán y Nepal, también está en peligro. Aunque sus glaciares más altos aún no se derriten, los situados a menor altitud están retrocediendo rápidamente, lo que podría causar escasez de agua en toda la región.
Riesgos geológicos y catástrofes naturales
El deshielo no solo afecta los límites fronterizos y el suministro de agua, sino que también representa un peligro geológico significativo. A medida que los glaciares se derriten, el permafrost —suelo permanentemente congelado que mantiene estables las montañas— también desaparece, volviendo las laderas más propensas a derrumbes y desprendimientos de rocas.
- Andrea Fischer, experta en glaciología, advierte en sus estudios que los Alpes son más inestables de lo que se creía. El escaneo láser de montañas muestra que algunas de las formaciones rocosas consideradas seguras están debilitándose rápidamente debido al deshielo.
Un riesgo aún mayor son los lagos glaciares formados por el agua de deshielo. Si una de estas masas de agua se desborda, puede provocar inundaciones catastróficas. Esto ocurrió en 2016 en China, cuando un lago glacial se desbordó y causó graves daños en Nepal. Estos eventos son particularmente peligrosos porque las comunidades afectadas a menudo desconocen la existencia de estos lagos y no cuentan con sistemas de alerta temprana.
Impacto en comunidades locales y turismo
Las comunidades de montaña están en primera línea frente a estos cambios. El turismo, una fuente crucial de ingresos, está siendo alterado profundamente. En los Alpes, algunos refugios de montaña han perdido su suministro de agua debido a la desaparición de glaciares y la reducción de la nieve invernal. Algunos han recurrido a medidas de emergencia, como instalar inodoros secos y pedir a los huéspedes que compren agua embotellada para sus necesidades básicas.
- Un ejemplo destacado es Paul Grüner, propietario de un albergue en la frontera italo-austriaca, quien se ha visto obligado a buscar fuentes alternativas de agua para mantener su negocio. Aunque encontró un manantial subterráneo en la década de 1990, muchos otros refugios no han tenido la misma suerte.
Además, antiguas tradiciones están cambiando. Durante generaciones, los pastores italianos llevaron ovejas al lado austriaco del Hochjochferner, atravesando el glaciar. Hoy en día, las ovejas ya no cruzan sobre el hielo, sino sobre rocas desnudas.
Implicaciones globales en otras regiones montañosas
Los efectos del cambio climático en las montañas no se limitan a Europa. En Asia, el Himalaya Hindu Kush enfrenta desafíos similares. La desaparición de glaciares podría generar tensiones políticas en una región ya marcada por conflictos. Como señaló en Eurasia, Miriam Jackson, experta en la criosfera, “el agua no reconoce fronteras nacionales”.
- Los ríos que nacen en el Himalaya atraviesan múltiples países, y la falta de acuerdos internacionales podría complicar la gestión de estos recursos. Si un país río arriba retiene más agua de la que le corresponde, las comunidades río abajo podrían enfrentar sequías devastadoras.
El cambio climático está transformando el mundo de maneras que antes parecían impensables. Las fronteras, concebidas como límites fijos y permanentes, son ahora maleables frente a la fuerza de la naturaleza. El retroceso de los glaciares no solo amenaza la geografía física, sino también la seguridad hídrica, la estabilidad geopolítica y la vida de millones de personas en todo el planeta. El desafío está en encontrar soluciones sostenibles antes de que estas transformaciones sean irreversibles.
Megaiceberg se desprende
El hielo más grande y más antiguo del mundo, el A23a, que llevaba varado desde hacía más de tres décadas, se ha roto y se encuentra ahora flotando a la deriva por el océano Antártico, según reveló la organización British Antarctic Survey (BAS).
- El megaiceberg, cuyas placas de hielo miden 400 metros de grosor, pesa casi mil millones de toneladas y cuya superficie abarca unos 3 mil 600 kilómetros cuadrados, se había roto hace un año, si bien ahora ha vuelto a desligarse de su posición al norte de las islas Orcadas del Sur.
- Un grupo de científicos de la BAS lo constató después de examinar imágenes tomadas mediante satélite, donde vieron que el iceberg está a la deriva y se dirige hacia el Atlántico Sur, según las previsiones.
Los científicos “continúan monitorizando la situación” y siguen la ruta del iceberg e informarán, de nuevo, cuando haya algo relevante al respecto.
¿Cuál sería la ruta del iceberg más grande del mundo?
El A23a, cuyo tamaño ocupa el doble de la superficie que tiene el área metropolitana de Londres, se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo antártica Filchner, cuando se resquebrajó en tres trozos más pequeños, siendo el A23a uno de ellos.
- Los expertos le han seguido la pista y han visto que durante meses estuvo atrapado en la Columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico donde el agua en rotación atrapa a los objetos sobre su superficie, lo que mantuvo al A23a girando sobre un punto y retrasando al mismo tiempo su anticipado viaje hacia el norte.
- El equipo científico, según este organismo, prevé que el iceberg continuará su ruta hacia el Atlántico Sur, siguiendo la corriente Circumpolar Antártica, que probablemente lo empujará hacia la isla de Georgia del Sur.
Allí, según las previsiones científicas, se encontrará con aguas más cálidas que previsiblemente lo romperán en icebergs más pequeños hasta que se termine derritiendo.
El oceanógrafo Andrew Meijers, del BAS, que colidera el proyecto destinado a comprender cómo la capa de hielo afecta al océano, indica en un comunicado publicado en la web oficial de la British Antarctic Society que es “emocionante ver al A23a de nuevo en movimiento tras periodos estancado”.
“Nos interesa ver si seguirá la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido de la Antártida. Y lo que es más importante, qué impacto tendrá esto en el ecosistema local”, apuntó el científico.
Costas de todo el mundo podría sufrir erosión severa
A finales de este siglo se vislumbra un futuro incierto, ya que para el año 2100, la mitad de las costas de todo el mundo podría sufrir erosión severa, por lo que la mayoría de las playas serían ‘tragadas’ por el mar, según destaca un estudio publicado en la revista Nature.
- En México, sí tenemos de qué preocuparnos, ya que nuestro país posee 11 mil 122 kilómetros de litorales costeros, de los cuáles siete mil 828 km pertenecen al Océano Pacífico y tres mil 294 km al Golfo de México y Mar Caribe
Algunas de las playas más importantes son las de Acapulco, Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos, Mazatlán, Puerto Vallarta, La Riviera Nayarita, Veracruz y Tampico.
Al respecto, en Veracruz ya se presentó la primer alerta, al ganar el mar 100 metros de playa en Las Barrancas en el municipio de Alvarado, en donde las aguas del Golfo de México, superan el incremento de la media global a nivel mundial y es alrededor de tres veces más que en el resto del mundo.
“Esto podría deberse a la pérdida de hábitats importantes, como los pastos marinos y los arrecifes, barreras naturales que protegen la costa”, señaló Patricia Moreno-Casasola, bióloga del Instituto de Ecología (Inecol).
- La gravedad del impacto del cambio climático en las costas del país dependerá de diversos factores, como la topografía local, las tasas de aumento del nivel del mar y las acciones que se tomen para mitigar el cambio climático, estableció la especialista.
- En Tabasco, el mar avanzó hasta 500 metros en lo que antes era una franja de playa y ya ha devorado decenas de casas pertenecientes principalmente a pescadores en el poblado de El Bosque, cerca de la desembocadura del Río Grijalva.
- Al respecto, de acuerdo con José Alberto Lara Pulido, Director del Centro Trandisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (Centrus) de la Universidad Iberoamericana, México no está preparado para enfrentar esta problemática.
- Explicó que obedece a diversos fenómenos, principalmente al modelo de turismo que ‘despeja’ la zona costera y sin esa vegetación la arena se va y no hay herramientas para enfrentar a los ciclones o huracanes que llegan a las playas.
- “Es un tema de varios factores y recientemente lo pudimos ver en Acapulco con la presencia del Huracán Otis y podemos ver que el mar está cubriendo la zona costera”, expuso.
El especialista señaló que aunque la revista Nature indica que este fenómeno se recrudecerá en aproximadamente 70 años, en México ya estamos viendo que está sucediendo y desafortunadamente no hemos tomado conciencia sobre el tema, mientras que en Europa y otras áreas del mundo ya están tomando medidas para enfrentar la erosión de las playas y la posibilidad de que desaparezcan las zonas costeras./Agencias-PUNTOporPUNTO