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Agentes de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, aseguraron a Marco Antonio Ochoa Almazán, homicida de Angélica Trinidad Romero Severiano, empleada de Liverpool.
De acuerdo con la indagatoria, el detenido laboraba como auxiliar de mantenimiento y quien mantenía una relación sentimental con la occisa. Hasta el momento se tienen indicios que el día de los hechos, ambos se encontraban con aliento alcohólico y que el homicidio presuntamente, pudo ser generado por una discusión.
Ochoa Almazán fue detenido en calles de la colonia El Mirador, en la delegación Tlalpan, luego de salir de casa de uno de sus familiares donde se había ocultado, al parecer desde el día de los hechos.
De acuerdo a las declaraciones de testigos y a los registros de asistencia laboral, se estableció que el agresor ingresó a la tienda el sábado 15 de noviembre a las 14:28 horas, mientras que Angélica firmó la lista a las 15:03 del mismo día.
Alrededor de las 22:15 horas la víctima fue vista con el detenido por última vez en el cuarto de limpieza. En las cámaras de seguridad de la tienda, se observa a Ochoa salir de manera apresurada y con actitud nerviosa, 40 minutos después.
De inmediato se dirigió al área de perfumería y roció varias fragancias sobre su ropa y después retirarse del lugar.
Durante la integración de la indagatoria varios trabajadores del lugar fueron entrevistados y señalaron que después de la jornada de trabajo, no se percataron que Angélica Trinidad saliera del establecimiento; posteriormente, según señalan las pruebas testimoniales, tuvieron conocimiento que la madrugada del 16 de noviembre se descubrió el cadáver de su compañera.
Varios testigos, señalaron que el presunto responsable, tenía aliento alcohólico, además que el resultado del dictamen en materia química, reveló que la víctima presentaba alto grado de alcohol en la sangre.
En breve, el agente ministerial podría ejercitar acción penal contra Marco Antonio Ochoa Almazán, por su presunta responsabilidad en el delito de feminicidio, el cual se acredita toda vez que la mujer presentaba lesiones y se comprobó el vínculo sentimental con el detenido.
En cuanto a la responsabilidad que podría haber incurrido el personal de la tienda, en ocultar el delito, continúan las indagatorias. Hasta el momento se conoce que empleados de la gerencia y área jurídica de la tienda modificaron la escena del crimen, movieron el cuerpo de la víctima e intentaron realizar un funeral sin autorización de la autoridad ministerial.
Por otra parte la PGJDF busca al médico que presuntamente ocultó evidencias sobre el homicidio de Angélica Trinidad Romero. Agentes de investigación ya cuentan con orden de localización y presentación contra Mariano Espinosa Morales, quien se acreditó como médico cirujano para firmar un acta de defunción en la que se estipulaba que la occisa había fallecido por causas naturales.
«Este médico ya tiene la orden de localización y presentación y que se le va a investigar por diversos delitos, entre ellos una falsificación de documentos, por supuesto, también incurrió en falsedad de declaración ante la autoridad distinta de la judicial y por supuesto encubrimiento por favorecimiento, confirmó Rodolfo Ríos Garza.