No fue accidente: hermana del joven muerto en Cervantino

MILENIO

Era la tarde del 19 de octubre cuando tocaron a la puerta de la casa de los Esparza Villegas. Un joven pidió hablar con el hermano de Ricardo y le dio la fatal noticia: el menor de la familia había muerto en Guanajuato, a donde viajó, un día antes, para asistir al Festival Cervantino.

“Nosotros no sabemos quién era, sólo nos comentó que el cuerpo de mi hermano fue hallado a las seis de la mañana en una casa del estado de Guanajuato”, recuerda Eunice, hermana del estudiante del Centro Universitario de Los Lagos (CULagos) de la Universidad de Guadalajara.

“Cuando nos dieron la noticia, lo primero que hicimos fue no creerlo, llamamos al estado de Guanajuato y confirmaron lo que se nos había informado”, dice Eunice en entrevista telefónica.

De inmediato, los padres de Ricardo y dos de los siete hermanos se trasladaron a la ciudad.

Cuando llegaron al Ministerio Público, narra Eunice, les presentaron fotografías del joven de 23 años y la familia lo reconoció.

El estudiante fue encontrado muerto la mañana del 19 de octubre. Amigos de Ricardo que viajaron con él al Cervantino afirmaron que policías lo detuvieron por orinar en la vía pública.

Sin embargo, seis días después, el 24 de octubre, la Procuraduría de Justicia de Guanajuato señaló que la causa de la muerte del joven fue consecuencia de un golpe en la cabeza, que sufrió tras caerse de una barda de tres metros.

En conferencia, el procurador del estado, Carlos Zamarripa, mostró videos en los que se ve a Ricardo caminando solo por calles de Guanajuato, y afirmó que los policías sólo lo interceptaron para llevarlo a pedir disculpas a los dueños de la casa donde orinó, pero no lo detuvieron.

“Es ilógico que en los videos no se vea el momento cuando llevan a mi hermano a pedir disculpas, tampoco se ha presentado a declarar el dueño de la casa donde supuestamente Ricardo orinó”, cuestiona Eunice.

“Ni los policías que detuvieron a Richard han sido presentados por las autoridades. No es posible que no los hayan identificado aún”, recrimina.

La familia Esparza Villegas no cree la versión de las autoridades de Guanajuato y considera que hay inconsistencias en la investigación.

“Mi mamá está devastada, quiere justicia, no quiere apoyo económico, nadie de la familia cree que esto fue un accidente”, dice la hermana mayor de Ricardo.

Alberto Salazar, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Guadalajara, asegura que los dos compañeros que estaban con Ricardo en el momento de su captura ya declararon ante las autoridades, “pero no quieren hacerlo ante los medios de comunicación porque tienen mucho miedo”.

“Era un ser humano increíble”

Ricardo tenía dos años de no vivir con su familia. El estudiante de Mecatrónica se cambió a un pequeño departamento, cuya renta compartía con otro joven, para estar más cerca de la Universidad.

Según cuenta Eunice, su mamá, la señora Rosa María Villegas, depositaba mil 800 pesos semanales al estudiante. “Era para sus gastos de la escuela”.

Por eso, les molestó la versión de que Ricardo había intentado entrar a la casa a robar.

Ricardo era el menor de siete hijos de un matrimonio originario del Distrito Federal, que se mudó a Jalisco por el trabajo del padre de familia.

Eunice recuerda a ‘Richard’ como un joven responsable y cariñoso. “Era un excelente ser humano, muy cariñoso, un ser humano increíble”.

“Mi mamá es una mujer que ama a sus hijos, que trabajó para darle lo que él necesitaba, ya no lo va a tener en su casa, ya no le va a poder decir cuánto lo quería”.

 

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