Nora Nancy Gaspar Reséndiz
El Senado dio entrada a una iniciativa ciudadana presentada por grupos de ultraderecha, la cual propone prohibir a nivel nacional el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de niños por parejas de este tipo.
La iniciativa de reformas al Artículo 4 constitucional fue promovida por el presidente del Consejo Mexicano de la Familia, A.B.P. (ConFamilia), Juan Manuel Dabdoub Giacoman, por el vicepresidente de la misma organización, Fernando Guzmán Pérez Peláez; así como por su representante en el estado de Puebla, Jorge Fernando Limón Romero y por la representante de Querétaro, Mercedes Pizzuto de Marván.
Los principales promotores de la iniciativa tienen un largo historial de participación en grupos de ultraderecha, como Fernando Guzmán Pérez, quien fue secretario general de Gobierno de Jalisco durante la administración del panista Emilio González, conocido como El Góber Piadoso, por su abierta afinidad con la iglesia católica.
También fue abogado del ahora obispo emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez y, de acuerdo con una denuncia en poder de la PGR, Guzmán Pérez Peláez es el líder de la organización confesional ultrasecreta El Yunque en Occidente.
Por su parte, Juan Dabdoub Giacoman, es un empresario neoleonés que se ha caracterizado por asumir posiciones públicas en contra de la homosexualidad, los matrimonios entre personas del mismo sexo y las campañas del uso del condón.
En la iniciativa, que fue presentada junto con alrededor de 200 mil firmas de apoyo, se argumenta que el matrimonio, al cual en el documento se le definió como la unión exclusiva entre “un hombre y una mujer” es la base de toda sociedad.
El documento sostiene que el actual contexto económico, político y social por el que México atraviesa, se debe a al deterioro del matrimonio como institución que provee de una “familia natural”, la cual procede de la “relación natural” únicamente entre un hombre y una mujer.
Por lo anterior, señala, a los binomios hombre-mujer y matrimonio-familia como inseparables, y por lo tanto, «Donde hay matrimonio hay familia».
En la exposición de motivos, los promotores establecieron su postura en contra de las familias monoparentales, el divorcio sin causa, la unión homosexual, a la cual dijeron, no se debe concebir como un matrimonio, ya que “Las parejas del mismo sexo obedecen a un afecto particular, que debe respetarse pero no equiparase al matrimonio”, y rechazaron la posibilidad de adopción de un niño por estas uniones.
Expresaron que a pesar de que todas “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, esa igualdad no debe ser absoluta, y hay que traducirla en distintas formas, porque “no a todo el mundo se le da lo mismo”
Respecto a los divorcios sin causa, dijeron que dicha resolución “desnaturaliza la institución del matrimonio”, y lo vuelve “algo desechable”, ya que rompe con el principio de protección de la familia.
Además comentaron que las familias monoparentales, sobre todo las que son encabezadas por mujeres, son más propensas a padecer pobreza, “debido a la discriminación salarial, las pautas de segregación ocupacional en el mercado de trabajo y otras barreras basadas en el género”.
En cuanto a la adopción de niños por parejas del mismo sexo explicaron que permitirlo va en contra de la naturaleza, ya que puede haber “efectos desastrosos para el equilibrio en el desarrollo de la personalidad de un niño o niña”, que tenga “dos Papas o dos Mamás”.
ConFamilia y sus miembros también expusieron su postura en contra de la posible legalización de la marihuana con fines recreativos, dado que la autorización de su consumo sólo “empuja a las familias a un precipicio de decadencia, adicciones y mayor violencia”, aunque ese tema no lo incluyeron en la propuesta de articulado.
La iniciativa de reforma constitucional fue publicada el pasado martes en la gaceta parlamentaria y ese mismo día fue turnada a comisiones, en donde será analizada y dictaminada.