José Contreras
El gobierno de Francia contempla instalar una base militar en la Isla de Clipperton, ubicada a poco más de mil 200 kilómetros del puerto de Acapulco y que hasta el año de 1931 era parte de México.
El proyecto, que incluye la instalación de una base de monitoreo ambiental, será financiado con los aranceles que el gobierno francés cobrará a los barcos atuneros mexicanos que pesquen en los alrededores de Clipperton a partir de marzo del 2017.
Representantes de los gobiernos de México y de Francia han sostenido pláticas secretas en los últimos meses para hablar del proyecto del gobierno galo, que implica en los hechos una ocupación militar de la isla, la cual pasó a ser de propiedad francesa en 1931, gracias a un laudo emitido por el entonces rey de Italia, Víctor Manuel III, quien fungió como árbitro internacional.
En torno a la Isla de Clipperton hay toda una historia en la que se entremezclan el naufragio, la sobrevivencia, la barbarie, el absurdo y de manera muy especial, el patriotismo y la defensa de nuestra soberanía.
En los últimos diez años se sumó a esta truculenta historia un capítulo de entreguismo, cuando, en el año 2007, el gobierno mexicano –encabezado entonces por el presidente Felipe Calderón– le cedió a Francia los derechos sobre el mar que rodea a Clipperton, cuando no había justificación para ello.
HISTORIA EN BREVE
Al ser una posesión española, la Isla de Clipperton se convirtió automáticamente en territorio mexicano en el momento en que fue proclamada la Independencia.
Sin embargo, varios países, como Inglaterra, Estados Unidos y Francia, acechaban a la isla, entre otras razones porque era rica en guano, que en el Siglo XIX era utilizado como combustible.
En 1906, el presidente Porfirio Díaz envió una guarnición militar, encabezada por el capitán Ramón Arnaud Vignon, a resguardar la Isla de Clipperton, ante el creciente acecho de Francia.
En 1914, en plena guerra civil, se suspendió el envío de víveres y los militares y sus familias quedaron a la deriva en ese pequeño pedazo del territorio mexicano, en el que no hay vegetación ni agua potable.
El capitán Arnaud se negó a ser rescatado por un buque estadunidense, debido a que en abril de ese 1914, Estados Unidos había invadido Veracruz.
Para 1917 el capital Arnau y sus hombres habían muerto y solo quedaban en la isla algunas mujeres y algunos niños, entre ellos Ramón Arnaud Rovira, hijo del capitán Arnaud, y su madre, Alicia Rovira.
Quedaba también un solo hombre, el guardafaros, quien se autonombró “gobernador” de la isla y sometió a las mujeres, de quienes abusaba constantemente.
Cansadas de tanto abuso, las mujeres sobrevivientes se pusieron de acuerdo y mataron al guardafaros, exactamente el mismo día en que fueron rescatadas por una fragata estadunidense que se acercó a la isla.
Desde el momento de la ocupación militar de la isla, los gobiernos de México y de Francia acordaron que la propiedad de Clipperton se definiera mediante un arbitraje internacional. El Vaticano designo como árbitro al rey de Italia, Víctor Manuel III, quien en 1931 decretó que la isla le pertenecía a Francia, sin sustentar su determinación.
Durante muchas décadas, los barcos atuneros mexicanos habían pescado libremente en el mar que rodea a Clipperton, hasta que en el 2007 la Armada francesa se los impidió.
Para “solucionar” el conflicto, el gobierno mexicano –encabezado por Felipe Calderón– cedió sin chistar a la exigencia de Francia: México le reconocería a Francia derechos sobre el mar que rodea a la isla y a cambio Francia otorgaría a los atuneros mexicanos un permiso para pescar, con vigencia de diez años.
Ese permiso vence en marzo del 2017, por lo que a partir de esa fecha, los atuneros mexicanos tendrán que pagar al gobierno de Francia aranceles por seguir pescando en el mar que rodea a la Isla de Clipperton.
Tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país como los empresarios atuneros ya fueron notificados de lo anterior.
DECRETAZO
El 18 de mayo del 2015, el gobierno de Francia publicó un decreto por el cual determina que la anchura del “mar territorial de Francia adyacente a las costas de la Isla Clipperton se definirán por la línea de bajamar situada en los límites exteriores del arrecife”.
El gobierno francés incluyó al ministro de Defensa entre las autoridades responsables de hacer cumplir el decreto.
Y para que no quede duda de la determinación del gobierno de Francia por defender la Isla de Clipperton de cualquier eventual reclamo del gobierno mexicano, instalará, en breve, una base militar ahí.
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