El feminicidio es uno de los flagelos que más aqueja al género femenino, con más de 4 mil 533 casos en el último lustro. A ello, se suman las denuncias públicas por acoso y abuso sexual, pero también otras expresiones de la violencia de género, como la persistencia de inequidades en el empleo y la distribución de los cuidados en el hogar. Al tiempo, las políticas públicas para atender esta problemática avanzan lentamente.
- Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP) indican que en su registro, la tendencia nacional en el feminicidio en los últimos 5 años ha ido en aumento: 411 en 2015; 605, en 2016; 742, en 2017; 893, en 2018; 943, en 2019, y 939 en 2020.
- En enero de 2021, el feminicidio bajó 10.7 por ciento, aseguró Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana aseguró que también otros dos delitos de género reportaron una baja respecto del mismo mes de 2020: la trata de personas, -17.8 por ciento, y la violación, -1 por ciento.
Sin embargo, para la doctora Aimeé Vega Montiel –comunicóloga e investigadora feminista–, la baja en el número de casos responde a que ha habido por parte de la autoridad, del SENSP, una “clasificación errónea de los feminicidios” al considerarlos como homicidios.
“Hemos señalado que no son comparables las muertes violentas y asesinatos de mujeres y hombres, puesto que en el caso de las mujeres, el hecho de ser mujeres, es decir, su condición de género, las coloca en una situación distinta a la de los hombres; en una situación de mayor vulnerabilidad”, dice la experta en temas de género.
- La doctora Vega Montiel añade que la política nacional –establecida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia– tiene una perspectiva integral: incluye medidas, mecanismos, políticas a nivel “no solamente de la atención, sino de la prevención, pero también de la sanción y de la eliminación. Entonces no es necesario inventarnos el hilo negro, no es necesario diseñar una nueva política para el combate a la violencia contra las mujeres, sino más bien poner en práctica, llevar adelante lo que mandata la ley general”.
El principal desafío es asegurar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, que es la base y la condición para asegurar la realización de los derechos humanos de las mujeres, indica la también investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Lo que ha sucedido en los últimos 2 años, y que se ha agudizado por la emergencia sanitaria, es el debilitamiento de mecanismos institucionales, incluidas políticas, programas y presupuestos, dirigidos a eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en el país; esto incluye políticas relacionadas con la operación de los refugios para las mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos”, advierte.
- Por su parte, la doctora en derecho Aleida Hernández Cervantes indica que los principales retos que enfrenta la mujer en México es vivir en un entorno seguro, libre de violencia; la distribución de los cuidados y la protección a los derechos laborales de las mujeres, ya que continuamente se enfrentan a actos de discriminación en sus centros de trabajo.
- La también investigadora del CEIICH señala que la atención, prevención, investigación en materia de violencia es el pendiente más importante que debería de tener en primer lugar esta administración federal, pero también los gobiernos locales. “Cómo hacemos para que las políticas en estas materias se fortalezcan, debería haber un compromiso institucional muy fuerte al respecto, revisando cómo operan las fiscalías generales de justicia y la Fiscalía General de la República en materia de violencia contra las mujeres. Debe haber una evaluación del Sistema Nacional de Atención, Prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, porque está muy empolvado”.
La experta critica que, actualmente, todo este tema se remite a las alertas de violencia de género, cuando éste es un mecanismo “para atender la urgencia de la violencia feminicida y los feminicidios, pero hay todo un continuo de violencia que precede a las violencias extremas, que tiene que ver con las desigualdades entre hombres y mujeres, con las asimetrías y con el control de la vida de las mujeres por parte de la mayoría de los hombres”.
- De acuerdo con el resumen ejecutivo de diciembre de 2020, Violencia feminicida en México. Retos y avances de las declaratorias de alerta de violencia de género contra las mujeres –coordinado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio–hasta el último mes del año pasado fueron solicitadas 45 Declaratorias de Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres en: Baja California (una), Campeche (una), Coahuila de Zaragoza (una), Colima (una), Chiapas (una), Chihuahua (una), Ciudad de México (dos), Durango (una), Guanajuato (tres), Guerrero (dos), Hidalgo (una), Jalisco (una), Estado de México (dos), Michoacán de Ocampo (una), Morelos (una), Nayarit (una), Nuevo León (una), Oaxaca (dos), Puebla (seis), Querétaro (una), Quintana Roo (una), San Luis Potosí (una), Sinaloa (una), Sonora (dos), Tabasco (una), Tlaxcala (dos), Veracruz (tres), Yucatán (una) y Zacatecas (dos).
Inequidad en distribución de cuidados
La doctora Aleida Hernández explica que otro tema por atender es el de la distribución equitativa de cuidados: hay una propuesta del Sistema Nacional de Cuidados “que habría que poner en primer lugar para analizarla, discutirla y, sobre todo, impulsar y que se concrete, pero para ello hay que hacer todo un trabajo cultural, pedagógico, social, educativo, de que las mujeres no son las que tienen que estar solas al frente de esos cuidados”.
- De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval), una manifestación de las brechas de género al interior de los hogares es la relativa al tiempo destinado al trabajo de cuidados no remunerado. “Con base en el Modelo Estadístico para la Continuidad del Módulo de Condiciones Socioeconómicas de la Encuesta nacional de ingreso y gasto en los hogares (ENIGH), en 2018 el Coneval estimó que las mujeres dedicaban 22 horas a la semana a los quehaceres domésticos y 28 horas al cuidado de otras personas, lo que equivale a 2.5 veces el tiempo que dedican los hombres a estas actividades.
“Además, en promedio, las mujeres dedican 50 horas semanales al trabajo de cuidados no remunerado. Esto se agudiza con la presencia de toda la familia en el hogar y la necesidad de adoptar las medidas de prevención en salud derivadas del confinamiento y del aislamiento social por la pandemia”, expone en su Informe de evaluación de la política de desarrollo social 2020.
Al primer trimestre de 2020, de acuerdo con la Encuesta nacional de ocupación y empleo (ENOE), aproximadamente 2.7 millones de personas se encontraban trabajando en el sector salud, el cual está en la primera línea de atención a la pandemia y, de este número, 1.7 millones eran mujeres, lo que equivale a aproximadamente 63 por ciento de la población total ocupada en tal sector. Destaca que la población que labora en este sector ha experimentado un incremento significativo en la carga laboral, así como una mayor exposición al riesgo de contagio de la Covid-19 y, del total de esta población, las mujeres representan casi dos terceras partes.
Por ello la doctora Hernández Cervantes dice que con esta pandemia se ha profundizado esa desigualdad de distribución de tareas, de cuidados del hogar y de las personas. Esta situación, “ha ubicado a las mujeres también en una desventaja que se profundiza con esta enfermedad porque pierden trabajos por estar en los cuidados del hogar, de los hijos y de las personas que tienen enfermedades en la familia, que tienen alguna discapacidad o que son personas adultas mayores”.
Debilidad en estrategias
El gobierno de la cuarta transformación debilita instrumentos fundamentales para el combate a las agresiones y vulnerabilidades que sufren las mujeres en el país.
- Aunque algunas de las estrategias enfocadas a proteger a las mexicanas creadas en administraciones pasadas se mantienen, en la actualidad no quedan claras las partidas presupuestarias o su integración al ejercicio de recursos por parte de las instituciones. En 2020 asesinaron a 10 mujeres en promedio por día, uno de cada cuatro fue catalogado como feminicidio
Un ejemplo es la reducción de recursos al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras, cuyo presupuesto para 2018 fue de 13 mil 210 millones de pesos y que, durante los dos primeros años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sufrió un recorte considerable.
- Para 2019 el nombre se modificó a Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, y, en ese mismo año, el dinero dirigido a esa tarea disminuyó casi a la mitad, al pasar a 6 mil 898 millones de pesos presupuestados. En 2020, este instrumento sufrió otra disminución y llegó a 6 mil 708 millones de pesos.
- Y, a pesar de que para 2021 se propuso destinar más dinero para las estancias, este no se compara al del último año de la administración pasada, ya que el monto a ejercer es de 8 mil 236 millones de pesos.
Acorde a su política de eliminar intermediarios en el ejercicio de los recursos, el presidente López Obrador mantuvo la postura del Gobierno federal para reducir el dinero a estancias infantiles, bajo el argumento de que se hallaron irregularidades por parte de las organizaciones que ofrecían el servicio de cuidar a las niñas y niños para que las jefas de familia laboraran.
967 feminicidios se cometieron en 2020, sólo dos casos menos que el año anterior
En sustitución al programa, el primer mandatario dijo en marzo de 2019 que se entregarían mil 600 pesos bimestrales a las familias que necesitaran el apoyo para estancias, con el propósito de que invirtieran dicha cantidad para ello.
En el Congreso de la Unión, legisladores de oposición exigieron la restitución del programa y promovieron amparos ante el Poder Judicial, que ordenó entregar los recursos a las estancias para que estas continuaran operando.
Apoyo a entidades
Otro rubro que sufrió golpes presupuestarios fue el del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF).
De acuerdo con la Secretaría de la Mujer de la Ciudad de México, el PAIMEF “es un programa social que instrumenta el Gobierno federal para combatir la inequidad de género y desigualdad social que se traduce en diversas manifestaciones de violencia hacia las mujeres”.
- Pese a su utilidad de combatir las desigualdades, en los últimos dos Presupuestos de Egresos de la Federación (PEF) esta estrategia cuenta con menos dinero.
- Mientras en 2018 se presupuestaron 635 millones 496 pesos al PAIMEF, durante el primer año de la cuarta transformación el recurso se elevó a 901 millones 305 mil pesos.
No obstante, en 2020 la bolsa se redujo a 658 millones 970 mil pesos, pero para 2021 se estiman gastos por 557 millones 070 mil pesos.
Desaceleran recursos a proyectos
De acuerdo con los informes de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) el dinero para proyectos en los estados de la República se desaceleró de 2019 a 2020.
La rendición de cuentas sobre el Avance de los programas presupuestarios con erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres muestra que en 2018 la Comisión determinó destinar 62 millones 017 mil pesos para 38 proyectos en 10 entidades.
- 3,837 mujeres fueron asesinadas en el país durante el año 2019
- En 2019, el presupuesto aumentó a 101 millones 591 mil pesos, que fueron distribuidos en 67 proyectos de los cuales se firmaron 61 Convenios y anexos técnicos enfocados a implementar acciones para la erradicación de la violencia, contra las mujeres, niñas y adolescentes.
Sin embargo, en 2020 la tendencia en el aumento de recursos se revirtió, ya que se destinaron 78 millones 855 mil pesos para el desarrollo de 32 proyectos.
Informes de la Conavim muestran que el dinero para proyectos en los estados de la República se redujo de 2019 a 2020/Agencias-PUNTOporPUNTO