En los casi tres años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la captura de capos del narcotráfico se ha limitado a un puñado de personas, cuando en sexenios pasados la detención de los criminales era todo un espectáculo mediático.
- En las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se exhibían las detenciones a través de conferencias de prensa, en las que se mostraban a los medios de comunicación con el armamento o los objetos asegurados.
- En este sexenio, la estrategia del gobierno federal para supuestamente demostrar que «nadie escapa de la justicia», se ha centrado en la filtración de expedientes, órdenes de captura y mandamientos judiciales, en los que se exhiben supuestos delitos cometidos por políticos de sexenios anteriores.
La nueva línea de la federación incluye dar a conocer, casi al momento del hecho, el nombre e imágenes de exfuncionarios capturados, entre ellos Emilio Ricardo Lozoya Austin o el empresario Alonso Ancira Elizondo. El más reciente, Luis Cárdenas Palomino.
La opacidad del gobierno federal para detener a los líderes del narco se vio reflejada en la afrenta que llevó a la libertad de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, el 17 de octubre de 2019, en Culiacán, Sinaloa.
- Ese enfrentamiento del crimen organizado fue semejante a lo que se vivió en Apatzingán, Michoacán, cuando La Familia evitó la detención de Nazario Moreno, «El Chayo», el 10 de diciembre de 2010. Horas más tarde, el entonces secretario de Gobernación, Alejandro Pire, mintió al decir que lo habían abatido.
Incluso, las pocas detenciones de líderes de cárteles en el país se vieron manchadas por la falta de evidencias que llevaron a que José Alfredo Cárdenas Martínez, «El Contador», sobrino de Osiel Cárdenas Guillen, exlíder del cártel del Golfo, a ser liberado el 29 de octubre de 2020. «El Contador», es considerado uno de los principales generadores de violencia en Tamaulipas y Nuevo León.
CAPTURA DE «EL MARRO»
Una de las más sobresalientes es la de José Antonio Yépez, «El Marro», considerado como líder del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), detenido el 2 de agosto de en la comunidad de Franco Tavera, en el municipio de Juventino Rosas, Guanajuato.
Otra de ellas, es la de Ángel Casarrubias Salgado, «El Mocho», líder de Guerreros Unidos, investigado por el caso Ayotzinapa, Según el gobierno federal, «El Mochomo», era uno de
los líderes de ese grupo criminal cuando desaparecieron los alumnos de la normal Isidro Burgos.
- En la lista también se encuentra Santiago Mazari, El Carrete, líder Los Rojos; uno de los
principales generadores de violencia en Morelos y Guerrero. La lista de grandes narcotraficantes detenidos durante este sexenio termina con Rubén Velázquez Aceves, «El Inge» o «El Ingeniero», operador del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y buscado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés)
Hay más detenciones, pero sólo de criminales estatales o de líderes de células delictivas, lo que no ha llevado a una disminución de la violencia, ya que, tras su captura, fueron sustituidos por otros narcotraficantes o integrantes de las mismas agrupaciones.
UNA ESTRATEGIA INDEFINIDA
«Nos queda claro que la estrategia de este gobierno es la de no detener a los líderes del crimen organizado, pero no tenemos claro cuál es la estrategia y que avances ha tenido, porque la incidencia delictiva sigue en incremento».
«Creo que, al iniciar el sexenio trataron de disminuir la incidencia al evitar confrontaciones, pero es claro que no ha dado resultados. Este gobierno, lo único que ha dejado claro, es que la estrategia de seguridad se ha basado en la captura de políticos del viejo régimen por supuestos actos de corrupción», detalló José Antonio Newman, especialista en seguridad nacional.
- Newman mencionó que uno de los argumentos que ha dado el gobierno es que se busca atacar las operaciones financieras de los cárteles, pero, a casi tres años del inicio del sexenio, se desconoce el impacto de esa forma de combatir al crimen.
- «No sabemos, con certeza, las acciones de la Unidad de Inteligencia Financiera y mucho menos hemos visto que el decomiso de dinero haya disminuido la capacidad operativa de los cárteles, por el contrario, los grupos criminales han dado muestra de están adquiriendo armamento de alto costo», refirió el especialista.
Uno de los riesgos latentes de la estrategia de esta administración, dijo, es que, en el corto plazo, será difícil para el Estado poder combatirlos, y que el descontento de la población va en aumento ante la constante comisión de delitos en contra de los habitantes.
- «El riesgo está presente. Estas organizaciones van a seguir creciendo sino se hace nada. Eso va a dificultar en el corto plazo el poder combatirlos por las autoridades. Otro de los problemas o riesgos es la impunidad, y la percepción de los habitantes, porque a la población no le importa si detienen a un gran capo, a la gente le importa que no
se cometan delitos en su contra» - Durante este sexenio, líderes de organizaciones criminales Sinaloa, Tamaulipas o Jalisco han gozado de la impunidad del gobierno federal, quien ha asegurado, que la detención de los líderes criminales no es la forma adecuada para debilitarlos
Entre los líderes del narco que se han beneficiado de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de «abrazos, no balazos» o de «fuchi, guácala» se encuentran Ismael Zambada García, «El Mayo Zambada»; Juan José Esparragoza Moreno, «El Azul», así como Rafael Caro Quintero, todos pertenecientes al cártel de Sinaloa.
- Otros capos beneficiados de esa misma agrupación son: Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, ambos hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán. En el Cártel Jalisco Nueva Generación se encuentran Nemesio Oseguera Cervantes, «El Mencho»; Audias Flores Silva, ´El Jardinero»; Gonzalo Mendoza Gaytán, «El Sapo»; Carlos Andrés Rivera Varela, «La Firma»; así como Francisco Javier Gudiño Haro, «La Gallina».
Juan Gerardo Treviño Morales, «El Huevo», del Cártel del Noreste; Juan Pablo Ledezma
Rodríguez; líder de La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez; así como Johnny Hurtado Olascoaga «El Pez», líder de La Familia Michoacana, entre otros.
RESULTADOS PROBRES EN SEGURIDAD
Expertos aseguraron que los programas sociales del Gobierno federal son necesarios para beneficiar a la ciudadanía más necesitada del país, aunque señalaron que el reto es en materia de seguridad por el aumento de delitos a nivel nacional.
- El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Francisco Javier Jiménez, aseguró que los programas sociales del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inciden directamente en el bienestar de las personas, por lo que es importante que se aseguren para el siguiente año, tras la presentación del informe del “Tercer Año del Triunfo Histórico Democrático del Pueblo de México” del mandatario federal.
“Los programas sociales sí inciden de manera directa en asegurar condiciones económicas mínimas para atender las necesidades básicas de la gente en temas como alimentación, que es uno de los principales retos”, destacó a La Razón.
- El experto explicó que si las personas no tuvieran los apoyos, no podrían contar con recursos ni para alimentarse, dadas las condiciones de pobreza que existen en el país. “Los programas de abatimiento de la pobreza son sumamente importantes en un país con mucha pobreza; sin embargo, es necesario señalar que resuelven un problema de corto plazo, pero no resuelve un problema de largo plazo que viene arrastrando México desde hace años”, refirió.
Mientras que Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) comentó que la nula creación de cuárteles en la actual administración, es aún un resultado “muy pobre” en el combate a la inseguridad.
“Si así lo ve el Presidente, el resultado es muy pobre. Llama la atención que el mandatario le destine tan poco tiempo al tema de seguridad. Los delitos que siguen en aumento son los relacionado a lesiones, extorsión, robo a negocio, feminicidios, narcomenudeo y trata de personas, así como todos los delitos de género”, refirió.
Por separado, la presidenta de Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, aseguró que en materia de seguridad los resultados deben mejorar, ya que en los últimos meses el crimen organizado “dejó ver el poder que tiene en el país”, situación que se tradujo en la violencia durante el proceso electoral. “Estamos muy lejos en materia de seguridad. En las elecciones pasadas vimos el poder que tienen los cárteles para poner y quitar candidatos”, explicó.
«LA ESTRATEGIA MÁS SANGRIENTA DE LA HISTORIA»
El Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) criticó la estrategia de seguridad del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como el trabajo que ha realizado la Guardia Nacional en el país, pues señaló, el actual sexenio se convirtió en el “más sangriento de la historia”.
- A través de su cuenta de Twitter, el grupo parlamentario del PAN indicó que votó a favor de la Guardia Nacional para que se combatiera a los grupos criminales y proteger a los mexicanos. Sin embargo, señaló que la estrategia que utiliza el mandatario federal, “abrazos y no balazos”, ha provocado que su administración se convierta en “la más sangrienta de la historia”.
“Presidente @lopezobrador_: Los senadores del PAN votamos a favor de la Guardia Nacional para combatir a los criminales y proteger a los mexicanos. Su estrategia de “abrazos y no balazos” es la más sangrienta de la historia. Salga ya de la burbuja de Palacio Nacional”, escribió el partido en su red social.
Junto a la publicación, el PAN compartió una gráfica con datos sobre los homicidios en cada sexenio.
- De acuerdo con la información, durante el sexenio de Vicente Fox en 2006 se registró un total de 33,635 homicidios; en la administración de Felipe Calderón Hinojosa se registraron 45,336 casos.
- Por su parte, en el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, se contabilizaron un total de 63,748 homicidios; finalmente, durante la actual administración se han registrado 87,271 víctimas.
Su crítica se da un día después del enfrentamiento entre el periodista Jorge Ramos y AMLO por datos en materia de seguridad en Palacio Nacional.
Durante su conferencia matutina del pasado 5 de julio, Ramos declaró que la actual administración se convertirá en el sexenio con más homicidios en la historia moderna de México.
“Si sigue así va haber más muertos que con Peña Nieto y que con Calderón”, dijo el periodista, y añadió que “fuera de la burbuja de Palacio Nacional” están matando a casi 100 mexicanos al día.
- Por su parte, el mandatario federal reconoció que “no ha sido fácil” enfrentar los homicidios dolosos en el país porque “fue un fruto podrido” que heredó de los anteriores sexenios, sin embargo, ha funcionado su política de “abrazos y no balazos” para combatir el crimen.
- El periodista recordó las cifras de violencia que tiene el país; explicó que en diciembre del 2018, su primer mes como presidente, tuvo 2,892 homicidios dolosos, el primer mes; y en mayo del 2021, se registraron 2,963. “No hay cambio”, le insistió.
Ante esto, López Obrador defendió la estrategia que su Gobierno implementó en la pandemia contra Covid-19 y aseguró que a diferencia de otros países, en México hay menos personas fallecidas.
“Yo lamento mucho que un periodista como tú esté desinformado”, manifestó el presidente López Obrador.
Y agregó el presidente: “Yo no coincido contigo, fíjate que eso es lo bueno de la democracia, el que podamos discrepar con respeto y con diálogo. Mira, hemos avanzado, ahora sí que yo tengo otros datos. Y no es una burbuja, porque no me gusta el autoengaño, eso corresponde a los demagogos y a los hipócritas. Nosotros tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de homicidio, pero, que esto es importante, hemos logrado contener el crecimiento que se traía en homicidios, incluso hay una disminución desde que llegamos, si quieres marginal, del tres por ciento”.
AMLO HACE AGUA CON CIFRAS DE SEGURIDAD
Como si se tratara de un país diferente, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que con el arranque de su gobierno diversos delitos de alto impacto, particularmente el índice de homicidios y feminicidios, hayan aumentado drásticamente.
- Lo cierto es que en el encendido debate que esta mañana sostuvo con el periodista Jorge Ramos, quien cuestionó la falta de resultados de la estrategia de seguridad, el mandatario cometió diversos desaciertos e incluso dio información falsa o errónea para sustentar sus argumentos.
- Tenemos dificultad para reducir como quisiéramos el delito de homicidio, pero hemos logrado contener el crecimiento que se traía, incluso hay una disminución desde que llegamos, si quieres marginal, del tres por ciento”, sostuvo el mandatario.
- Pero, los datos que mensualmente actualiza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), y que el propio mandatario presenta en sus mañaneras, advierten que la curva ascendente con la que el gobierno de Enrique Peña Nieto cerró el 2018 en cuanto a la cantidad de homicidios y feminicidios se acentuó e incrementó aún más con la llegada de la llamada Cuarta Transformación, y con 34 mil 681 víctimas de homicidio el 2019 cerró como el año más violento de la historia reciente; mientras que los feminicidios batieron récord en 2020 cuando alcanzaron un total de 977 víctimas.
Al hacer la comparativa de las estadísticas del último año de Peña Nieto (2018) contra el primer año de López Obrador (2019) la incidencia de víctimas de homicidio doloso, feminicidio, secuestro y extorsión alcanzó incrementos del 2.78, 6.23, 4.48 y 30.57 por ciento respectivamente.
Con esa misma tendencia, los incrementos más drásticos son medibles con los datos del último lustro, pues en el caso de los asesinatos y feminicidios entre 2015-2019 se dispararon en un alza del 93.9 y del 127.9 en cada uno.
- Con una evidente molestia y en su afán por contradecir los señalamientos del periodista, el presidente pidió que se mostraran los datos del Inegi; sin embargo, se trata de dos mediciones distintas, ya que el SESNSP recopila de manera mensual la información de carpetas de investigación por cada delito, mientras que el Inegi se basa en actas de defunción en una medición que realiza de forma anual.
Me dices ‘feminicidio’. ¿Sabes cuándo empezó a tipificarse como feminicidio los homicidios de mujeres? (…) Ahora hay más denuncia y además estamos reconociendo de que ha habido incremento, pero debe de tomarse en cuenta de que no se consideraban feminicidios los asesinatos de mujeres en los gobiernos anteriores”, aseveró el Presidente.
No obstante, en el registro oficial del Sistema Nacional de Seguridad Pública los lineamientos para el registro y clasificación de los feminicidios contiene información desde el año 2015.
PRESIDENTE NO CONFRONTARÁ A CRIMINALES
Ante el alarde con el que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) presumió su presencia en Michoacán, particularmente en Aguililla, luego de integrantes de la organización se dejaron fotografiar con armamento de grueso calibre, equipo táctico, vehículos blindados e incluso drones, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió practicar “el principio del amor al prójimo” al refrendar su postura de “abrazos no balazos”.
Pese al clamor por mejores condiciones de seguridad y la presencia de fuerzas de seguridad que en los últimos días han intensificado los pobladores de Aguililla, ante la violenta confrontación que mantienen los grupos delincuenciales, el mandatario aseguró que en la localidad se instaló una mesa de diálogo, y permanece la presencia del Ejército y la Guardia Nacional.
- Los grupos criminales “quieren apoderarse de territorios y provocar confrontación y pérdidas de vidas humanas, y nosotros no queremos eso, no queremos que nadie pierda la vida, y aquí incluyo a todos, no quiero que pierdan la vida quienes están en las bandas delictivas, no quiero que pierda la vida nadie”, señaló el Presidente al reconocer al menos de forma tácita que la encomienda que ha dado a las fuerzas de seguridad ha sido pasiva para evitar confrontarse con los grupos delincuenciales.
En contradicción con lo que dijo ayer lunes, luego de que fue increpado por el alto índice de asesinatos que han dejado masacres en Aguililla, Zacatecas o Reynosa, ante lo cual el presidente señaló que, “esos son enfrentamientos entre bandas, pero no es el Estado, que antes era el principal violador de los derechos humanos”; este martes refirió que anteriormente a su gobierno se culpabilizaba al confrontamiento entre los grupos criminales por el alza en homicidios, ante lo cual su gobierno mantenía una estrategia por buscar “un acuerdo y se evite la violencia, la confrontación”.
- En ese sentido refirió: “Antes así se decía, como si no fuesen seres humanos. ‘Sí, hay muchos homicidios, pero es entre ellos, es enfrentamiento entre ellos’. Sí, puede ser enfrentamiento entre ellos, pero nosotros tenemos la obligación como Estado de proteger la vida de todos”.
- Ante los resultados que ha dejado la estrategia de seguridad del actual gobierno, con una tendencia histórica al alza en la incidencia delictiva, el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) realizó un análisis sobre cómo es que las intenciones por mejorar la seguridad y pacificar al país de la actual administración federal han caído en incongruencias entre lo dicho con lo que realmente se aplica en la práctica.
“Bajo la consigna de “abrazos, no balazos” se anunciaron diversos programas de apoyo social con el objetivo de alejar a los jóvenes de la delincuencia, “becarios sí, sicarios no” en palabras del propio presidente de la República. El éxito de ese discurso político y pacifista se ha tornado la principal medida de su fracaso en el diseño e implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad (2018-2024)”, sostiene el ONC en su análisis desde la perspectiva de coherencia de políticas públicas, en el que señala que “ya no hay manera de que la retórica oficial se imponga a la realidad de violencia y criminalidad que cotidianamente aqueja a una amplia mayoría de ciudadanas y ciudadanos”.
CJNG, LA VIOLENTA CARA DE UNA ESTRATEGIA FALLIDA
México tiene una larga historia con los cárteles de la droga. Uno de los capítulos más recientes lo protagoniza el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la violenta cara de una estrategia de seguridad fallida.
- Si antes los grandes capos del crimen organizado y sus organizaciones trataban de mantenerse en la medida de lo posible fuera del foco, a la organización criminal fundada por Nemesio Oseguera Cervantes «El Mencho» no le molesta exhibir el camino de muerte que le abre paso a nuevos territorios ni el poderoso armamento del que se vale.
- Lo anterior queda patente en el fotoreportaje publicado por la agencia Cuartoscuro sobre la presencia del Cártel Jalisco en el municipio de Aguililla, Michoacán.
Desde hace algún tiempo este municipio trascendió a nivel nacional por estar sumido prácticamente en un estado de sitio impuesto por las fuerzas de «El Mencho», que nació en esa demarcación michoacana.
Según datos de corporaciones de seguridad, nacionales e internacionales, el Cártel Jalisco Nueva Generación desplazó a las organizaciones criminales más establecidas en México –el cártel de Sinaloa o el de los Beltrán Leiva– y se posicionó como el principal grupo delictivo en el país.
En el mismo sentido, la Agencia Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos asegura que el CJNG ha llevado sus operaciones hasta el continente asiático, mientras en América extiende sus operaciones de tráfico desde cono sur del continente hasta las fronteras de Estados Unidos y Canadá.
- Los estallidos de violencia más recientes en México están ligados de alguna manera a la presencia de este grupo. Los caminos en Aguililla son constantemente cerrados por sujetos fuertemente armados y la fuerzas del Estado se ven rebasadas una y otra vez, lo que deja en total indefensión a las comunidades de la zona.
Recientemente una parroquia del municipio denunció que diario proporcionaban cartas a los pobladores que huyen de la zona en busca de refugio en Estados Unidos debido a la violencia en la que está sumido el estado.
Por otro lado, en el norte del país la dureza con la que el cártel se abre paso no es menor. Según información de las autoridades, la reciente ola de violencia que vive el estado fronterizo de Tamaulipas, particularmente la ciudad de Reynosa, tiene que ver con la disputa de territorio entre grupos criminales, y el Jalisco Nueva Generación es uno de los señalados como responsable./Agencias-PUNTOporPUNTO