El gobierno de la República defiende con entrega y pasión la reforma energética. Desaparecerla representaría regresar a un modelo caduco, obsoleto y que ya no funciona en ninguna parte del mundo, indicó el presidente Enrique Peña Nieto.
- Implicaría “condenar a la desaparición’’ 200 mil millones de dólares en inversiones “que hoy demandan certeza’’ y dejar sin crear 800 mil empleos previstos con la puesta en operación de los cambios en el sector de energía.
Unos días después del aniversario de la expropiación petrolera y donde había alertado que el primero de julio además de elegir nuevo presidente del país, también estará en juego el futuro de la reforma energética, Peña Nieto hizo desde aquí una nueva y vehemente defensa del cambio de régimen en la industria.
- “Quienes supongan que extraer petróleo es solamente hacer un pozo, como extraer agua, está mintiendo. Y es falso, saben muy bien que no es así…’’, planteó al inaugurar aquí el Centro de Tecnologías para Aguas Profundas y en cuya edificación se invirtieron más de 2 mil 100 millones de pesos.
- Cancelar esa reforma, añadió @EPN, obligaría a los mexicanos a pagar los préstamos públicos que se adquirieran, eventualmente con éxito o no, para realizar la exploración y explotación de los hidrocarburos.
- Condenaría a la desaparición de las inversiones por 200 mil millones de dólares, que no se hubiesen pactado sin el cambio de régimen para abrir el sector al capital privado.
Cuando en el anterior modelo el gobierno, como único responsable de explotar y explorar el petróleo, se endeudó frente a la perspectiva de mantener elevados precios del crudo, esa fue una apuesta que en el contexto y en el tiempo parecía acertada.
Pero, continuó, cuando aquéllos cayeron drásticamente, esos empréstitos los pagaron los mexicanos y llevaron a una crisis económica en los años 80, con enormes devaluaciones y un retraso de la sociedad mexicana.
Por su parte, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que en materia energética, “las disyuntivas para el país son muy claras y la realidad nos impone la obligación de asumir decisiones responsables y sensatas’’.
Y fue más directo en su mensaje a los inversionistas: las licitaciones petroleras anunciadas para este año deben llegar a buen término, “y tengan la seguridad de que las llevaremos a cabo hasta concluirlas, al margen de consideraciones político-electorales’’. /PRESIDENCIA – REDACCIÓN