Por décadas la estatal Pemex fue la principal fuente de financiamiento del gobierno federal, pero esos días han terminado y ahora el apoyo incondicional que da la administración al gigante petrolero es una forma no eficiente de gastar el dinero público, dice un estudio del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, en Texas.
- La organización, centrada en el estudio de las políticas energéticas, defiende que el apoyo financiero otorgado a la petrolera –que este año ascenderá a 170,000 millones de pesos– podría tener un mayor efecto en la recuperación económica post Covid si se invirtiera en empresas y personas afectadas por la emergencia sanitaria.
“Poner recursos en Pemex es un uso ineficiente del dinero sin efectos positivos en la economía, ya que no hay un plan para reestructurar (a la empresa) financieramente”, dice el estudio publicado en abril pasado.
- De acuerdo con cálculos del organismo, la administración federal ha destinado el 1.1% del Producto Interno Bruto (PIB) al rescate económico tras la pandemia, mientras que el apoyo financiero que se le dará a la empresa estatal este año podría rebasar el 1.4% del PIB.
El país ha formulado uno de los paquetes económicos más pequeños en Latinoamérica, pero ha sostenido su apoyo financiero de manera incondicional a la petrolera, dice la Universidad de Rice.
- Para este año, el gobierno federal ha anunciado apoyos a Pemex por 170,000 millones de pesos, equivalente a 8,300 millones de dólares, que se dividirán entre capitalizaciones para amortizar su deuda y un beneficio fiscal mediante la reducción de la Tasa de Utilidad Compartida, el impuesto que paga la empresa por cada barril extraído y que representa cerca del 80% de su carga fiscal.
“Estás desperdiciando recursos limitados cuando el gobierno también habla de una austeridad republicana y que de alguna manera esos recursos, que son pocos, no están siendo utilizados para otras cuestiones como es salud, educación o seguridad”, dice José Iván Rodríguez-Sánchez, investigador del Baker Institute y autor del estudio, en una videollamada.
- El investigador cuenta que el primer objetivo de la realización del estudio era describir los cuatro pilares que han ayudado a la economía mexicana durante la pandemia: las remesas, el turismo, la manufactura y las exportaciones petroleras. Pero en el proceso él y Tony Payan, el otro autor del documento, descubrieron que la carga financiera de la petrolera estatal era mayor que los beneficios.
En su estudio el think thank ha definido a la petrolera como un “lastre” para la economía nacional, sobre todo en la coyuntura actual rumbo a una recuperación tras los estragos de la pandemia.
La fuerte relación de la economía con la estatal se agrava, afirman en el estudio, al tomar en cuenta que los fuertes apoyos económicos se han dado sin un plan de inversión, desarrollo y de innovación tecnológica encaminado a evitar mayores pérdidas o refinanciar a la compañía.
“Básicamente lo que estás haciendo es tirar el dinero (…). El lastre es que esta empresa te está quitando todos esos recursos y en lugar de ayudarte a crecer está, de alguna manera, paralizando la economía”, dice el investigador.
Visto con optimismo, dice el Instituto Baker, Pemex podría ayudar a la recuperación económica tras la pandemia, si los precios del petróleo suben de manera drástica, aunque eso depende totalmente de factores externos, y no será sostenible en el largo plazo.
Deuda, régimen fiscal y calificaciones crediticias, factores de riesgo para Pemex
Entre los factores de riesgo que Petróleos Mexicanos (Pemex) presenta a los inversionistas y autoridades bursátiles nacionales y extranjeros están su abultado monto de deuda, el pesado régimen fiscal, la baja en las calificaciones crediticias, así como la interrupción, modificación o remplazo de la Libor (tasa de oferta interbancaria de Londres) u otras que podría afectar el negocio de la petrolera.
- En su informe financiero al primer trimestre del año, advierte que el nivel de endeudamiento de Pemex podría incrementarse en el corto o mediano plazos, por nuevas actividades de financiamiento o la depreciación del peso en comparación con el dólar.
- Los datos financieros revelan que 31.6 por ciento de la deuda vigente de Pemex por 114 mil millones de dólares, es decir, 36 mil millones, tiene vencimientos en los siguientes tres años, incluyendo 19 mil 600 millones de dólares con término en 2021.
Adicionalmente, para cumplir con las obligaciones de pago de su deuda y obtener recursos para sus inversiones, Pemex podría seguir recurriendo a una combinación de flujos de efectivo provenientes de sus operaciones, disposiciones de líneas de crédito o endeudamiento adicional, incluyendo refinanciamiento de la deuda.
“Pemex tiene una deuda considerable, contraída principalmente para financiera los gastos de inversión necesarios para llevar a cabo sus proyectos.”
Sin embargo, “debido a su fuerte carga fiscal, el flujo de efectivo derivado de las operaciones de Pemex en años recientes no ha sido suficiente para fondear sus gastos de inversión, por lo que su endeudamiento se ha incrementado significativamente y su capital de trabajo ha disminuido”.
- Pemex tenía al cierre del primer trimestre del año un capital de trabajo negativo, entendido como los recursos que requiere para operar de forma normal y continua, de 22 mil 600 millones de dólares.
- En lo que resta de la actual administración Pemex deberá erogar para el pago de deuda alrededor de 40 mil millones de dólares de una deuda total de la petrolera de 114 mil millones.
Por otro lado, el informe señala que las bajas calificaciones crediticias podrían afectar negativamente a los mercados financieros y el costo de la captación de recursos.
Afirma que cualquier baja adicional en la calificación crediticia podría afectar negativamente los precios de los títulos de deuda de Pemex y reducir el grupo potencial de inversionistas y fuentes de financiamiento, entre otras consecuencias.
Otro factor de riesgo identificado por Pemex es la interrupción, modificación o remplazo de la tasa de interés interbancaria Libor u otras de interés de referencia.
- Al 31 de marzo de 2021, Pemex tenía aproximadamente 8 mil millones de dólares de deuda a tasa variable ligado a la tasa Libor u otras de referencia. En julio de 2017 la autoridad que regula la Libor anunció su intención de eliminar gradualmente su uso a fines de 2021, por lo que estos acontecimientos pueden aumentar el costo del endeudamiento en tasa variable y pueden afectar los resultados operativos y financieros de la petrolera.
Pemex ostenta 36% de la deuda de más alto riesgo en AL: Moody’s
De entre 87 compañías de América Latina, que emiten deuda y que pagan altas tasas de interés a los inversionistas, Petróleos Mexicanos (Pemex) concentra el 36% de las obligaciones, de acuerdo con la calificadora de riesgo crediticio Moody’s.
Al primer trimestre del presente año, de un total de 162,000 millones de dólares de la deuda en circulación de Latinoamérica y que es llamada de alto rendimiento, por los elevados premios que pagan, el 36%, esto es, 58,000 millones de dólares corresponden a la petrolera mexicana.
- De la deuda total, más de una tercera parte corresponde a México (Pemex), el resto se reparte 16% en Brasil, 11% en América Central y el Caribe, 6% en Argentina y 6% en Colombia, entre otros.
- Para lo que resta del presente año, vencen 3,900 millones de dólares de deuda riesgosa de la cual 3,200 millones de dólares corresponden a Pemex, que tiene una calificación de Ba2 con perspectiva negativa.
La calificación Ba2, en la escala de Moody’s, significa bono basura o que la calidad del crédito es cuestionable.
Los bonos de alto rendimiento, conocidos como high yield debt, son instrumentos de deuda corporativa que dan un rendimiento alto, pero que tienen una baja calificación, ya sea menor o igual a BBB, dirigidos a los operadores con alta tolerancia al riesgo.
- En el Plan Anual de Financiamiento 2021 de Pemex, la empresa productiva del Estado, presentado al Congreso de la Unión, se determinó buscar una estrategia de eficacia financiera, por lo que la empresa se comprometió a trabajar bajo una política de responsabilidad en el uso de las fuentes de financiamiento.
- De acuerdo con Moody’s, la deuda de Pemex es más cara que la de la empresa Petrobras, de Brasil, ya que la brasileña tiene una perspectiva estable, contraria la perspectiva negativa de la mexicana.
En el reporte al cuarto trimestre del 2020, Pemex registró un total de 100,100 millones de dólares en deuda, con vencimientos repartidos de 2021 hasta 2036. Los plazos por vencerse más próximos son 6,500 millones de dólares para este 2021, más de 5,900 millones para 2020 y 6,600 millones en 2023.
La deuda extranjera (escala internacional) de Petróleos Mexicanos está calificada en Ba2- con la agencia Moody’s. Fitch Ratings, que fue despedido por Pemex recientemente, lo tenía con una nota de BB-, grado especulativo. Mientras que Standard & Poor’s, lo tiene con grado BBB, que es grado de inversión.
De acuerdo con el reporte de Moody’s, el segmento de petróleo y gas representan 90% de los 5,700 millones de dólares del total de deuda de alto rendimiento que tiene vencimiento en los próximos 12 meses, de los cuales el 87% es de Pemex y sólo 3% de la firma Argentina Pan American Energy con 167 millones de dólares.
Emisiones al primer trimestre
El informe de Moody’s precisa que las emisiones de alto rendimiento en América Latina registraron un total de 7,800 millones de dólares al primer trimestre del 2021, con un total de ocho colocaciones realizadas, el mejor nivel de un primer trimestre en 10 años.
- Aunque fue un mejor primer trimestre, la emisión sigue por debajo de los 8,900 millones de dólares del segundo trimestre del 2020, y caera sólo 4,400 millones de dólares en el tercer trimestre, pasó a 5,500 millones el cierre del año y ahora con 7,800 millones de dólares a marzo del 2021.
Las emisiones incluyeron dos transacciones nuevas de bonos ligados a sustentabilidad.
La deuda nueva continúa liderada por la categoría Ba que representa el 42% de la emisión del trimestre, aunque también hubo un incremento en las emisiones de categoría B, un 31% del total, con deuda emitida por 2,400 millones de dólares, monto superior al promedio trimestral de 1,200 millones en 2020.
- La firma comentó que las necesidades de refinanciamiento son bajas por el resto de 2021 y la calidad crediticia de los vencimientos de deuda en 2021 y 2022 se mantiene fuerte con una alta concentración dentro de la categoría Ba.
- Detalló que “un total de 3,900 millones de dólares de deuda calificada está programada para vencer en los últimos tres trimestres de 2021, de los cuales 3,200 millones corresponde a Pemex, con nota Ba2 negativa. Los vencimientos de 2022 incrementarán a 8,000 millones de dólares, pero 67% corresponde a emisores dentro de la categoría Ba, incluyendo 4,000 millones de Pemex”.
Además, la calificadora estadounidene de riesgo crediticio indicó que subieron tres calificaciones en el primer trimestre. “Las notas que subieron son las de InRetail Pharma y de Suzano y Gerdau, con lo cual salen del universo de alto rendimiento”./Agencias-PUNTOPORPUNTO