ENCUESTA: CRISIS SANITARIA destruye avances en combate a la POBREZA y HAMBRE en MÉXICO

Al mes de mayo, el 65% de los hogares percibió menores ingresos como efecto de la crisis económica que está generando la pandemia del Covid-19

La crisis por Covid-19 amenaza con diluir en meses los avances de 20 años en combate a la pobreza extrema y el hambre en Latinoamérica, advirtieron ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

  • En México, se proyecta que al cierre del año entre 14.9 y 21.7 millones de personas no tendrán ingresos suficientes para adquirir una canasta básica. En América Latina la estimación alcanza a 83.4 millones.
  • Por lo pronto, 10 millones de niños en la región han dejado de percibir su principal fuente de alimentos, al no tener acceso a las comidas que se distribuían en las escuelas, aseguró Julio Berdegué, representante de la FAO para América Latina y el Caribe.

En un marco general, la situación se agrava en las zonas rurales –mayormente con población indígena–, donde hasta 25 por ciento de personas, es decir, una de cada cuatro, estará en situación de pobreza extrema al cierre de este año, agregó.

Tenemos que hacer esfuerzos muy profundos para evitar que esta crisis sanitaria se convierta en alimentaria, resumió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

Además del ingreso básico universal de emergencia ya propuesto, recomendó un bono de alimentos. Detalló que en toda la región costaría 0.06 por ciento del producto interno bruto (PIB) garantizar comida a adultos mayores y 0.45 por ciento cubrir a toda la población en pobreza extrema.

En el caso de México, Berdegué subrayó que los programas de apoyo a campesinos que ha implementado el gobierno federal, incluso antes de la pandemia, están bien enfocados. Sin embargo, apuntó, si no hay, al igual que en los otros países, un paquete integral, rotundo, que permita contener esto, aumentarán los niveles de hambre e inseguridad alimentarias.

  • El mayor peligro, pero no el único, está en la zona sur y sureste. En el medio rural indígena y en aquellas localidades, no sólo de México, sino todo Mesoamérica, donde las remesas son una fuente nodal de ingresos para las comunidades agrícolas, recalcó.
  • Hasta el cierre de 2019, se estima que el número de mexicanos en pobreza extrema –sin condiciones para garantizar acceso a la canasta básica– era de 14.1 millones.
  • Es muy urgente adoptar medidas de estímulo. Definitivamente, acciones llamadas contracíclicas, de estímulo fiscal, pueden ayudar a potenciar el ingreso del ciudadano, además de un bono contra el hambre, apuntó Bárcena.

Si bien la política del gobierno actual consiste en impedir que se socialicen las pérdidas y se privaticen las ganancias, se puede contener el incremento de los niveles de pobreza y pobreza extrema con créditos del Banco Mundial o del Banco Interamericano de Desarrollo, aseveró.

De acuerdo con las proyecciones de la Cepal, en 2020 América Latina tendrá a 13.5 por ciento de su población en pobreza extrema, por arriba del 12.2 de 2001.

  • De los 83.4 millones que se espera estarán en esa condición, 30 millones serían de comunidades rurales. El resto, en zonas urbanas.
  • En México, 47.8 por ciento de habitantes serán pobres y 15.9 por ciento se encontrarán en pobreza extrema, según los estimados.

Uno de cada 3 hogares redujó 50% sus ingresos

Al mes de mayo, el 65% de los hogares percibió menores ingresos como efecto de la crisis económica que está generando la pandemia del Covid-19, reveló la segunda Encuesta de Seguimiento de los Efectos del Covid-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE).

  • “Uno de cada 3 hogares reportó una reducción de 50% o más de sus ingresos, muy similar a lo que se observó en abril, en la primera encuesta. Entre los hogares que reportan tener un menor ingreso, la caída del ingreso fue en promedio de 52.1%”, expuso Graciela Teruel, directora de Equide, durante la presentación de la encuesta.

Para controlar la pandemia en el país, el gobierno federal implementó el distanciamiento social como medida primordial. Entre el 17 de marzo y el 31 de mayo de 2020 se cerraron las escuelas de todos los niveles educativos, se cancelaron los eventos públicos, y se suspendieron las actividades económicas no esenciales.

Con dicho panorama, la encuesta se levantó vía telefónica entre el 6 al 11 y del 20 al 25 de mayo a 1,600 personas de 18 años o más.

Entre los resultados se obtuvo que, el ingreso promedio mensual de las personas que perdieron su empleo (3,243 pesos) era menos del 50% del ingreso de quienes mantuvieron su empleo (7,205 pesos).

  • La encuesta revela que, el 47.7% de los hogares que no tenían recursos para sobrellevar la cuarentena reportaron requerir 5,000 pesos o menos para quedarse en su domicilio.
  • Si bien 81.1% de la población está cumpliendo con las medidas de distanciamiento social y resguardase en su domicilio, sólo 65.5% tiene los recursos para cumplir.

Mujeres, las que más perdieron

De acuerdo con la encuesta, en mayo se registraron 8.4 millones de personas sin empleo, 6.5 millones más de lo que se reportó a finales del 2019. “Estas personas fueron “descansadas” o no podían salir a buscar trabajo por el riesgo de contagiarse de coronavirus”.

Es decir, dos de cada tres de los empleos que se perdieron correspondían al sector informal, afectando principalmente a mujeres”, enfatizó la experta.

La especialista detalló que, la tasa de desocupación total del país fue de 16.6% y dentro de éste, el sector formal registró una tasa de desocupación del 10.3% y en el sector informal de 18.2 por ciento.

  • “Si se observa por género, en las mujeres la tasa de desocupación total fue de 17.2%, en el sector formal fue de 10% y en el informal de 21.9 por ciento. En tanto, la tasa de desocupación en los hombres fue de 21.9%, en el sector formal de 12.9% y en el informal de 10.5 por ciento”.
  • La situación empeora al ver los datos por ingreso mensual promedio según sexo y sector de actividad laboral (formal o informal).
  • En el sector formal, el ingreso promedio mensual de mujeres ocupadas fue de 6,626 pesos y en mujeres desocupadas fue de 2,807 pesos; mientras que el de los hombres ocupados fue de 12,160 pesos y desocupados de 5,090 pesos.

Dentro del sector informal, se observó que el ingreso mensual promedio de una mujer ocupada es de 4,020 pesos y desocupada de 1, 352 pesos; mientras que los hombres ocupados percibieron 5,248 pesos y los desocupados en el sector informal fue de 4,084 pesos.

“Es importantísimo hacer transferencias temporales, mientras dura la crisis sanitaria y económica, sobre todo a los hogares que más están perdiendo”, remarcó la especialista./Agencias-PUNTOporPUNTO

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