AGENCIAS
Para una política territorial del Distrito Federal deben ser prioritarios temas como la densidad poblacional, el fomento del crecimiento vertical y contener su expansión, afirmó el coordinador de Programas del Centro Mario Molina (CMM), Guillermo Velasco Rodríguez.
Al participar en el ciclo de conferencias «Retos y oportunidades de la urbanización», organizado por la Universidad Iberoamericana (UI), consideró que deben aumentarse los servicios, los usos de suelo mixtos, aprovechar más los terrenos internos subutilizados y crear un banco de suelos de la ciudad.
Señaló que mientras los gastos de una ciudad están relacionados con el espacio urbano que debe atender con bacheo, alumbrado público, infraestructura y vialidades, los ingresos están ligados al número de habitantes.
“Entonces entre menos densa sea una ciudad, menos disponibilidad de recursos tendrá por kilómetro cuadrado”, expuso el académico.
En un comunicado emitido por la UI, el investigador reconoció que la densidad poblacional tiene desventajas en materia de salud, pues las enfermedades se propagan más rápido.
Además, abundó, sino se tiene controlada la calidad del aire la exposición de la población a altas concentraciones de contaminantes es mayor, mientras que los índices de criminalidad también son mayores en zonas más densas.
En cuanto a los beneficios, indicó que la innovación tecnológica y la creación de ciencia son mayores en las ciudades más densas, aunado a que el gasto en energía y transporte público es menor y existe una mayor cohesión social.
Guillermo Velasco, ingeniero físico, comentó que el CMM trabaja en la elaboración de un perfil metropolitano para las principales ciudades del país con el que se pretende mostrar a los tomadores de decisiones las capacidades y los indicadores principales de una urbe, con el fin de estimular el desarrollo sustentable.
Por su parte, la coordinadora de la Maestría en Proyectos para el Desarrollo Urbano del Departamento de Arquitectura de la Ibero, Gabriela Lee Alardín, definió la resiliencia como la capacidad de una ciudad de resistir una amenaza, y bdespués de ésta, preservar y restaurar sus estructuras y funciones básicas.
Así, Velasco dijo que una ciudad debe ser resiliente a muchos eventos como desastres naturales característicos de su ubicación geográfica, como terremotos y fenómenos hidrometeorológicos.