La Península de Yucatán tiene un problema de energía. Y no es solo una cuestión de generación de electricidad, sino que se trata de algo más allá.
La escasez y dificultad con que llega el gas natural a la zona es uno de los principales factores que pueden orillar a que la disponibilidad de energía eléctrica sea insuficiente, de acuerdo con empresarios y especialistas, por lo que urge tomar acciones para resolver este problema.
- Para este año se prevé una demanda en la región de 2 mil 220 megawatts (MW), de los cuales, mil 235 llegan por enlace con el Sistema Interconectado Nacional (SIN), por lo que se requiere producir 985 MW en la Península, de acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
La misma institución señala que en la región hay instalada una capacidad de 2 mil 120 MW, sin embargo sólo se cuenta con entre 732 y 756 MW disponibles con gas natural más hasta 440 MW que se puedan generar con diésel, es decir, un máximo ideal de mil 196 M.
Con esto queda un margen de apenas 211 MW por encima del mínimo necesario, los 985 MW, antes de declarar estado operativo de emergencia en la Península de Yucatán, según el Cenace.
Este escenario se ve amenazado porque en la zona hay un aumento en el consumo energético ante el desarrollo de nuevos inmuebles para uso habitacional, comercial o turístico, de acuerdo con Edgar Ocampo, especialista independiente en temas energéticos.
- «El problema es que la Península de Yucatán es que está creciendo la demanda eléctrica a un ritmo fuera de norma, el promedio nacional es de entre 2.5 y 3 por ciento anual, en la Península es el 4 por ciento porque hay un ‘boom’ inmobiliario muy fuerte, porque está Cancún, está Mérida, están construyendo multifamiliares, condominios, plazas comerciales, hoteles, de todo. Y todo eso lleva detrás climatización con aire acondicionado, ese tipo de instalaciones son altamente consumidoras de energía», explicó en entrevista con El Financiero.
Además, se prevé que el riesgo de alcanzar la demanda máxima de energía se presente en los meses de julio, agosto y parte de septiembre, de acuerdo con Gonzalo Monroy, analista energético, en entrevista con Bloomberg TV.
Esto aunado a la falta de insumo para la generación de electricidad podrá derivar en apagones programados escalonados en la región en el corto plazo, medida que serviría para normalizar el abasto y evitar apagones no intencionales.
- «Lo que está poniendo el Cenace aquí es avisarles a todos los participantes del mercado especialmente a la CFE que medidas extraordinarias van a ser tomadas, incluyuendo y no se limita a apagones controlados; si alguna planta estaba pensada para entrar en mantenimiento no se va a hacer, se tiene que mantener en todo momento trabajando las plantas hasta que pase esta situación crítica que por desgracia no parece tener una fecha próxima de solución», comentó.
- «Lo que vamos a empezar a ver es que una cuarta parte de la ciudad de Mérida va a estar apagada de 10:00 a 12:00 horas, luego la prenden, luego van a apagar otro cuarto de la ciudad de 12:00 a 14:00, así lo van aplicar ahí, a la Riviera Maya, Cancún, Chetumal…», secundó Ocampo.
A pesar de la difusión de la advertencia, el martes la CFE difundió un comunicado en nombre del Cenace en que se dice que la declaratoria de emergencia en la Península de Yucatán es infundada pues los datos con los que se formuló no son vigentes. El documento solo apareció en redes sociales de la empresa productiva del Estado pero no en los canales oficiales del Centro.
Sin embargo, en dicha publicación se lee que para resolver la falta de abasto de gas natural se pedirá un mayor esfuerzo para aumentar el flujo del energético por el ducto Mayakán, que surte a la región. Además se ofrece garantizar el abasto de diésel y añade que en caso de fallas, se puede recurrir a «la capacidad adicional con que cuenta a través de las líneas de interconexión».
Más tarde, el Cenace difundió un comunicado en que aseguró que es «poco probable declarar un estado operativo en emergencia del sistema en la Península de Yucatán» y que se trata de una notificación preventiva para el sector en la región.
Mejorar el abasto de gas natural
En largo plazo, la solución es garantizar el abasto de gas natural para alimentar las plantas generadoras de ciclo combinado, que utilizan ese combustible y diésel para su producción. Sin embargo, el desarrollo de dicha infraestructura requiere de tiempo, por lo que su implementación podría demorar al menos un año, coincidieron empresarios y especialistas.
La primera opción es conectar el gasoducto que va de Texas a Tuxpan, Veracruz, que recientemente entró en operación, y al que habría que colocar una planta de rebombeo para dirigirlo hacia el sureste del país.
- «Con esto que estamos viendo es sumamente necesario que logren esa conexión del sistema nacional de ductos al sistema Mayakán que es de una empresa particular .
- «Estamos hablando de que tienen que construir 17 o 18 km de ductos, eso sí se lleva unos meses, estamos esperando que para fin de año ya estuviera conectado el sistema nacional con el sistema estatal «, dijo a El Financiero Alberto Abraham Xacur, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) Yucatán.
Una segunda alternativa sería importar el gas natural por vía marítima, misma que se contempla desde hace al menos ocho meses por parte de los empresarios de la región. José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), planteó que transportar este combustible en cilindros vía marítima por el puerto de Progreso o en pipas podría evitar afectaciones a los sectores económicos de la región. Aunque esta opción también podría elevar los costos del combustible y requiere primero de una gran obra de infraestructura.
- «Yo creo que este plan B perdió un poco de fuerza, porque primero que nada es gas natural líquido que tendría que venir por barco a Progreso, entonces tendría que ponerse las instalaciones incluso hablando de que tendría que ser en el mar, porque los barcos de gas no pueden entrar por el poco calado que tiene el puerto.
- «Estamos hablando que sería una inversión fuerte con un gas que tiene un costo mayor y para que pudiera ser rentable es necesario que la CFE, que consume 97 por ciento del gas que llega a la Península, tendría que firmar un contrato con esa compañía que estuviera trayendo el gas natural, entonces era algo difícil que se diera», comentó Abraham Xacur.
A la par, sugirió aprovechar las fuentes de energías alternativas como los parques fotovoltaicos o eólicos que pueden generar energía adicional.
La tercera alternativa sería construir una segunda línea de conexión con el SIN. En abril pasado, a raíz del segundo apagón en la región, la CFE anunció la inversión de 2 mil millones de pesos para duplicar la capacidad de la línea de transmisión de Escárcega, Campeche a Ticul, Yucatán. Sin embargo, dicha obra se espera que concluya en mayo de 2021./EL FINANCIERO-PUNTOporPUNTO