En los primeros siete meses del año la deuda total del sector público mexicano se incrementó en 9 mil 435 pesos por habitante. En enero sumó 85 mil 257 y para julio, también por persona, asciende a 94 mil 692, de acuerdo con datos reportados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
- Esto, en la medida en que la economía ha decrecido a magnitudes sin precedente, según los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el primer semestre del año el producto interno bruto (PIB) por habitante se redujo en 36 mil 780 pesos. Al cierre de 2019 sumó 194 mil 257 pesos. Ahora, con las cifras para abril y junio pasados, la riqueza per cápita es de 157 mil 477 pesos.
- Julio fue el tercer mes de 2020 en que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (Shrfsp) –la medida más amplia de la deuda de México– rebasó 12 billones de pesos. De acuerdo con los datos más recientes, ello implica que el endeudamiento se ubica en alrededor de 60 por ciento del PIB.
La relación deuda-PIB refleja la posición fiscal de un país. Es uno de los factores que usan inversionistas y calificadoras para emitir una nota de riesgo crediticio de una economía.
El crecimiento de la deuda mexicana como proporción del PIB se explica por la depreciación del peso –que llegó a cotizarse hasta en 25 por dólar–, derivado de la incertidumbre que trajo la crisis por Covid-19, la caída nominal de la actividad económica y la reducción de los ingresos.
En más de una ocasión el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha explicado que la depreciación del peso afectó 30 por ciento de la deuda mexicana en moneda extranjera. Incluso, antes de que México empezara a pensar en estímulos fiscales nuestra deuda se incrementó 7 por ciento (como proporción del PIB), limitando muy fuerte nuestra habilidad de encarar la pandemia, detalló.
- Según los datos más recientes publicados por la SHCP, la deuda total a julio es de 12 billones 25 mil 872 millones de pesos. Los meses previos al cierre de la Jornada Nacional de Sana Distancia, los que duró supuestamente el punto crítico de la contingencia sanitaria y los que lleva la reapertura gradual, hicieron que el endeudamiento creciera en un billón 198 mil 239 millones de pesos respecto de enero.
Como resultado, el Shrfsp creció 11.07 por ciento en siete meses, pero es marcado el crecimiento de recursos que se encuentran en moneda extranjera. Mientras la deuda interna avanzó 3.46 por ciento, la externa lo hizo 25.22, prácticamente un cuarto. En el detalle de esta última, la del gobierno federal aumentó 26.91 por ciento y la de organismos y empresas públicas 23.82.
De acuerdo con un estimado del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria publicado en mayo, con la caída de los ingresos presupuestarios y el efecto de los factores indirectos por la pandemia este año el Shrfsp de la deuda se incrementaría 15 por ciento real frente al saldo de 2019, es decir, 13 mil 710 pesos por persona. Esto no contempló una ampliación del gasto por parte del gobierno federal.
Deuda país puede rebasar la mitad del PIB al cierre de 2020
Ante la caída en la economía prevista para 2020, HR Ratings realizó una proyección de cómo se comportaría la deuda del gobierno para el final del año, como resultado, la calificadora prevé que el endeudamiento alcance 56.6% del PIB, un aumento considerable desde 44% reportado en 2019.
“De materializarse estas estimaciones, el resultado sería un fuerte incremento en las métricas de deuda a PIB. Aunque en términos generales este análisis se basa en las estimaciones de Hacienda, hay rubros que reflejan los supuestos y proyecciones de HR Ratings, como la evolución del PIB y el monto al que llegarían ciertas cuentas dentro de las finanzas públicas”, destacó la calificadora.
- Felix Boni, director de análisis de HR Ratings, explicó que el déficit proyectado alcanzaría 855,600 millones de pesos, una cifra superior a los 547,000 millones aprobados en el paquete económico para este año.
- “Una de las preguntas que quedan es si se ampliará el déficit o se realizará un recorte en el ritmo de gasto, parece que las señales indican a que la política fiscal se alineará a lo aprobado”, señaló en conferencia con medios.
En el primer semestre de 2020 el balance financiero del sector público presentó un déficit te 293,250 millones de pesos, un aumento de 137%, pero aún así, menor a los 311,000 proyectados en sus reportes de finanzas públicas.
“La caída de la actividad económica es mayor que en 2008 y costará el doble de tiempo en recuperarse”, advirtió el analista.
El aumento en los niveles de deuda no sólo puede estar relacionado a un mayor gasto, sino que, al disminuir el PIB y aumentar el tipo de cambio, el nivel del saldo histórico de la deuda con respecto al PIB, también aumenta.
HR Ratings explica que, al cierre de junio, el tipo de cambio mensual promedió 21.41 pesos por dólar, lo cual implicaría cierta depreciación durante el segundo semestre para alcanzar el promedio incorporado en las estimaciones. Sin embargo, es posible considerar una trayectoria del peso consistente con un promedio anual por encima del valor del cierre del año. Es relevante considerar que el tipo de cambio al cierre determina el valor de la deuda externa en pesos.
Limitará el crecimiento económico
Por su parte el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que el incremento en la deuda en México podría limitar el crecimiento económico.
El instituto señaló que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) se ubicó en 52.1 por ciento del PIB en junio y se estima que finalizará el año en 55.4 por ciento, 10.6 puntos más respecto a 2019.
“El reporte que vimos de la deuda pública presenta niveles importantes de endeudamiento neto, tanto en dólares como en pesos. El riesgo es que en la medida en que la composición fiscal se debilita, es decir, mayor deuda en proporción del PIB, puede generar una probabilidad de una baja adicional en la calificación de la deuda y posiblemente el grado de inversión”, mencionó Mario Correa Martínez, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos.
- Agregó que con la pérdida de dinamismo en la actividad económica, que implica menores ingresos en la recaudación por el gobierno federal, el riesgo es que se pueda hacer de uso de más recursos y esto limite la posibilidad de crecimiento hacia el futuro.
- El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que el país tiene finanzas públicas sanas, y descartó un aumento en la deuda como medida para hacer frente a la crisis.
“Estos que cuestionaban lo de la austeridad… imagínense si en una crisis sanitaria, que también es crisis económica, endeudamos al país, sigue la robadera que había y siguen los gastos superfluos, los lujos, pues entonces no se tendrían fondos”.
El mandatario señaló que es inadmisible un mayor endeudamiento, ya que los recursos para pagar la deuda “nos limita mucho y nos impide ayudar a la gente! Entre más deuda, más pago de intereses y menos presupuesto para el pueblo”.
El IMEF destacó que las perspectivas económicas para 2020 se deterioraron nuevamente, y ahora la expectativa es de una contracción del PIB de 10 por ciento, mayor al 9.50 por ciento estimada en julio. Además, se prevé la pérdida de 1.2 millones de empleos en este año.
“Ingreso de los mexicanos se recuperará después 2030”
La economía mexicana está “colapsada” y con un panorama poco “halagüeño”; que anticipan un decrecimiento de 12% del PIB en 2020 y la recuperación del ingreso de los mexicanos y sus familias hasta después de 2030, señaló que el director de Asuntos Económicos de Citibanamex, Adrián de la Garza.
En una entrevista con Publimetro, explicó que Segundo Informe de Gobierno del Presidente López Obrador, debe ser aprovechado para enviar señales de confianza y certidumbre a las inversiones y ofrecer apoyos fiscales a las empresas, personas y sectores más afectados por la crisis.
¿Cuál es el diagnóstico para la economía mexicana?
– La última encuesta sobre las expectativas de los analistas privados, que levantó Citibanamex, reporta que no se ve una recuperación en el corto plazo. Llevamos 13 encuestas quincenales con una caída cada vez mayor; que hoy se ubica en un promedio de 9.9% del PIB para 2020.
Sin embargo, debido a que no se ha contenido el contagio del Covid-19 y a que no hay apoyos fiscales a los sectores afectados, hay un alto grado de variabilidad en los pronósticos. Básicamente la estimación más optimista es de una contracción de 7% a 8%; y la más pesimista señala una caída de 12% del PIB para este año.
Los pronósticos no son muy buenos…
– Las perspectivas de crecimiento del país son muy poco halagüeñas. El PIB no va a volver a los niveles que tenía a finales de 2019, sino a mediados de 2025. Eso ya nos habla de un sexenio perdido en términos de crecimiento económico; y si lo vemos en términos del PIB per cápita, el ingreso de los mexicanos no volverá los niveles 2019, sino hasta 2030 o 2031.
¿Cuál es la proyección que tienen en términos de inversión?
– Estimamos que la Inversión Fija Bruta –o gasto que realizan las empresas, maquinaria, equipo e infraestructura- tendrá una caída muy severa; con una contracción de 22% en 2020; y una recuperación muy parcial de 4% o 5% en 2021.
Aquí, lo importante es ver estos datos en su conjunto y en el contexto de lo que ha venido pasado en meses y años recientes; desde las cancelaciones del Aeropuerto en Texcoco y de la cervecera Constellation Brands, hasta los cambio de reglas en el sector energético, cuyo impacto ha limitado la llegada de capital a otros sectores. Y sin inversión se restringe el crecimiento del país.
¿Cómo ven el tipo de cambio para este año?
– El consenso de los analistas ven un tipo de cambio de 22.70 para el cierre de este año. Desde marzo, tras una depreciación muy significativa por la crisis del Covid-19, las expectativas han estado bastante estables con una estimación de 22.50 y 23 pesos por dólar.
En materia de empleo, ¿qué puntos hay que destacar?
– Ésta va a ser una crisis de empleo y va ser todavía más dura que la de 2009, cuando estalló la última recesión mundial. En 2019 tuvimos una tasa de desempleo de 3.5%, para este año esperamos casi el doble, de 6.5%; con una recuperación marginal a 6.3% en 2021, lo que es un trancazo.
Pero fijarte sólo en esta variable no alcanza a dimensionar el impacto de la crisis en el mercado laboral. Por ejemplo, esperamos un incremento en la informalidad, subocupación –personas que necesitan trabajar más horas para cubrir sus necesidades básicas- y en los mexicanos que laboran en condiciones críticas./Agencias-PUNTOporPUNTO