- La desaparición de personas es un drama que aqueja a América desde hace décadas, producto de las dictaduras y los conflictos armados, y que hoy, en medio de la desbordada crisis migratoria, lleva a familias, organizaciones no gubernamentales y Gobiernos a seguir adelante en la búsqueda a pesar de las lágrimas.
En agosto pasado, durante la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada se dio a conocer este viernes que México es el país de la región en donde el drama es más preocupante.
- Allí, más de 115.500 víctimas figuran en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), mientras que el proyecto ‘¿A dónde van los desaparecidos?’ detalló que cerca de 50.000 desaparecieron durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos ‘Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes’ (Red TDT) expresó que le preocupa «que los Gobiernos no reconozcan la continuidad de esta grave violación a los derechos humanos» y, por el contrario, «se cuestione e invisibilice esta problemática», manteniendo en la impunidad a los responsables de cometer estos crímenes.
Colombia, un caso de desaparición cada 36 horas
Tal angustia se repite en Colombia, en donde de acuerdo con el informe ‘Buscar sin Miedo’, de Amnistía Internacional, hay 200.000 desaparecidos.
- De hecho, solo desde la firma del acuerdo de paz con las FARC, en 2016, se han producido 1.730 casos de desaparición en el país cafetero, lo que supone uno cada 36 horas y evidencia que la situación «no es un hecho del pasado».
Así lo denunció el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), entidad para la que «miles de familias continúan experimentando incertidumbre y angustia al no saber el destino y el paradero de sus seres queridos, a pesar de que la desaparición ocurrió hace varios años o incluso décadas».
En América, la información es clave para hallar a las víctimas
Un grupo de organizaciones civiles no gubernamentales de El Salvador urgieron este viernes al Estado a la creación de un registro único de personas desaparecidas en el país centroamericano ante «la falta de acceso a la información oficial» sobre este flagelo.
- Apuntaron que «si bien no existen estadísticas integradas y validadas del número de personas desaparecidas en las últimas décadas, los registros de las fuentes institucionales hablan de varios miles de víctimas», ya que solo entre 2014 y 2019 la Fiscalía General registró más de 20.000 denuncias.
- De este modo, las entidades consideran importante que «se garantice el derecho al acceso a la información pública en materia de personas desaparecidas», lo que «implica la apertura de archivos militares y de seguridad por los casos de desaparición forzada registrados durante el conflicto armado (1980-1992)».
Chile sigue buscando a los desaparecidos de la dictadura
En el mismo sentido se pronunciaron los familiares de los detenidos desaparecidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) que pidieron a las Fuerzas Armadas en Chile romper el «pacto de silencio» y colaborar en el Plan Nacional de Búsqueda lanzado hace justo un año por el Gobierno de Gabriel Boric.
- Durante un acto en el Cementerio General frente al memorial de las víctimas del régimen, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Gaby Rivera, dijo que «las Fuerzas Armadas son instituciones jerárquicas» y que, por lo tanto, no ejecutaron «acciones individuales» sino que «hubo una planificación que debe ser develada».
«La información está en las Fuerzas Armadas y hay que exigirla, señor presidente. (Hay que) romper ese pacto de silencio que hemos esperado 50 años y avanzar en verdad y justicia», indicó la activista, ya que la dictadura de Pinochet dejó al menos 3.200 opositores asesinados, de los que 1.469 fueron víctimas de desaparición forzada.
Tras décadas de búsqueda se encontraron e identificaron los restos de 307 y aún falta encontrar a otros 1.162, según las últimas cifras oficiales.
El número de desapariciones en Nicaragua aumenta
- También, la ONG humanitaria Colectivo Nicaragua Nunca Más denunció al menos seis desapariciones forzadas vigentes en el país centroamericano.
- Se trata de los exdiputados indígenas miskitos Brooklyn Rivera y Nancy Henríquez, quienes detuvieron en el último cuatrimestre de 2023 y, según sus familiares, no se les ha permitido verlos ni visitarlos.
- A ellos se suman el filósofo, sociólogo y catedrático Freddy Quezada; el mayor en retiro Eddie González, la periodista y feminista Fabiola Tercero, y el joven Carlos Bojorge.
Ese Colectivo afirmó que después de que estallaron las manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega en abril de 2018, que fueron neutralizadas a la fuerza por el Estado, han «documentado un creciente número de desapariciones forzadas, vinculadas a actos de represión política y violaciones sistemáticas de los derechos humanos».
A pesar del drama producto de las desapariciones, los esfuerzos para terminar con el sufrimiento de las víctimas no se detienen.
- Así, en Brasil, la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, creada para identificar e indemnizar a las víctimas de la dictadura militar (1964-1985), retomó sus trabajos este viernes casi dos años después de su extinción y de que Luiz Inácio Lula da Silva se comprometiera a reinstalarla.
- La Comisión se creó en 1995 en el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, pero sus trabajos se suspendieron a finales de 2022 por decisión del entonces presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha y defensor de los gobiernos militares.
En los 27 años que funcionó, la Comisión analizó cerca de 300 casos de desaparecidos durante la dictadura, cuya muerte se reconoció como de responsabilidad del Estado, por lo que se fijaron indemnizaciones para sus familiares.
Mezcla de falencias estatales y crimen organizado
Los detonantes que hay detrás de las desapariciones en América Latina dejaron de ser meramente políticos, como ocurrió en la década de 1970 y 1980 con las dictaduras militares que, según estima Amnistía Internacional, dejaron más de 90 mil desaparecidos entre 1966 y 1986. Hoy se resumen básicamente en tres los factores que provocan las desapariciones de personas: migración forzada, crimen organizado y conflictos políticos internos de cada nación.
- Pero el factor que más incide es, sin duda, el crimen organizado que suele estar detrás de las desapariciones en los casos de las rutas migratorias y de la represión política como ocurre en Venezuela y Nicaragua, por ejemplo.
- «En muchos países las organizaciones criminales operan en contubernio y con la aquiescencia del Estado porque las estructuras estatales se han visto penetradas, afectadas por la actuación de la delincuencia organizada”, explica a DW Juan Pablo Albán, relator del Comité contra la Desaparición Forzada de la Oficina de las Naciones Unidas.
- Los casos más nuevos, que se han repetido en el último tiempo y se suman a los ya mencionados, son los que enumera Luciano Hazan, ex miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas.
A apuntan a «las desapariciones de activistas ambientales y a favor de la tierra que ocurren especialmente en Colombia; las desapariciones ocurridas como intento de control ilegal por parte de la policía de sectores marginados, que se dan mucho en Argentina, y lo que ocurre en las rutas migratorias, sobre todo en el tránsito a Estados Unidos, víctimas del crimen organizado con cierta aquiescencia de los Estados”.
El rol del Estado y el crimen organizado
Para Rainer Huhle, miembro del Centro de Derechos Humanos de Nuremberg y académico de la Universidad Friedrich Alexander de Erlangen-Nürnberg, la mezcla del Estado con el actuar del crimen organizado representa el mayor desafío en este tipo de casos. «Cuando uno mira los análisis de politólogos y especialista, se observa que la frontera entre crimen organizado y el Estado en muchas regiones ya no existe; entonces, si lo miramos desde una perspectiva de encontrar a quienes están detrás de las desapariciones, la situación se vuelve más difusa de lo que ya es, haciendo que tanto la búsqueda como la persecución de los perpetradores se vuelva más compleja”.
- Un ejemplo de lo que narra Huhle lo entrega el abogado Juan Pablo Albán, quien detalla a DW otra modalidad en la que se está aplicando la desaparición forzada en naciones con conflictos políticos internos o gobiernos que han derivado en autoritarismo. Se trata del enmascaramiento de las desapariciones.
«Existe un fenómeno que se da en una frontera poco clara entre desaparición y detención arbitraria, y tiene que ver con situaciones en las que se buscan disuadir de ejercer el derecho a las libertades civiles. Lo hemos visto en Cuba, en Venezuela, se ve en Nicaragua, donde las personas desaparecidas después de cierto tiempo son presentadas ante la prensa o las autoridades reconocen que han sido detenidas, pero no dan información sobre su ubicación o no permiten el contacto con sus familiares: Eso es una fachada para evitar que el hecho se califique de desaparición”.
- Para Rainer Huhle «hay dos cosas que son urgentes: hacer más efectiva la búsqueda con organismos especializados y reforzar los órganos de la justicia que tiene la tarea de perseguir el crimen en cuestión”.
- La falta de una adecuada inversión y la poca presencia de organismos especializados en este área en los países de Latinoamérica hacen que las cifras de desaparecidos sigan siendo alarmantes.
De hecho, para Albán, «el número de víctimas que se registran hoy es mucho mayor al oficial (la ONU registra más de 13.000 casos en su último informe sobre acciones urgentes) debido a que el fenómeno se ha diversificado en sus factores y a la débil institucionalidad que caracteriza a buena parte de los países latinoamericanos, además de los altísimos índices de impunidad frente a la comisión de delitos que hay en nuestra región. Tampoco hay una inversión ni formación adecuada en sistemas de identificación humana, que son elementos necesarios si buscamos disminuir el número de desaparecidos”.
- Aunque México y Colombia son los países que más desaparecidos registran (115.540 y 11.640 respectivamente, según sus organismos internos) también son parte de los países que han desarrollado iniciativas que apuntan al esclarecimiento y término de las desapariciones forzadas. A ellos se suman Perú, El Salvador y Argentina. Este último ha desarrollado un buen sistema de recopilación genética.
«A pesar de las iniciativas que apuntan a establecer una maquinaria institucional especializada en la búsqueda de los desaparecidos, ningún país puede mencionarse como el más avanzado en la materia, porque ahí donde hay avances también hay retrocesos. Quizás de la combinación de los avances que se ven en los diferentes países podría surgir un modelo interesante para enfrentar el fenómeno”, apunta Juan Pablo Albán, que también es académico de la Universidad San Francisco de Quito, en Ecuador.
México logra reducir el número de personas desaparecidas… borrándolas de sus registros
- Las cifras de personas desaparecidas en México está disminuyendo, pero no por las razones correctas: las están borrando de los registros, denuncian los familiares.
- El gobierno mexicano anunció esta semana una caída en la cantidad de desaparecidos que despertó las sospechas de muchos de los que, como Irma Orgen, tienen algún familiar desaparecido.
- En su caso, Orgen tuvo que asumir la búsqueda de su padre ante la inacción de las autoridades.
Sus temores se consumaron cuando al revisar una plataforma digital de búsqueda creada por la organización local Data Cívica con los diferentes listados de desaparecidos que existen en el país, encontró que su padre, Marco Antonio Orgen, no figura en ningún registro oficial desde 2017 a pesar de que su caso fue reportado ante las autoridades locales y federales.
“Siento que mi papá está siendo parte de esos desaparecidos que quieren ser desaparecidos”, afirmó Orgen, de 40 años, quien desconoce las razones por las cuales su padre fue borrado de los registros oficiales… El suyo no es un caso aislado:
- El estudio de Data Cívica, que comparó las dos versiones publicadas en agosto pasado del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) con la nueva versión de la Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada que lanzó el gobierno en diciembre, detectó que faltan 10,953 nombres.
- El hallazgo activó las alertas de algunas asociaciones humanitarias locales y familiares de personas desaparecidas que exigieron este miércoles al gobierno preservar los diferentes registros que hay en el país, e instaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al Alto Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada a actuar para proteger los datos de los miles de mexicanos que aún no han sido localizados.
- “Tendremos que hacer y apoyar alguna acción colectiva que respalde los derechos de nuestros desaparecidos. No pueden borrarlos nada más así porque si”, afirmó la activista Jacqueline Palmeros, quien busca a su hija desaparecida desde hace casi cuatro años.
Palmeros, quien integra un colectivo de madres buscadoras de la capital mexicana, expresó que, de no lograr una respuesta favorable de las instituciones mexicanas, “definitivamente se pensaría en una instancia internacional”.
A los reclamos se sumó el activista Raymundo Ramos, presidente de la organización no gubernamental local Comité Derechos Humanos de Nuevo Laredo, quien exhortó a la CIDH y las diferentes dependencias de la ONU a pronunciarse sobre las denuncias de eliminación de nombres de desaparecidos y convocar a las autoridades mexicanas a una reunión para tratar el tema.
Investigan desaparición de jóvenes en Oaxaca
Desde el pasado martes 7 de enero, se reportó que al menos 14 jóvenes originarios de la capital oaxaqueña y de municipios conurbados se encuentran desaparecidos, mientras disfrutaban de sus vacaciones, según denuncias de los familiares y las fichas de búsqueda de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).
- En las redes sociales, familiares informaron que la última vez que se supo del paradero del grupo de personas entre los 19 hasta los 44 años de edad, fue cuando se encontraban en la comunidad costeña de Río Grande, con destino a Puerto Escondido, tras haber salido de Oaxaca.
- Las 14 personas fueron identificadas como Rafael Velasco Hernández, Yair Morales Matías, Yurem de Jesús Barrios Martínez y Julio Alberto Quiroz González, estuvieron juntos en la ciudad de Oaxaca y planearon un viaje a la costa, pero no todos avisaron a sus familiares.
- Ante su ausencia, por la noche del 7 de enero, algunos familiares se contactaron con los de otros y así se enteraron que las 14 personas, entre ellas, Luis Alberto Contreras, de 44 años de edad, habían salido a Puerto Escondido, por la ruta de la nueva carretera a la región Costa.
Mediante la publicación de sus fotografías y características de sus vestimentas en redes sociales, los familiares de las 14 personas que desaparecieron han solicitado la ayuda de la ciudadanía para dar con su paradero.
- La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (DNOL), de la Fiscalía de Oaxaca, ha difundido hasta el momento las fichas de al menos cuatro de las 14 personas extraviadas: como Luis Alberto Contreras Zúñiga, Yurem de Jesús Barrios, Yair Morales Matías y Julio Alberto Quiroz González.
En las fichas de búsqueda se informa que algunas personas habrían desaparecido desde el 31 de diciembre de 2024.
A través de los mensajes que han intercambiado entre sí algunos familiares que conocen a otros parientes de los desaparecidos, todos han expresado su angustia y temores ante lo que llaman una “misteriosa desaparición”, debido a que no todos avisaron que saldrían a Puerto Escondido. /Agencias-PUNTOporPUNTO