En el país, 21 millones 600 mil personas no tienen trabajo, de las cuales, 13 millones 800 mil se sumaron después del primer trimestre de 2020. El desempleo ha afectado principalmente a mujeres y jóvenes, afirmó Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
- Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de dicha iniciativa de sociedad civil, expuso que en mayo la tasa de desempleo se disparó hasta 33 por ciento, y los trabajos perdidos durante la pandemia de Covid-19 son casi 12 millones. Indicó que a inicio de año había alrededor de 7 millones 700 mil personas sin empleo y actualmente son más de 21 millones.
- Respecto a la situación laboral de las mujeres, María Ayala López de Lara, investigadora de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, dijo que más de la mitad de las personas desempleadas son féminas: 11.6 millones, aunque ellas representan un tercio de la fuerza de trabajo. “Nos parece alarmante cómo esta puerta al mercado de trabajo, a tener un ingreso y poder solventar los gastos de las familias para las mujeres hay una clara barrera que nos impide acceder”, mencionó.
Sobre los jóvenes, Gómez Hermosillo expuso que la tasa de desempleo incrementa a 40 por ciento, mientras que en la población adulta, de 30 a 64 años, es de 28.2 por ciento.
En conferencia digital, Ayala López de Lara también destacó que la subocupación en el país casi se triplicó. Este indicador corresponde a las personas que quieren y necesitan trabajar más horas pero la situación laboral no se los permite. “Son 13.1 millones de personas, 8 millones más que a principio de año”.
- En cuanto a la situación que viven las personas que todavía conservan sus empleos, dijo que 6 de cada 10 personas no ganan los suficiente para adquirir la canasta básica de una familia integrada por 2 personas. “El otro dato importante es que sólo el 7 por ciento ganan más de 12 mil 800 pesos al mes, que son cuatro canastas básicas. Eso significa que son 1.2 millones menos que a inicio de año”.
Gómez Hermosillo mencionó que la pérdida de empleos formales ya supera la crisis de 2008, que llegó a su momento más álgido a mediados de 2009. Resaltó que para que México regresara a la tasa que mantenía antes de esos años tuvieron que pasar 10 años. Por ello, urgió a que las personas que perdieron su empleo reciban un ingreso vital, calculado con el costo de la canasta básica, y que sea temporal.
De igual manera, que se incentive la creación y recuperación de empleos, en los que se garanticen los derechos laborales de los trabajadores pues de otra manera “no se soluciona nada, puede ser una fábrica de pobreza con ingresos insuficientes y sin seguridad social”.
México tendrá una segunda oleada de desempleo
La crisis por coronavirus todavía no toca fondo en el país, pues la economía podría estar en la antesala de una segunda ola de desempleo, advierten los pronósticos de Banco Base.
- Para el cierre del año, el grupo financiero estima la destrucción de 1.86 millones de empleos formales luego de que en julio podrían perderse 31,543 plazas.
- Sin embargo, la segunda ola de desempleo podría darse a partir de agosto, cuando Banco Base prevé la destrucción de 223,286 empleos seguida de la pérdida de 358,681 empleos en septiembre.
“Esta caída sería consecuencia de un efecto dominó por la severa caída en actividad económica. Al principio vimos mucha destrucción de empleo en las empresas que tuvieron un impacto inmediato, pero en el tercer trimestre empezaremos a ver recortes en las empresas que optaron por resistir y que no están notando una recuperación”, dijo en conferencia Gabriela Siller, directora de análisis del grupo financiero.
La destrucción de plazas formales está relacionada con la caída económica esperada de 9.5% al cierre del año. Banco Base estima que la inversión fija bruta podría cerrar el año con una baja de 45%, que tendría repercusiones fuertes en la recuperación.
- Incluso, los pronósticos del banco apuntan a que el país podría reportar un crecimiento de sólo 1% durante los próximos 10 años.
“La ola de desempleo será generalizada por el efecto dominó de las industrias que se ven afectas la caída en la actividad económica. Al principio eran los salarios bajos los que se perdían, pero veremos que empiece a permear a trabajadores con mayor poder adquisitivo”, consideró.
Gabriela Siller señaló que la crisis y sobre todo la salida de capitales del país podrían recrudecerse si México pierde el grado de inversión por parte de dos calificadoras, un escenario poco probable, sin embargo, recordó en la escala de Fitch, la calificación soberana se encuentra a sólo un nodo de perder el grado de inversión.
Pandemia desplaza a las mujeres del mercado laboral
Entre los cambios en el mercado laboral se identifica de manera importante la ampliación de las brechas de género; como consecuencia de la pandemia por el Covid-19 y las medidas de confinamiento se han registrado pérdidas de miles de empleos formales e informales, recortes salariales y bajas temporales y paro laboral de negocios y pequeñas empresas.
Dadas las condiciones previas de desigualdad entre hombres y mujeres, la población femenina se mantiene en la punta de la vulnerabilidad no sólo en términos laborales sino también en materia de ingresos, educación, desarrollo individual y derechos.
- Siguiendo las cifras provenientes de la Encuesta sobre el Impacto Económico generado por el Covid-19 (ECOVID-ML) del Inegi, se ha encontrado una importante precarización en las condiciones de trabajo de las mujeres en relación con sus pares hombres.
- Durante abril del 2020 la tasa de participación femenina fue de apenas 36.4% mientras que la masculina se ubicó en 69.1%, estas cifras eran de 76.5 y 45.4% respectivamente un mes antes de la pandemia. Esto implica que la proporción de mujeres que fueron desplazadas del mercado laboral fue significativamente mayor que para los hombres: la caída en la tasa femenina fue de 9 puntos mientras que la masculina fue de 7.4 puntos.
Los resultados del proyecto estadístico que se levantó vía telefónica mostraron que gran parte de esta contracción en las tasas de participación se explica porque muchos ocupados no se encuentran buscando trabajo activamente debido a que no fueron despedidos de manera definitiva; están en paro temporal. Sin garantía de retorno e incluso sin ingresos en algunos casos.
Del total de mujeres ocupadas en el país sólo el 23.2% se encuentra bajo un esquema de ausencia temporal conservando su vínculo laboral y del total de estas mujeres 94% declara que la razón por la que se encuentra en esta situación es el Covid-19.
Los resultados de la encuesta también mostraron que como producto de la emergencia sanitaria el 44.6% de las mujeres que trabajan disminuyó su jornada laboral, 46.2% tuvo una caída en su nivel de ingresos y cerca del 87.7% no ha recibido ningún apoyo para hacer frente a la crisis.
El trabajo independiente precarizado
Entre la población femenina, que ya se encuentra vulnerable por las desigualdades estructurales que persisten en México, las mujeres que trabajan de manera independiente o que lideran pequeños negocios familiares así como las trabajadoras domésticas son las que han enfrentado mayores retos en relación con los hombres en las mismas ocupaciones.
La encuesta arrojó que el 76.7% de los negocios cuyos propietarios son hombres enfrentó problemáticas y afectaciones por la pandemia; la cifra para los negocios de mujeres escala a 86.2%; esto refleja una brecha de casi 10 puntos porcentuales.
- Esta situación derivada del rezago y la precarización desproporcional en el autoempleo: las mujeres que trabajan de manera independiente mayoritariamente lo hacen en pequeños negocios sin trabajadores o con máximo cinco empleados, también son mayoría en los negocios que ni siquiera tienen algún local y presentan una brecha importante de rezago tecnológico mientras que los hombres lideran proyectos más grandes y completos de emprendimiento.
- Las condiciones del autoempleo reflejan la importante necesidad de integrar en las políticas de recuperación y apoyos la perspectiva de género; en la que se contemple a las mujeres que trabajan en puestos, mercados sobre ruedas, o establecimientos ambulantes principalmente en el comercio minorista y la preparación de alimentos. Todos los micronegocios familiares que tienen mayores retos para acceder a créditos, financiar su digitalización o integrarse a las nuevas alternativas de ventas y que son el principal ingreso de muchas mujeres en el país.
Las cifras muestran importantes brechas de género en estos rubros, la más pronunciada se encuentra en la proporción de trabajadores independientes que tiene negocios sin un local mientras el 62.4% de las mujeres está en esta situación sólo el 43.3% de los hombres.
Las mujeres enfrentan una tasa de 33.2% de empleos perdidos en el comercio mientras que los hombres 20.8%, uno de los sectores más golpeados por el aislamiento. En el sector de gobierno y servicios el 54.5% de las mujeres perdió su trabajo y la cifra para los hombres fue de 33.0%, un nivel significativamente más bajo.
También enfrentan mayor precarización, cerca del 93.1% de las trabajadoras independientes carecen de acceso a servicios de salud mientras que para los hombres la cifra baja a 89.8 por ciento./Agencias-PUNTOporPUNTO