AGENCIAS
El papa Francisco ofició su primera misa en Cuba, en la Plaza de la Revolución de La Habana, ante miles de personas que se han congregado en el que se considera uno de los lugares más emblemáticos del país.
En la homilía, Francisco instó a los cubanos a servir «a las personas» y no a las «ideas» e insistió en que la importancia de las naciones se mide en cómo atienden a las necesidades de los más desfavorecidos.
Añadió que el pueblo cubano tiene «vocación de grandeza» y afirmó que debe cuidarla, pero especialmente mediante el servicio a los más frágiles.
Previo a la misa, Francisco, a bordo del papamóvil, realizó un recorrido entre la multitud congregada en el lugar, antes de la ceremonia religiosa que comenzó a las 09.00 hora local (13.00 GMT).
En la plaza se encontraron también el presidente de Cuba, Raúl Castro, miembros de su gobierno, personalidades del país así como representantes de otras confesiones cristianas.
Se espera que a esta misa asista casi un millón de personas, incluidos 3 mil 500 invitados oficiales.
Francisco pronunció su homilía desde un gran estado ubicado delante del Teatro Nacional de Cuba, flanqueado en los laterales por la icónica efigie del Che Guevara, a su izquierda, y por el gran monumento al prócer independentista cubano José Martí, a la derecha.