Con la cuarta ola de la pandemia de COVID-19, impulsada por la variante ómicron, en lo que va de 2022 se ha multiplicado por cinco la ocupación hospitalaria en la capital del país, donde alcanza ya 73.11 por ciento.
- De acuerdo con el Informe COVID-19, que el gobierno de la Ciudad de México publica diariamente, el número de camas de hospital ocupadas pasó de 383 registradas, el 2 de enero, a 2 mil 58 contabilizadas el 22 de enero, lo que representa un aumento del 437 por ciento.
El Sistema de Información de la Red IRAG (Infecciones Respiratorias Agudas Graves), de la Secretaría de Salud en el ámbito federal, ubica, además, a la capital del país como la cuarta entidad con mayor ocupación hospitalaria.
Al 23 de enero, Durango se ubicó en el primer lugar de ocupación de camas en hospitalización general, con 82.65 por ciento, seguido de Nuevo León, con 74.97 por ciento; Aguascalientes, con 73.21 por ciento, y Ciudad de México, con 73.11 por ciento.
- En la capital mexicana, los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que ya registran saturación son: el Centro Médico Nacional La Raza, Hospital General de Zona 48 San Pedro Jalpa, Hospital General de Zona 47 Vicente Guerrero, Hospital General de Zona No. 2-A Troncoso, Hospital General Regional 1 McGregor, Centro Médico Nacional Siglo 21, Hospital General de Zona con Unidad de Medicina Familiar No. 8 San Ángel, Centro de Atención Temporal Morelos, Unidad de Gineco Pediatría No. 3A Magdalena de las Salinas, Hospital General Regional 2 Villa Coapa, Hospital General de Zona 32 Villa Coapa y el Hospital General 24 Insurgentes.
En la serie histórica, de acuerdo con el Sistema de Información de la Red IRAG, el porcentaje de ocupación hospitalaria pasó del 16.06 por ciento al 73.11 por ciento.
El pánico amortigua la movilización en la CDMX
Después de tres días de intentar, sin éxito, obtener una ficha para hacerse una prueba rápida gratuita de covid-19, Miranda –como pide que la llamen–, de 49 años, tomó dos cobijas, se puso dos capas de ropa abrigadora, preparó su cena y llegó al macrokiosco del centro de San Nicolás Totolapan, en la alcaldía Magdalena Contreras, a las 20:00 horas del miércoles 19 para formarse y conseguir la ficha número 1 del jueves 20.
- Su novio la acompañó toda la noche, pero temprano se fue a trabajar. Estuvieron solos, sentados en una banca, hasta que alrededor de las tres de la madrugada llegaron otras dos personas a formarse, pese a la alerta amarilla por bajas temperaturas, de entre 4 y 6 grados, de acuerdo con el servicio meteorológico. Para ella no es opción pagar por una prueba en laboratorios o farmacias privadas, pues no tiene trabajo ni dinero.
“No tengo nada de síntomas, pero tengo familiares con el virus. Bueno, la verdad es que no vivo con ellos ni he tenido contacto, nada más vine por saber si tengo covid o no”, confiesa Miranda mientras muestra el papelito rosa que le marcaron con bolígrafo. El primero de 200 que se repartieron ese día. El macrokiosco comienza a operar minutos después de las nueve de la mañana; casi 14 horas después, ella regresa a su casa con su resultado… negativo.
- Miranda es una de las 30 mil personas que a diario, en promedio, se hacen una prueba rápida o de antígenos en los 18 macrokioscos que el gobierno capitalino instaló en plazas públicas, además de las que se hacen en casi todos los 117 Centros de Salud de la Secretaría de Salud (Sedesa) y en 10 plazas comerciales para atender la demanda que la variante ómicron ha provocado a su paso por la Ciudad de México.
Pese a los llamados de las autoridades a que la gente, si no tiene síntomas fuertes, se aísle siete días y no corra a hacerse la prueba, las filas siguen. En la cuarta ola de la pandemia, acabar con la incertidumbre es prioridad. Tampoco se ha hecho caso al llamado oficial a que los empleadores no pidan a sus trabajadores el resultado positivo al virus para justificar la incapacidad laboral. Por el contrario, capitalinos y habitantes del Estado de México siguen haciendo largas filas para no perder su empleo.
- O bien, los empresarios siguen cargando al gobierno su responsabilidad, al enviar cada dos semanas a sus trabajadores a hacerse una prueba para evitar brotes y ausentismo. Por eso Diego Ortiz, empleado de una imprenta, está formado en la fila del Hospital General Regional número 1 del IMSS, en la alcaldía Benito Juárez.
“Me mandó mi jefe por protocolo por el nuevo brote y para protegernos todos”, dice. Su novia, Karla Fernández, lo acompaña, aunque no tiene síntomas, pero “para descartar y no tener ningún problema, no contagiarnos y seguirnos cuidando”. La semana antepasada, sus padres se contagiaron y están aislados.
CDMX, con mayor pérdida de alumnos, docentes y escuelas por Covid
La Ciudad de México es el quinto estado del país que ha perdido más población de alumnos, personal docente y escuelas durante la pandemia, reveló la doctora Patricia Ganem, presidenta de la Comisión de Educación de Coparmex CDMX.
- La especialista señaló que a raíz de la implementación de la educación a distancia, 93,418 alumnos han abandonado la escuela; 10,984 dejó su actividad frente a grupo; es decir, un cuarto de la población docente del país y han cerrado 670 escuelas.
- Patricia Ganem manifestó que la deserción, en modelo de educación a distancia puede llegar a ser hasta de un 40%, debido a diversos factores, entre los que mencionó, el alto estrés a que son sometidos los estudiantes, para cumplir con un alto nivel de exigencia para utilizar habilidades académicas que ante no empleaban y para las cuales no estaban preparados.
La presidenta de la Comisión de Educación de Coparmex CDMX advirtió que también factores determinantes como el acceso a conectividad, ya que a pesar de que la Ciudad de México reporta después del estado de Nuevo León una de las conectividades más altas del país, con 84.4%, esto significa que alrededor del 20% de la población capitalina no tiene acceso a la conectividad, lo que representa un número todavía muy elevado de personas.
La deserción ha afectado a todos los grupos de edad y a alumnos de todos los niveles educativos, tanto de escuelas públicas como privadas. Indicó que algunas familias decidieron sacar a los niños más pequeños de la escuela, para priorizar el gasto, el uso de equipos de cómputo y conectividad a los hijos que cursaban grados más altos.
- Otro grupo que observó una alta deserción fueron los jóvenes de educación media superior, ya sea para ingresar al mercado laboral y contribuir al gasto familiar, en el caso de los varones; o ayudar a las labores domésticas, cuidado de hermanos más pequeños o familiares enfermos, en el caso de las mujeres, alertó la doctora Ganem.
La especialista advirtió que otro factor que ha sido decisivo en este empobrecimiento educativo fue la decisión de reabrir las escuelas de forma tardía y la carencia de recursos tecnológicos para atender la emergencia por la pandemia./Agencias-PUNTOporPUNTO