La capacidad de generar energía eléctrica podría ‘quedarse corta’ para surtir la demanda hacia 2025, por lo que es urgente que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) autorice nuevas centrales y que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) conceda permisos de interconexión de las centrales que están listas para operar, pidió Carlos Hurtado, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
- El especialista indicó que existen varios problemas que limitan la participación de privados en la generación eléctrica, lo que pondría en riesgo la seguridad energética de México.
“Otro inconveniente es que para nuevos clientes o para solicitar aumentos de carga, por ejemplo, para parques industriales, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pide a usuarios que hagan inversiones eléctricas que desvanecen la rentabilidad de los proyectos”, criticó.
- Recordó que la figura de autoabasto se creó justo para quitarle responsabilidad al Gobierno y permitir la participación de privados y generar energía para empresas a costos competitivos. Sin embargo, se les ha señalado negativamente.
“Estas sociedades de autoabasto siempre fueron legales y no hay nuevas desde 2013, aportan 12 por ciento de la generación del país, por lo que es importante que haya esquemas privados que ayuden a la suficiencia de oferta, sin costos adicionales para el Estado y su represión no tiene sentido. Si hay abusos, para eso están los órganos reguladores, para tomar medidas”, apuntó.
La ‘barata’ realidad: energías renovables son menos costosas
Juancho Eekhout, presidente del comité de energía de AmCham, subrayó que el Gobierno en turno de cualquier país suele ser el que decida sobre la seguridad energética, pero que un punto que debería acompañar a todas las administraciones debería ser otorgar confiabilidad e invertir en infraestructura.
- En tanto, Leopoldo Alberto Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, resaltó que los gobiernos en México y el mundo también deben avanzar hacia una matriz diversificada para generar energía eléctrica y satisfacer la demanda de una manera más sostenible.
“De 2009 a la fecha los costos de generación de energía eólica disminuyeron 70 por ciento y la solar en 90 por ciento, eso no significa que debamos detener de freno la generación fósil, pero debemos aprovecharlas, en cinco años podríamos duplicar la generación de energía limpia si nos proponemos, pero necesitamos un marco jurídico estable”, aseveró.
Soberanía energética en riesgo
El centro de análisis de políticas públicas, México Evalúa, aseguró que no será viable alcanzar los objetivos de soberanía energética en la ruta actual del gobierno que ha manifestado rechazo a la inversión privada, a la integración regional y a la energía renovable, porque incluso si se proyecta la producción nacional a partir de una capacidad de refinación al 80%, más la producción de la nueva refinería Olmeca y las importaciones de Deer Park, el país seguiría necesitando importar aproximadamente el 20% de la demanda de combustibles en 2024.
- Según el informe “La paradoja energética: motivos para abandonarla”, que da cuenta de los límites del modelo de la actual administración y de las oportunidades que tiene el país en materia energética a través del T-MEC, con las inversiones adecuadas, México podría satisfacer más de 100 veces las necesidades eléctricas totales del país en 2024, a través de energías renovables y de lograrse la integración energética en Norteamérica, existirían múltiples caminos para lograr una reducción del 80% de las emisiones de carbono en el sector eléctrico de la región para 2050.
“A pesar de que esta administración ha destinado por lo menos 404,754 millones de pesos del erario para rehabilitar seis refinerías, comprar el 50% de la refinería Deer Park y construir la Olmeca (Dos Bocas), la dependencia de las importaciones de algunos combustibles se ha incrementado, debido a que la plataforma de producción de crudo se encuentra prácticamente sin cambios. Como muestra, al cierre de 2021 México importó 10.8% más gas natural seco que en 2018, y 4.1% más que en 2020, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía”, plantea el reporte de México Evalúa.
Ante la incertidumbre que crea este panorama, el centro de análisis llamó a encauzar al país hacia un modelo energético global a través de una política de integración energética en Norteamérica.
- Según sus conclusiones, tal es la ruta más efectiva para garantizar seguridad energética para México, pues la sinergia entre los tres países equilibraría las capacidades y reservas para alcanzar con mayor eficacia las metas de reducción de emisiones a la atmósfera de la región, y, mediante una armonía regulatoria, podrían aprovecharse mejor las herramientas legales e institucionales para asegurar suministro confiable, oportuno y a precios asequibles de energéticos para la población.
Además, el documento subrayó que, de acuerdo con la calificadora Fitch Ratings, México requiere al menos 26 billones de dólares de inversión en generación eléctrica, equivalentes a 20% más de lo que se destinó a gasto de inversión anual para 2022 para Pemex y CFE.
- Conforme las necesidades de la población cambian y la demanda aumenta, mientras que se descuidó durante muchos años la infraestructura energética nacional, también se necesitan otros 20 billones de dólares en inversión de transmisión y distribución eléctrica, equivalentes al costo actualizado de la refinería Olmeca, para satisfacer las necesidades de la población en 2026, las cuales representarán una demanda de electricidad de 110 gigawatts.
Por tanto, como un llamado a la cooperación entre el sector público y privado en el contexto de globalización y con los retos post pandemia que enfrenta el mundo entero, México Evalúa expuso que más que la vía de rechazo a las políticas anteriores, es posible hallarles lo mejor que en ellas se plasmó, corrigiendo errores que derivaron en corrupción, compadrazgos y sobre costos.
“La alternativa: adecuados mecanismos de inversión e integración”, aseguró México Evalúa.
México se estanca en la generación de energía renovable
La regionalización del suministro de energía es una estrategia que algunos países están usando para aumentar su producción local a través de fuentes renovables, pero México está dejando escapar esa oportunidad.
- Se trata de una transición que implica superar la dependencia a los hidrocarburos y alcanzar los objetivos de disminución de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) planteados en el Acuerdo de París, señala el informe “La transición hacia un modelo regional, cercano y ‘verde’”, de la consultoría Deloitte.
“Es un hecho que la industria energética actual enfrenta un contexto con múltiples riesgos y desafíos causados por una dependencia internacional al uso de los combustibles fósiles”, se establece.
“Ante esta situación surge un nuevo camino que puede modificar el rumbo: el nearshoring o relocalización cercana del suministro de energía, y la regionalización, impulsando el uso de energías renovables”, se destaca en el documento.
- Sin embargo, México necesita invertir más en energías renovables para tener una matriz diversificada que además pueda hacer que dependa menos del gas natural, expuso Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Es necesario volver a las subastas de largo plazo, dijo, darle impulso a los certificados de energías limpias. “Y como ahorita no hay temporadas abiertas (subastas) y no se están dando los permisos para poder construir más centrales de generación renovable, sí estamos perdiendo ese potencial porque finalmente el viento corre y el sol ilumina, da calor y nosotros no estamos aprovechando eso para generar electricidad”, explicó.
Lejos del planteamiento hecho por México en Glasgow, Escocia, donde el gobierno mexicano llamó a una “acción climática inclusiva y justa”, aplicando una perspectiva de derechos humanos, igualdad de género e inclusión a los pueblos indígenas, ha emprendido megaproyectos sin permisos ambientales, con afectaciones a los ecosistemas y que han ignorado las protestas de comunidades involucradas.
- Además de reafirmar los mismos compromisos planteados desde 2015, el gobierno de México ha hecho poco por reducir el uso de combustóleo en la generación de electricidad, incluso lo ha fortalecido con la creación de una nueva refinería, el subsidio a los combustibles fósiles y el intento de reformas que benefician este modelo energético.
El gobierno mexicano impulsó cambios a la Ley de la Industria Eléctrica, que dan prioridad a las plantas de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y utilizando solo plantas hidroeléctricas como alternativa de “energía limpia”.
- También construye la refinería en Dos Bocas, una de las megaobras prioritarias del gobierno, bajo el argumento de reforzar la “seguridad energética”, con el objetivo de incrementar la producción de gasolina y diésel y reducir su importación.
- En cuanto a la construcción del Tren Maya, otra de las megaobras prioritarias en el sureste del país, el gobierno entró en una compleja batalla legal con habitantes, académicos y ambientalistas, por el avance de obras sin contar con los permisos ambientales requeridos por la ley.
El gobierno ha señalado que la mayoría de las poblaciones indígenas implicadas en el proyecto está de acuerdo con la obra, sin haber realizado el proceso de consulta indígena con todas las comunidades. Además, se expropió una superficie de 1 millón 093 mil 118 metros cuadrados para la construcción del Tramo 5 del tren.
De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho pública su intención de desaparecer al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), al señalar que sus funciones puede adoptarlas la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y que se trata de un tema donde “hay mucha hipocresía”./Agencias-PUNTOporPUNTO