El agua es un recurso que aún sufriendo múltiples problemas sigue fluyendo a través de las tuberías de los hogares. Sin embargo, podría desaparecer repentinamente si la conciencia humana no lo asume.
- De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al menos el 35% del agua que circula por la infraestructura de distribución de Ciudad de México se pierde debido a fugas, porcentaje que representa un desafío significativo en una ciudad que enfrenta problemas históricos de abastecimiento y gestión del recurso hídrico que podrían llevar al día cero.
- La falta de mantenimiento en las tuberías no solo genera pérdidas económicas, sino que también agrava la crisis del agua en una de las urbes más grandes del mundo y de acuerdo con la misma fuente, la solución a este problema podría estar en un modelo de pago diferenciado por el uso del agua.
- Actualmente, el costo del recurso no refleja su verdadero valor, especialmente en el caso de las concesiones otorgadas a la industria, que accede al agua a precios considerablemente bajos. Este esquema de precios no equitativo dificulta la inversión en infraestructura y el mantenimiento necesario para reducir las fugas y garantizar un suministro más eficiente.
El día cero y el impacto del consumo personal
De acuerdo con Gaceta digital UNAM, llegar al día cero no tomaría más de 10 años si las acciones humanas continúan su curso actual, pues existen múltiples factores que agravan esta problemática.
El consumo doméstico de agua, que incluye actividades como beber, bañarse, lavarse los dientes y usar el inodoro, representa apenas el 8% del uso total anual del recurso, según detalló la publicación.
Sin embargo, este porcentaje no está exento de desperdicio, pues al cambiar hábitos cotidianos se podría contribuir a un uso más racional del agua en los hogares, aunque el impacto sería limitado en comparación con otros sectores.
- El mayor consumo de agua proviene de la agricultura, que utiliza el 70% del recurso disponible, seguida por la industria, que usa más del 14%. Ambos sectores dependen en gran medida de la explotación de mantos acuíferos para la producción de bienes, lo que genera una presión significativa sobre los recursos hídricos.
La Gaceta digital UNAM destacó que el costo del agua para estos sectores no corresponde a su verdadero valor, lo que incentiva un uso excesivo y poco sostenible.
La huella hídrica y su impacto en la producción
Un concepto clave para entender el uso del agua es la huella hídrica, que mide la cantidad de agua necesaria para producir un bien o servicio.
- Según la información publicada por la Gaceta digital UNAM, la producción de un vaso de cerveza de 355 mililitros requiere 70 litros de agua, mientras que un kilogramo de carne consume aproximadamente 15 mil litros.
Estos datos reflejan el impacto significativo que tienen las actividades productivas en el consumo de agua, especialmente en un contexto donde el recurso es limitado.
La falta de regulación adecuada y los bajos costos del agua para la industria y la agricultura perpetúan un modelo insostenible.
- Esto no sólo afecta la disponibilidad del recurso para otros usos, sino que también limita la capacidad de las autoridades para invertir en infraestructura y garantizar un acceso equitativo al agua pero también señala que hay algunas alternativas desaprovechadas.
- De acuerdo con la UNAM, la Ciudad de México recibe una cantidad considerable de agua de lluvia, comparable o incluso superior a la de ciudades como Londres pero este recurso no se aprovecha de manera eficiente.
La desaparición de los lagos que históricamente captaban el agua de lluvia ha dejado a la ciudad sin una infraestructura natural para almacenar este recurso. Como resultado, gran parte del agua de lluvia se pierde, mientras la ciudad enfrenta problemas recurrentes de escasez.
La Gaceta digital UNAM subrayó que una mejor gestión del agua de lluvia podría aliviar parte de la presión sobre los mantos acuíferos y reducir la dependencia de fuentes externas. Sin embargo, esto requeriría inversiones significativas en infraestructura y un cambio en las políticas de gestión del agua.
Un modelo más equitativo y sostenible
La crisis del agua en Ciudad de México pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más equitativo y sostenible en la gestión de este recurso. Según la Gaceta Digital UNAM, establecer un esquema de pago diferenciado, donde el costo del agua refleje su uso y su impacto, podría ser una solución viable. Este modelo permitiría destinar más recursos al mantenimiento de la infraestructura y a la implementación de medidas para reducir el desperdicio.
- Además, fomentar un cambio en los hábitos de consumo personal y promover el uso eficiente del agua en la industria y la agricultura son pasos fundamentales para enfrentar esta crisis.
- La Gaceta Digital UNAM destacó que, aunque el consumo doméstico representa una fracción mínima del uso total, cada acción cuenta en la búsqueda de un modelo más sostenible.
- La situación actual exige una acción coordinada entre las autoridades, los sectores productivos y la ciudadanía para garantizar que el agua, un recurso vital, esté disponible para las generaciones presentes y futuras.
Dificultan 4 alcaldías la recarga de acuífero
En cuatro alcaldías centrales de la CDMX, el suelo permeable que permite reabastecer el acuífero es igual o inferior al 10 por ciento del territorio de cada demarcación.
Así lo reportó el Índice de Biodiversidad Urbana de la Ciudad, de la Secretaría de Medio Ambiente local.
«El sellamiento con asfalto impide la recarga del sistema acuífero, propicia el hundimiento del suelo y aumenta los escurrimientos torrenciales», señala el informe.
- Cuauhtémoc, Benito Juárez, Iztacalco y Azcapotzalco sólo tienen de 7 a 10 por ciento de territorio permeable.
- Las zonas en las que hay áreas de conservación, como Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan, Tláhuac, Cuajimalpa y Xochimilco, tienen de 71 a 95 por ciento de superficie con mayor potencial de infiltración.
- «La Ciudad cuenta con 89 mil 198 hectáreas de superficie permeable, lo que representa el 60.20 por ciento de un total de 148 mil 180 hectáreas del territorio», según el índice.
Legado de la superficie lacustre sobre la cual creció la CDMX, las lagunas de Xochimilco, Chalco y Zumpango subsisten como parte del sistema que da servicios ecosistémicos, al regular el clima, recargar acuíferos y ser hábitat de especies, explica.
«La urbanización descontrolada, la contaminación y el cambio climático han ejercido presiones significativas sobre este sistema, lo que ha llevado a la pérdida de biodiversidad y degradación ambiental», puntualiza.
- «El sellamiento con asfalto impide la recarga del sistema acuífero, propicia el hundimiento del suelo y aumenta los escurrimientos torrenciales».
- Es necesario preservar los bosques del suelo de conservación, identificados como las áreas más permeables, y aumentar las zonas verdes urbanas.
«Promover el incremento y la calidad de las áreas verdes urbanas para favorecer la infiltración de agua al subsuelo y la recarga del acuífero, entre otros servicios ecosistémicos», recomienda.
La urbanización y los suelos compactados en los parques reducen la capacidad de infiltración y alteran el ciclo hidrológico de las ciudades, afectando tanto la calidad como la cantidad del agua.
Los suelos sellados se convierten, a la vez. en zonas con riesgo de inundaciones.
«Se prevé que en muchos lugares, el cambio climático dará lugar a una mayor variabilidad de las precipitaciones, que en los paisajes urbanos puede traducirse en picos elevados en el flujo de agua y daños a las construcciones, los negocios y el transporte», anticipa.
Nueve alcaldías presentan poca superficie infiltrante, una tiene proporción media y sólo seis, superior.
En el estudio proponen estas recomendaciones para la conservación del sistema hídrico.
- Creación de áreas naturales, humedales artificiales o integración de asfalto permeable en alcaldías con poca área permeable.
- Brindar atención especializada a cuerpos de agua como humedales, lagos y ríos para su restauración, conservación y protección.
- Realizar el control y/o erradicación de especies exóticas invasoras que contribuyen a la desecación de los cuerpos de agua (por ejemplo, lirio acuático sudamericano.
- Crear barreras naturales que disminuyan la velocidad del agua de lluvia, lo que permite que más agua se filtre en el suelo en lugar de correr superficialmente.
- Mantener la cobertura vegetal, evitando la erosión
- Diseñar sistemas de drenaje que minimicen la cantidad de agua de escorrentía.
- Conservar áreas naturales protegidas, ya que actúan como esponjas que absorben y filtran la lluvia.
Valle de México cuenta con fuentes de abastecimiento robustas este 2025
En los últimos años la sequía ha azotado México con mayor fuerza debido a los estragos del calentamiento global. Si bien el inusual calor ha llegado para quedarse, el Valle de México cuenta con fuentes de abastecimiento robustas este 2025.
- Jorge Alberto Arriaga Medina, coordinador ejecutivo de la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que se tiene la idea de que la falta de lluvia es el único factor que pone en riesgo la viabilidad del agua, no obstante la gran mayoría del líquido proviene del subsuelo.
“El agua en el Valle de México, en su conjunto, proviene en 67% del agua subterránea; el 28%, del sistema Lerma-Cutzamala; y 5%, de manantiales y ríos”, dijo al Diario Basta el experto. En este sentido, explicó que el “Día Cero” no pasará en el futuro cercano en el Valle de México sobre todo porque el 67% del agua proviene de debajo del suelo.
- Sumado a lo anterior, explicó que el uso de agua en la cuenca del Valle de México principalmente es de consumo humano ya que el 70% se destina a ese fin, algo que contrasta con el resto del país.
- “El 18% es para uso agrícola y el 10% de uso industrial, entonces si llegase a faltar el agua, y te digo no va a suceder en el futuro inmediato, el principal impacto si sería para el consumo humano”, agregó.
- Consideró que, al 21 de enero, el almacenamiento de las presas del Valle de México se ubicó en 63%, el porcentaje suma el almacenaje de siete presas del sistema Lerma-Cutzamala.
Jorge Alberto Arriaga Medina hizo un llamado en que si bien existe un 63% de almacenaje en las presas no debe dar pie al derroche de agua en la Ciudad de México y área metropolitana. En el Valle de México se encuentran casi 24 millones de personas y en donde se genera el 25% del Producto Interno Bruto. /Agencias-PUNTOporPUNTO