Crece 166% el RECLUTAMIENTO FORZADO de MENORES para el Tráfico y Secuestro de Migrantes

El interés de reclutar a niños y adolescentes es para obtener una ventaja jurídica, al no ser procesados por la vía penal.

La participación de menores de edad en el tráfico y secuestro de migrantes que cruzan México rumbo a Estados Unidos va en aumento, ya que de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), mientras entre 2020 y 2022 lo casos de menores de edad que participaron como polleros era de unos 750 al año, en 2023 se reportaron mil 998, es decir, un aumento de 166 por ciento.

  • En su mayoría son reclutados de manera forzada o mediante engaños por grupos del crimen organizado, que ahora no sólo los utiliza como guías para cruzar a los indocumentados, sino además como cuidadores o para alimentar a los migrantes el tiempo en que permanecen en cautiverio, señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
  • “Una de las zonas donde se ha identificado el reclutamiento de niños y niñas es la frontera norte de México, donde se les denomina niños de circuito. La mayoría provienen de las zonas fronterizas y cruzan diariamente la frontera con Estados Unidos como guías de personas objeto de tráfico. Sus actividades están estrechamente relacionadas con grupos del crimen organizado y especialmente.
  • Los cuales ejecutan tareas de guías, enganchadores, monitores y transportistas, pero también de cuidadores de migrantes secuestrados”, señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en su estudio titulado Perfiles y Modos de Operación de Personas Facilitadoras del Tráfico Ilícito de Migrantes en América Central, México y la República Dominicana.

Apenas en mayo pasado dos  adolescentes de 15 y 16 años fueron detenidos en Ciudad Juárez, Chihuahua, por su presunta participación en el secuestro de ocho migrantes originarios de República Dominicana, Ecuador, Nicaragua y Honduras.

  • De acuerdo con información de la Fiscalía del estado, los migrantes se encontraban en una casa de seguridad a la que acudió la policía tras un llamado de auxilio al 911. Al llegar al lugar los oficiales observaron a tres personas en el exterior de la vivienda, que al ver la presencia policial comenzaron a comportarse de manera nerviosa.

Los policías escucharon gritos de auxilio provenientes del inmueble, por lo que al verificar qué era lo que estaba sucediendo se percataron de varias personas encerradas en una de las habitaciones, motivo por el cual fueron liberadas y puestas a salvo.

  • Durante el rescate los dos adolescentes fueron señalados como los presuntos responsables de haberlos retenido en contra de su voluntad por varios días, junto a otros tres adultos, incluido el pollero que los llevaría hasta la frontera norte para después cruzarlos a Estados Unidos.

“Son personas que en lugar de estar delinquiendo deberían estar en la escuela, estudiando. Sin embargo, el crimen organizado se aprovecha de que la mayoría de estos jóvenes tienen entre 15 y 16 años, a quienes no se puede sancionar con el mismo rigor que un adulto porque las leyes en la actualidad no lo permiten”, dijo Javier Urbano, especialista en temas de migración y seguridad.

  • De acuerdo con Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, los menores de entre 12 y 14 años están “exentos de responsabilidad penal”; mientras que en el caso de los de 14 a 16 años, “el internamiento se utilizará como medida extrema y en los supuestos previstos en la ley” y de 16 a 18 años, sólo es posible una “medida cautelar de internamiento preventivo, hasta por cinco meses”.

“Los criminales que los enganchan saben perfectamente que en caso de que los descubran o los detengan traficando con migrantes o durante su participación en el secuestro, serán liberados por su condición de menores o que el castigo que recibirán en nada se compara al de un adulto, ven en ellos un ventaja jurídica”, explicó Urbano.

El experto añadió que el objetivo no debe ser el de castigar, sino prevenir que los menores de edad caigan en las redes de trata de personas o en manos del narcotráfico, lo que los convierte a la vez en víctimas y delincuentes.

  • Cristián Gutiérrez, integrante de la Asociación Cristiana de Jóvenes, dijo a este diario que un cruce exitoso puede representarles a los menores un pago por parte de las organizaciones delincuenciales de entre 200 y 400 dólares por migrante.
  • “Lo que nos han comentado algunos de ellos que han llegado a los refugios, es que les ofrecen entre 200 y 400 dólares por migrante que crucen y hasta 900 dólares por transportar droga, porque también los ocupan para ello”, afirmó. De acuerdo con Gutiérrez en muchos casos los menores polleros ni siquiera son mexicanos.
  • “Son niños y también niñas que viajan solos desde sus países de origen con la intención de llegar a Estados Unidos, pero en el camino son enganchados por grupos delincuenciales que los seducen con dinero, lo que al final es lo que los hace huir de las naciones en las que nacieron”, dijo Gutiérrez.

Menores se exponen al reclutamiento de grupos de la delincuencia

El Instituto Nacional de Migración informó que, a lo largo de 2023, se identificaron 106,778 eventos de menores de edad en situación migratoria irregular en México. Esta cifra significó un aumento de 49.95% más que los 71,206 eventos de infantes en situación de migración que las autoridades contabilizaron a lo largo de 2022.

  • De las cifras de 2023, 76,464 eran menores de 11 años de edad y 30,314 contaban con una edad que oscilaba entre los 12 y 17 años. Además, las autoridades migratorias detallaron que todos y todas las personas de este grupo etario fueron puestos bajo la tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
  • De acuerdo con las cifras del Instituto de Migración, el año que recién concluyó obtuvo el registro más alto desde al menos 2018; para este lapso, la dependencia registró un total de 29,258 casos.
  • Un año más tarde, en el 2019, las autoridades registraron un total de eventos de menores de 53,507, para el 2020 hubo una caída pues sólo se documentaron 11,262 casos. Mientras que para el 2021 las autoridades documentaron un alza pues los eventos de niñas, niños y adolescentes se ubicaron en 77,608 casos, finalmente.

Subregistro

Especialistas mencionaron la posibilidad de que el conteo de personas menores de edad por parte de las autoridades mexicanas cuente con un subregistro y que es difícil tener un número exacto por factores como que no todas las personas que ingresan al país son registradas o debido que, a la naturaleza misma de la migración, las personas buscan evitar el contacto con las autoridades.

  • Además, entre las vulnerabilidad que puede sufrir este grupo etario señalaron delitos como reclutamiento de grupos delictivos, abuso sexual, trata, entre otros.

Pierre Coupeau, coordinador nacional de Programas e Influencia, de Plan Internacional, explicó que es complicado obtener cifras exactas de menores en calidad migrante, y aunque destacó que ciertos indicadores, como las cifras de la Comar y los encuentros en la frontera sur, ofrecen tendencias, pero aun así existe un subregistro el cual señaló que no es malintencionado por parte del gobierno.

Expuestos al crimen

Con lo se refiere a los riesgos, el especialista indicó que entre los crímenes que pueden llegar a experimentar, además de los mencionados, está el secuestro, robos, extorsiones, violencia y consideró que, debido esto, es necesario el apoyo psicosocial para mitigar los traumas que sufren niños, niñas y adolescentes.

  • Por otro lado, sobre la capacidad del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para tutelar a estos menores, Pierre Coupeau indicó que, aunque la ley prohíbe la detención de niños y adolescentes, la saturación de los servicios del DIF limita su capacidad de ofrecer atención adecuada.

La ley es muy buena, lo repito, es la prohibición de la detención de niños y adolescentes en unos centros de detención, entonces tienen que ir a centros DIF, a albergues, pero la saturación es tremenda de los servicios DIF; entonces, al no tener esa capacidad, lo que suele hacer, el Instituto Nacional de Migración, es la deportación o la devolución… los vuelven a poner frente al peligro que estaba huyendo en su país”, denunció el experto.

  • Karen Pérez, coordinadora del Servicio Jesuita a Refugiados México, en Tapachula, reconoció que las cifras de las autoridades no pueden reflejar las cifras completas de menores debido a la porosidad de la frontera y a la falta de un sistema de registro preciso.
  • En cuanto a los riesgos de la migración de menores, la especialista indicó que hay una falta de espacios seguros y que las condiciones con las que viajan muchas familias son precarias.

“Los riesgos son altísimos. Estamos hablando de riesgos, de necesidades básicas, de salud, de seguridad. No hay espacios seguros para los menores, muchas de las familias que están llegando se encuentran en situación de calle (…) una de las situaciones que tiene el programa de pues en este caso del DIF, es que el personal es limitado, no tienen tantas personas que puedan atender los recursos, son limitados también; entonces, eso limita una respuesta integral para estas familias que están en situación de movilidad”, denunció la especialista.

  • Ambos reconocieron la importancia de aplicar los derechos internacionales de las personas migrantes y adoptar políticas sociales en lugar de enfoques militares, además de procesos migratorios más claros y rápidos, para mejorar las condiciones de los infantes extranjeros que atraviesan el país.

Según los datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, de la Secretaría de Gobernación, en el Boletín de Estadísticas sobre Delitos Perpetrados de Personas Irregulares, entre enero y noviembre de 2023, se registraron un total de 68 personas menores de edad extranjeras que manifestaron haber sido víctimas de delito en territorio mexicano.

Una realidad creciente 

De 2020 a 2022 -último año contabilizado, pues el análisis de la incidencia en 2023 aún está en proceso- los casos anuales pasaron de 830 a mil 993, un incremento del 140 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM).

  • El repunte detectado por la dependencia se tradujo en una investigación de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, dependiente de la Secretaría de Gobernación, cuyos resultados fueron presentados hace unos días en un foro internacional organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Se trata, en su mayoría, de menores de edad reclutados de manera forzada o mediante engaños por grupos del crimen organizado, una problemática ascendente abordada con anterioridad en estas páginas.

Circuito

Los NNA enganchados por estas redes son identificados por la autoridad migratoria como “menores en movilidad de circuito”, por la cantidad atípica de cruces hacia la Unión Americana y el número desbordado de devoluciones a México, procesadas por las dependencias estadounidenses. ¿La causa? Su uso forzado para guiar el paso de migrantes por la frontera.

  • En el lapso referido de tres años -2020 a 2022- el INM identificó al menos 581 menores involucrados en esta actividad, con nombre y apellido. Conforme a las investigaciones, un cruce exitoso puede representarles el pago por parte de las organizaciones delincuenciales de entre 100 y 400 dólares por migrante.
  • El aumento se ha dado pese a los programas sociales para jóvenes alardeados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el plan oficial de “Zona Libre” impulsado en los 3 mil 180 kilómetros de la frontera norte (con el objetivo, en el papel, de crear empleos y mejores oportunidades para la población de esa franja) y el endurecimiento de las medidas implementadas por la patrulla fronteriza.
  • Para definir el número de casos y de menores enrolados, el Instituto consideró cinco condicionantes: chicos entre 12 y 17 años, nacidos y cuyo destino de retorno fuera un municipio fronterizo, sin compañía durante el cruce, con escaso tiempo de permanencia en Estados Unidos y devoluciones constantes a México: al menos cuatro en un año.

“Si la intención de una niña, niño o adolescente es llegar y permanecer en Estados Unidos con fines laborales o de reunificación familiar, no tendría múltiples eventos en periodos muy cortos. Se diferencian de los no acompañados (en busca de su familia u opciones laborales o escolares) por el número atípico de devoluciones a estados fronterizos, tras estancias muy breves en territorio estadounidense”, señala el documento, titulado: ´Niñas, niños y adolescentes en movilidad de circuito, y su relación con el tráfico ilícito de personas migrantes´.

“Ellos van adquiriendo experiencia en la práctica de cruces fronterizos o trasiego de droga. Una vez complementada su actividad suelen regresar de forma voluntaria o por devolución a su lugar de origen, a través de puntos de repatriación oficiales”.

Reclutadores

En nueve de cada 10 casos, los NNA en esta condición reportaron una permanencia en Estados Unidos menor a 30 días. En el resto de los expedientes, las estancias no se extendieron más de tres meses.

Se ha acreditado la operación de reclutadores especializados al servicio de las bandas criminales, quienes emplean las amenazas y las promesas de dinero fácil para atraer a estos menores. En un segundo eslabón, se utilizan a personas cercanas a su entorno para convencerlos o forzarlos, como hermanos mayores, tíos, primos, o bien compañeros de escuela o amigos de la calle.

  • El interés de reclutar a niños y adolescentes es para obtener una ventaja jurídica, al no ser procesados por la vía penal. De acuerdo con la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, los chicos de entre 12 y 14 años están “exentos de responsabilidad penal”.
  • En el caso de 14 a 16 años, “el internamiento se utilizará como medida extrema y en los supuestos previstos en la ley”. Y de 16 a 18 años, sólo es posible una “medida cautelar de internamiento preventivo, hasta por cinco meses”.
  • Según el INM, sí se han interpuesto algunas denuncias penales por el delito de tráfico de personas en contra de NNA en movilidad de circuito, sobre todo en contra de quienes cuentan con antecedentes de múltiples ingresos irregulares a Estados Unidos. Sin embargo, los casos se pierden entre burocracia, vacíos y limitantes legales.

Cartera extensa

En el perfil delineado por el gobierno mexicano, los reclutados para este ilícito residen en colonias fronterizas, “lo que les permite tener conocimiento de la geografía local y de la dinámica del entorno”; y en su mayoría son adolescentes hombres. “El cruce de personas hacia el otro lado de la frontera muchas veces está relacionado con actividades familiares e históricas en el propio contexto fronterizo”.

  • Aunque la investigación se centró en el tráfico de migrantes, también arrojó datos sobre la cartera delictiva para la cual son reclutados los jóvenes: secuestro, cobro de cuotas, trata, robo, extorsión, derecho de piso, traslado de estupefacientes, elaboración de drogas sintéticas, distribución y venta (siembra, cultivo y cosecha de marihuana, amapola, coca, hongos, etc.), sicariato, halconeo, vigilancia de casas de seguridad e incluso adiestramiento a otros muchachos.

“Se da muchas veces el reclutamiento de niños a niños, entre pares, engañando a través de relaciones amorosas, extorsión, secuestro, ofertas de empleo. Se utilizan los entornos de convivencia como escuelas, parques, deportivos y mercados para atraer a gente de su misma edad”.

El 84 por ciento de las detenciones y procesos de devolución hacia México se realizaron desde el estado de Texas. Otras entidades donde se registraron detenciones fueron Arizona (9%) y California (6%).

El Instituto también documentó casos de NNA no fronterizos, algunos con más de 10 eventos de devolución en un año. Pero hay otras historias con cifras aún más descabelladas, las cuales habremos de contar; un vaivén incesante de niños al servicio de la criminalidad.

Los datos: 

  • Total de NNA mexicanos devueltos al país: 60,335
  • No acompañados: 47,702
  • Devueltos con origen en la frontera: 11,900
  • Devoluciones de NNA con movilidad de circuito: 4,216 (830 en 2020, 1393 en 2021 y 1993 en 2022)
  • Niños involucrados en estas redes: 581/Agencias-PUNTOporPUNTO

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