Enfrentamientos en el Congreso de Guerrero para exigir aparición de normalistas

AGENCIAS

Un grupo de profesores, estudiantes y familiares de los 43 jóvenes que desaparecieron hace 17 días rodearon y bloquearon hoy el acceso a la sede del Gobierno y del Congreso de Guerrero para protestar por la lentitud de las investigaciones y exigir que aparezcan con vida.

En torno a las 11.00 hora local (16.00 GMT) unos 600 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, acompañados de varios familiares, rodearon el Palacio de Gobierno situado en Chilpancingo, capital de Guerrero.

Tienen rodeado el edificio con cadenas para exigir ser recibidos por el gobernador, Ángel Aguirre, quien al parecer no se encuentra en el inmueble, y aseguran que no van a marcharse hasta que sus compañeros aparezcan con vida.

Del edificio, en el que se encuentran funcionarios del Gobierno, no dejan entrar ni salir a nadie y para intensificar su protesta están lanzando hacia adentro algunos cohetes.

Horas después de tomarlo, dejaron salir del mismo a las mujeres, personas de la tercera edad y discapacitados que se encontraban en el interior.

Por otro lado, aproximadamente un centenar de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) tomaron también esta mañana el edificio del Congreso estatal para pedir hablar con los diputados sobre las desapariciones.

Tras intentar entrar violentamente tuvieron enfrentamientos con la policía, quemaron una nave industrial del Congreso y acabaron siendo desalojados.

En tanto, alumnos de las escuelas normales del estado de Michoacán (dedicadas a la formación de maestros) se apoderaron de 23 autobuses privados desde el jueves pasado para viajar a Guerrero y apoyar las protestas de sus compañeros, confirmaron a Efe fuentes de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo.

Los manifestantes quieren de regreso a los 43 estudiantes que desaparecieron el pasado 26 de septiembre en la localidad de Iguala, tras una noche de violencia en la que murieron seis personas a manos de policías locales que presuntamente estaban al servicio del cártel de los Guerreros Unidos.

Por este caso que tiene en vilo a la sociedad mexicana hay casi cuarenta detenidos, la mayoría policías, y están siendo analizados los restos encontrados en varias fosas clandestinas para determinar si corresponden a los estudiantes desaparecidos.

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