Células del crimen organizado en el norte del país utilizan el membrete de comercializadoras o marcas especializadas en la venta de granos para cometer fraudes.
Entre los afectados están ganaderos, empresarios del ramo alimenticio e industriales de la masa y de la tortilla, en especial en entidades como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
- Uno de los logotipos más usados de manera ilegal (además de otros distintivos como slogans y cartera de productos) es el de MASECA, una de las principales compañías productoras de harina de maíz, pan, pasta, frituras, tortillas y condimentos a nivel mundial.
- Los grupos delincuenciales utilizan páginas web hechizas o las diversas plataformas disponibles en redes sociales para ofrecer productos como sorgo, maíz, arroz, avena y harina preparada o nixtamalizada, en venta por tonelada, e incluso con la promesa de envío a domicilio en toda la República.
Su gancho ha sido la difusión de supuestas promociones en las cuales mejoran el precio promedio en el mercado con la justificación del “compromiso social” en tiempos de pandemia.
Crónica conoció el caso de diversos compradores afectados, como el de un distribuidor de la industria alimenticia en el estado de Coahuila, quien fue estafado al realizar la compra de 5 toneladas de maíz.
“Durante la pandemia hubo un lapso de tiempo en el que la tonelada se disparó a más de 7 mil 500 pesos, afectando principalmente a tortilleros de la región. Yo necesitaba una buena cantidad para un proyecto de frituras. Encontré una publicidad en Internet y me pareció confiable, porque traía el logo y los datos de MASECA”, cuenta.
“Por la crisis económica y sanitaria, los malosos aprovecharon para lanzar supuestas ofertas de los granos, y muchos caímos, porque la idea era abaratar costos”.
El distribuidor llamó al número referido y, por el trato recibido, protocolo comercial y conocimiento en la materia, no detectó indicios del timo.
“Sabían todo del producto, y conocían a la perfección la mecánica de compra-venta y entrega, siempre hacían referencia a la confiabilidad de la marca y a su reconocimiento en el mercado. ´Nuestro historial nos avala, no ponga en riesgo su inversión´, decían. Así que terminé por hacer el depósito bancario, y a partir de ahí comenzó el calvario”.
La mercancía no llegó en la fecha pactada. Comenzó a llamar, sin respuesta, y en las siguientes horas el número telefónico de contacto quedó inactivo. Perdió el dinero, y el rastro…
- Aunque la víctima presentó una denuncia ante las autoridades locales, no hubo forma de darle seguimiento y obtener resultados. Al paso de las semanas, quedó archivada.
- El anzuelo fue similar en otros casos documentados en Nuevo León, en los cuales también se concretó el fraude.
“Tienen bien estudiadas las condiciones del mercado y las características de los granos. ¿Cómo o quién les ayuda para adiestrar a sus enganchadores? Porque conocen todos los detalles técnicos y mercadológicos del ramo”, apuntó otro de los perjudicados.
Una artimaña alterna es la obtención de datos personales o familiares: durante las negociaciones de compra-venta buscan obtener nombres, direcciones, números de tarjetas de crédito o débito, cuentas bancarias, claves de email y otros insumos, los cuales les sirven para fraudes o extorsiones posteriores.
- En un ejercicio encubierto, Crónica contactó a uno de los ofertantes identificados como “MASECA México S.A de C.V”… El número compartido para la transacción comercial fue el 8153502313, correspondiente a Benito Juárez, Apodaca, General Escobedo, Santa Catarina, García, Guadalupe, Los Ayala, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García y puntos del estado de Nuevo León.
Se transcribe aquí el diálogo, con el objetivo de compartir con los lectores detalles del modo de operación.
-MASECA, buenas tardes…
-Buenas tardes, estoy interesado en la compra de algunas toneladas del maíz.
-El precio por tonelada es de 6 mil pesos, precio neto. Debido a la contingencia, no contamos con servicio para recoger en sucursales, es por seguridad sanitaria, únicamente con envíos a toda la República.
-¿Cuál es el costo de envío?
-Le checo, ¿a dónde sería el envío?
-A Matehuala, en San Luis Potosí.
-¿Sobre cuántas toneladas?
-Diez…
-Son 3 mil 500 pesos por el envío, adicionales al costo por las 10 toneladas que necesita.
-Su precio parece más bajo que el promedio en el mercado…
-Es debido a la contingencia, MASECA está lanzando algunas promociones, porque es una empresa sensible con la realidad del país y socialmente responsable, aunque la promoción sólo durará esta semana. Ya la siguiente el precio rondará los 7 mil pesos o incluso, por los altibajos económicos, se puede disparar hasta 8 mil pesos.
-¿Cuál es su nombre?
-Mauricio Díaz, director de ventas.
-Me interesa, ¿cómo operamos la compra?
-Tiene que enviarme un correo electrónico con sus datos.
-¿A qué cuenta?
-¿Qué datos requiere?
-Nombre completo de la empresa o persona interesada para realizar la factura, número telefónico de 10 dígitos, domicilio completo con código postal para entrega, nombre del banco emisor y número de toneladas requeridas. Una vez enviados se genera un contrato de compra y le adjuntamos un archivo con claves interbancarias para el pago correspondiente, a nombre de MASECA S.A de C.V.
-¿El pago se hace con anticipación?
-Sí, se necesita para generar la orden de salida, y que sea firmada por el gerente. Una vez realizado el pago, en un mínimo de dos horas lo validamos y programamos la salida.
-¿A qué banco es el depósito?
-Todo pago con nosotros es por medio de transferencia electrónica. A la hora de hacer el contrato, el sistema arroja claves interbancarias para el pago correspondiente. No sabría decirle ahora qué banco nos generará la empresa en ese momento, pero es una transacción perfectamente confiable y segura.
-Gracias, le envío los datos solicitados.
-En MASECA estamos para servirle, gracias por comunicarse.
Conforme a datos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, la lada 81 está en la lista de más reportes a nivel nacional por extorsiones y fraudes.
Pero las células han ido más allá de las estafas: el mercado es suyo…
Granos y ganado
El acaparamiento de ganado y granos, bajo intimidaciones, es otro de los eslabones delictivos en perjuicio de productores en el norte del país.
Se suma al coctel de abusos, en el cual subsisten fraudes, clonaciones, suplantación de marcas comerciales, extorsiones y cobros de piso.
“En algunas partes del estado, sólo ellos pueden vender”, denuncia don Anselmo Ortiz, integrante de una sociedad dedicada a la producción de maíz en el sur de Tamaulipas.
—¿Quiénes son ellos?
—La mafia…
Habla con miedo, la misma sensación de angustia dominante en toda la región. Campesinos y ganaderos —de todos los niveles— viven amenazados: son obligados a vender su mercancía a precios rebajados y permanecer en silencio para frenar represalias personales o familiares. Hay quien incluso ha padecido despojos.
“El que ande de chiva, ya no vive para contarlo”, les han advertido los operadores de estas redes. Y, por desgracia, en algunos casos el amague se ha cumplido.
El acaparamiento ilegal es un asunto ya conocido por comercializadores, industriales del ámbito ganadero o del ramo alimenticio, tortilleros y molineros.
“En diferentes áreas del estado, sólo mandan ellos: acaparan el maíz y otros granos, lo almacenan y lo venden. Sólo les puedes vender y comprar a ellos”, detalla Benjamín, otro productor de Ciudad Madero —también en territorio tamaulipeco—.
—¿Cuál es su modo de operación? —se le pregunta.
—Se los vendes barato o te lo quitan a la mala.
—¿De qué zonas específicas hablamos?
—Altamira, Tampico, toda la región del sur de Tamaulipas, pero el problema no es exclusivo de aquí: en otras entidades vecinas los productores están sufriendo lo mismo. Son temas delicados y las autoridades no le entran.
—¿Sólo es maíz?
—No, también sorgo, que es muy importante para que el ganado se levante, es el alimento básico de los animales.
“Hay extensiones de terreno controladas por la mafia, no permiten que nadie más se meta al mercado o haga competencia. Son los únicos que pueden mover el producto y dominan la industria. Es monopolio disfrazado, y si respingas, plomo”, narra don Anselmo.
“Compran el producto a campesinos de áreas completas de la región, o de otras partes, para venderlo a los industriales o a los tortilleros comunes y corrientes. En la gran mayoría de los casos lo que se acapara es el maíz, porque en esta zona del país las tortillas que se venden y consumen son exclusivamente de maíz, no es como en la Ciudad de México o el Estado de México, donde se usa la harina o el nixtamal para sacar la masa a un costo más bajo”.
—¿Y a cómo pagan el maíz esas redes?
—Pagan lo que quieren y como quieren. Estamos hablando de un 25 o 30 por ciento menos. Si te portas bien, te mantienen ese precio, castigado y todo, pero no pasa de ahí; pierdes tu patrimonio, pero al menos no se meten con tu familia y con tus negocios. Luego, ellos lo venden a precios disparados, se quedan con la ganancia y especulan en tiempos que son muy difíciles para la economía del país.
—¿Han denunciado?
—¿Y a quién? Si aquí en Tamaulipas gobierno y crimen son una misma cosa.
—Pero entonces es vivir cada minuto con miedo, zozobra…
—Hay unos que sí, viven con miedo, pero hay otros que ya están muertos. Vivimos además la inseguridad por el lado de las cuotas a negocios, y sí se han tenido bajas entre los industriales o productores, han matado a dueños y empleados, ha habido municipios como Hidalgo —también en Tamaulipas y cuya cabecera es Villa Hidalgo— que se han quedado sin tortillerías, porque toda la gente salió huyendo.
“NADIE LOS TOCARÁ”. La misma táctica criminal utilizada con los granos, también se aplica en la venta de ganado, conforme a testimonios recibidos por este diario.
“Lo mismo está pasando en la ganadería, con la venta de animales, es una asignatura pendiente del gobierno”, señala Juan Alonso, un ganadero de la franja sureña de Tamaulipas.
—¿Qué está pasando?
—Sólo determinada gente puede vender el ganado.
—¿Quiénes?
—Aquellos —se limita a decir, en referencia a los grupos criminales—. Tenemos ese problema los ganaderos, productores de carne, criadores de reses. Te vienen a decir que sólo a ellos les puedes vender, porque es su negocio y ya ellos se encargarán de comercializar. ´Así todos ganamos, porque a ustedes nadie los tocará, tienen asegurada protección´, dicen, como si te hicieran un favor. ¿Y cómo te sales de ese círculo, si está en riesgo tu vida?
“La delincuencia anda activa, buscando cada día nuevas modalidades para hacerse de recursos. Mientras haya colusión entre delincuentes y gobernantes, no avanzaremos. No puede haber abrazos cuando los malos andan sueltos, haciendo y deshaciendo, porque no les pasa nada”.
—¿Cuál es la petición?
—Que el presidente Andrés Manuel López Obrador apriete el paso en cuestión de seguridad, porque en ciertas regiones del país no hay gobernanza. Con el reciente cambio en Seguridad Pública, es importante llamar la atención de la nueva secretaria (Rosa Isela Rodríguez) y que no se pasen los meses con indiferencia y nulos resultados…
“No hay rincón donde podamos escondernos»
El miedo más grande de José Pablo fue cuando al pedir ayuda al Ejército Mexicano y a la
Policía local supo que entre los elementos de seguridad había alguien involucrado con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El joven michoacano y su padre contaron para La Silla Rota lo más aterrador que vivieron, como familia, del hostigamiento y amenazas criminales de la organización del “Mencho”.
En sus testimonios, levantados en una zona de la sierra de la Tierra Caliente michoacana, reiteran que la paranoia del CJNG ha despoblado comunidades enteras.
- Hasta este momento, los lugareños tienen contabilizadas al menos 90 familias que han tenido que abandonar sus hogares, sus pueblos y buscar refugio en otros municipios.
- Esta familia, dice, solo tiene una opción: que alguien los ayude a conseguir asilo político en Estados Unidos, porque advierten que no hay rincón en México donde puedan esconderse de la organización de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Perdimos todo; nos corrió el CJNG
Ignacio, papá de José Pablo – entrevistado en el exilio-, reitera con frustración, miedo y dolor, que perdieron todo: su casa, su ganado y sus 26 hectáreas de labor en el
campo.
Pero, señala, que su mayor temor era que mataran y quemaran a su familia, como ya lo han visto con otros pobladores y que se llevaran que vamos por mi familia, entonces los pueden matar, los puede quemar o sepa Dios que les pueda pasar otros pobladores y que se llevaran reclutado –a la fuerza- a su hijo menor.
“A los pocos días ya empezaron a amenazar; que nos iban a quemar con todo y casa y
desgraciadamente tuvimos que salir, porque con esa gente no se puede jugar. Es una gente muy peligrosa, de tenerles miedo”, narra el hombre de avanzada edad.
Por temor, los nueve integrantes de esa familia tuvieron que huir de su pueblo natal con ayuda del Ejército Mexicano y buscar asilo con un familiar en otro punto de la entidad.
Para Pablo e Ignacio no hay otra alternativa más que huir todos de México; piden a las autoridades que hagan algo, porque todavía quedan más familias bajo el yugo del narco.
- Esta familia como el resto que Y más familias se han tenido que salir (del pueblo) a causa de eso (amenazas del crimen organizado); hay otras dos familias que también corrieron, porque les pegan con las armas, los amenazan y tienen que huir. Eso fue lo que nos pasó a nosotros
- Esta familia, como el resto que abandonaron sus casas y sus pueblos, está refugiada en otra zona serrana de la entidad, donde no tiene presencia esa célula criminal.
Los jóvenes, mujeres y adultos ahora están a la venia de sus familiares y van a tener que empezar una nueva vida, revelan, pero ya no será lo mismo. El miedo siempre existirá y,
comentan, que esto que les pasa, sucede a diario y no hay autoridad alguna que impida la operatividad del crimen organizado./Agencias-PUNTOporPUNTO