Observadores del proceso rumbo a la elección del nuevo Presidente de México destacan dos versiones del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia por México, Andrés Manuel López Obrador:
- Una pragmática, como el político popular y fiscalmente prudente al gobernar la Ciudad de México de 2000 a 2005;
- Y la otra, un populista errático, con propuestas que podrían llevar a la turbulencia económica, informó el Washington Post.
El diario destacó las propuestas del candidato como un fuerte aumento del gasto en programas sociales, la imposición de un tope a los precios de la gasolina y el freno a la reforma de 2013 para liberalizar la industria petrolera de México, que durante mucho tiempo había sido un monopolio estatal.
- «El futuro realmente depende de qué López Obrador obtengamos», indicó John Padilla de la consultora IPD Latin America en entrevista.
Tras sus otras dos postulaciones de López Obrador, el Post subraya que algunos ven motivos adicionales para preocuparse por la forma en que manejó su pérdida en las elecciones de 2006.
El izquierdista convocó a protestas de una semana en el centro de la Ciudad de México y se declaró el verdadero Presidente del país, además de que declaró su desdén por los tribunales y el sistema electoral del país.
Ahora, señala el diario, los mexicanos se preguntan qué dicen esos comentarios sobre el estilo de Gobierno de López Obrador.
- «La principal preocupación sobre él son sus credenciales democráticas. ¿Gobernará como demócrata?», afirmó al rotativo estadounidense Luis de la Calle, ex subsecretario de la Secretaría de Economía mexicana.
Entre las propuestas de López Obrador destacan también varios cambios institucionales en la campaña electoral.
Llevará a cabo una consulta sobre su Presidencia después de tres años, renunciando si pierde, en lugar de cumplir el mandato de seis años consagrado en la Constitución de México.
- El diario destaca que las promesas no burlan los valores democráticos de México, pero asegura que un líder dispuesto a apartarse de las normas institucionales podría tratar de consolidar el poder, dicen algunos, como lo hizo el fallecido Presidente de Venezuela Hugo Chávez.
«Él no es Chávez. Es un priista de los años sesenta», afirmó Luis Rubio, presidente del grupo de expertos del Centro de Investigación para el Desarrollo, en referencia al partido que ha gobernado México por más de 70 años. /CON INFORMACIÓN DE PUNTOporPUNTO