Si una sexta ola de COVID-19 en invierno y una temporada de influenza que amenaza con ser la más fuerte en años no es suficiente, surge una nueva preocupación para investigadores y el sector salud a nivel mundial: la tripledemia.
- El miedo a la tripledemia ya invade a los Estados Unidos de Norteamérica, que durante las últimas semanas ha registrado un incremento en la actividad epidémica de COVID-19 y un número alarmante de casos de virus respiratorio sincitial (VRS), o mejor conocido como el resfriado común.
- La tripledemia es, en pocas palabras, la coincidencia en el ambiente de los virus SARS-CoV-2 (que causa el COVID-19), del virus VRS y del virus de la influenza.
- “Estamos viendo números similares de COVID, influenza y VSR y eso es muy preocupante porque es muy temprano para que se inicie la temporada de gripe y VSR”, dijo a New York Times Diego Hijano, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en St. Jude Children’s Research Hospital.
“Va a ser un invierno duro”, aseveró.
Los países deben estar atentos a «triple amenaza»
Por otra parte, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, llamó a los países a implementar medidas que han probado ser eficaces para mantener la seguridad de las comunidades, como las vacunas, la vigilancia, el uso de mascarillas y el distanciamiento social, sobre todo en vísperas del período festivo.
«El aumento de solo una infección respiratoria es motivo de preocupación. Cuando dos o tres empiezan a afectar a una población de forma simultánea, esto debería ponernos a todos en alerta», dijo hoy durante una rueda de prensa.
- Los casos de COVID-19 han aumentado un 17% en la región durante la última semana, con aumentos en los fallecimientos en América del Sur y Centroamérica. La reducción en la cantidad de pruebas realizadas puede estar ocultando el verdadero número de infecciones.
«La situación puede cambiar rápidamente. Cada vez que nos dormimos en los laureles con este virus, corremos el riesgo de un resurgimiento. No podemos bajar la guardia», advirtió Etienne.
- Mientras tanto, los casos de influenza en América del Norte están aumentando y también se observa un incremento de casos fuera de temporada en el Cono Sur, sobre todo en Argentina y Uruguay, lo que supone una tensión inesperada para los sistemas sanitarios.
- Las infecciones por el VRS también se han incrementado considerablemente, lo que supone una carga para los sistemas sanitarios de Canadá, México, Brasil, Uruguay y Estados Unidos, con un impacto especial en niños y bebés menores de un año.
- La Dra. Etienne destacó que las estrategias utilizadas para limitar la propagación de la COVID-19, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, también se aplican a otras enfermedades respiratorias, como la causada por el VRS y para la cual no existe vacuna actualmente.
Los países además deben reforzar la vigilancia genómica de las enfermedades y seguir fomentando la vacunación contra la COVID-19 y la gripe, añadió.
Este año, el Fondo Rotatorio de la OPS ha adquirido para los Estados Miembros 39,5 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 y 31 millones de vacunas contra la gripe.
«Tenemos suficientes vacunas para mantenernos a salvo. Utilicémoslas», instó la Directora.
- En cuanto a otros brotes en las Américas, la Dra. Etienne informó que la situación del cólera en Haití sigue empeorando, con más de 700 casos confirmados desde principios de octubre, 7.000 casos sospechosos y 144 muertes.
La OPS continúa apoyando a Haití en la prestación de atención vital a los pacientes, el despliegue de personal sanitario y la facilitación del acceso a combustible para los centros de salud, pero otros países deben aumentar la vigilancia, advirtió la Directora.
Las infecciones de viruela símica han disminuido en la mayoría de los países gravemente afectados. La Dra. Etienne hizo un llamamiento a los países para que continúen abordando a las poblaciones que corren más riesgo, con el fin de “llevar los casos a cero lo antes posible».
En cuanto a la poliomielitis, la Directora de la OPS informó de que no hay más casos en la región, aunque la vacunación sigue siendo «históricamente baja».
«Debemos recordar que la poliomielitis se propaga de forma silenciosa y que no tiene cura ni tratamiento.»Las vacunas son nuestra mejor herramienta para prevenir esta enfermedad», dijo.
- A medida que nos acercamos a la temporada festiva de fin de año y a un aumento en los viajes, las personas deben permanecer atentas a todas estas amenazas para la salud y aprender de las lecciones de la COVID-19, dijo la Dra. Etienne.
«Tenemos las herramientas a nuestra disposición para limitar el impacto de las enfermedades respiratorias graves, y debemos seguir respondiendo a estas crisis como región. No demos por sentadas estas lecciones», concluyó.
Virus VSR amenaza con una nueva pandemia
El virus infecta a unos 64 millones de personas al año en todo el mundo. Pero supone un riesgo especialmente elevado para los adultos mayores de 65 años y los niños, quienes tienen más probabilidades de requerir hospitalización.
- En todo el mundo, el VRS causa unas 160 000 muertes al año, entre ellas más de 100 000 niños menores de cinco años. Todavía no hay una vacuna para la enfermedad ni ningún tratamiento disponible para uso general.
Pero hay soluciones en camino. Los expertos afirman que a finales de año podría aprobarse un tratamiento con anticuerpos monoclonales contra el VRS, y que podría lanzarse una vacuna a tiempo para la temporada de VRS de 2023.
- Pfizer dijo el 1 de noviembre que su vacuna tiene una eficiencia del 81% en los primeros 90 días de los recién nacidos y un 69% en los primeros seis meses de vida. La empresa pedirá la aprobación de su protocolo de vacuna del VRS a finales de 2022.
«Esto podría suponer un enorme cambio a nivel mundial», expresa Keith Klugman, director del programa de neumonía de la Fundación Bill y Melinda Gates, que financia la vacuna materna candidata de Pfizer.
Esto es lo que hay que saber sobre el VRS, por qué los casos son tan elevados y por qué los expertos dicen que estos nuevos avances son tan prometedores.
- Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., el VRS es un virus respiratorio que se propaga principalmente a través de la tos, los estornudos y otras formas de contacto cercano.
En los Estados Unidos, el VRS alcanza su punto álgido en los meses de invierno. Cualquiera puede contraer o contagiar el VRS, pero las personas con sistemas inmunitarios sanos suelen sufrir solo síntomas leves similares a los del resfriado.
Los adultos mayores con sistemas inmunitarios debilitados tienen más dificultades para evitar el virus, al igual que los niños pequeños, cuyos sistemas inmunitarios aún en desarrollo nunca han estado expuestos al patógeno. Así, estos grupos etarios son más propensos a sufrir infecciones graves por VRS, que pueden incluir síntomas como deshidratación y dificultad para respirar.
- «El VRS era inequívocamente la causa más importante de enfermedades respiratorias graves en bebés y niños pequeños» antes de la aparición de la COVID-19, afirma Kathleen Neuzil, directora del Centro de Desarrollo de Vacunas y Salud Global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
Los niños pequeños también son especialmente vulnerables porque sus vías respiratorias son estrechas: entre los niños menores de un año, el VRS es la principal causa de bronquiolitis, la inflamación de las vías respiratorias del pulmón.
No es inusual que en EE.UU. se produzcan tantos casos en una temporada de VRS, pero sí lo es que el VRS aumente tan pronto en el año. Neuzil sospecha que la culpa la tiene la COVID-19: «Ha causado verdaderos estragos en la estacionalidad de nuestros virus respiratorios».
Ahora que muchas personas ya no utilizan habitualmente mascarillas, los expertos plantean la hipótesis de que los virus han empezado a circular fuera de temporada simplemente porque las personas son más vulnerables a la infección después de dos años sin enfermar.
- Neuzil dice que no está claro si este cambio es permanente o si el VRS acabará volviendo a su patrón estacional normal, que comienza a mediados de septiembre pero alcanza su punto máximo desde finales de diciembre hasta mediados de febrero.
También está por ver si el aumento actual representa el pico de la temporada del VRS de este año o si lo peor está por llegar.
- Los investigadores llevan décadas intentando prevenir las muertes por VRS. Un esfuerzo en concreto por desarrollar una vacuna durante la década de 1960 fue un fracaso colosal: enfermó a los niños en lugar de protegerlos.
- Bill Gruber, vicepresidente senior de investigación y desarrollo clínico de vacunas en Pfizer, señala que entonces estaba claro que el objetivo era «atacar la parte comercial del virus», o la proteína que permite que el virus se fusione con la membrana de una célula pulmonar humana.
Pero el avance fundamental llegó en 2013, sostiene Gruber, cuando los científicos descubrieron que necesitaban estabilizar la proteína viral utilizada en la vacuna para mantenerla en su forma previa a la fusión. Esa es la idea que subyace a la mayoría de los tratamientos que se están desarrollando actualmente.
¿Sufrirá México de una tripledemia?
Aun cuando en México estamos en un momento relativamente favorable respecto a COVID-19, es importante resaltar que en las cinco olas que se han presentado en nuestro país existe como antecedente el aumento de la actividad epidémica en Europa y EU.
- Actualmente, en prácticamente en toda Europa, así como en algunas ciudades de EUA y Canadá se ha registrado un aumento considerable de contagios, por lo que es inevitable una sexta ola de COVID-19 en México.
- Además, al coincidir esto con el avance del otoño y el invierno, es altamente probable que otras infecciones respiratorias agudas propias de la temporada (como influenza y VSR) pueden provocar cuadros potencialmente graves en personas vulnerables, advirtió la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace unos días.
“Es un hecho que se viene una sexta ola de COVID. Ya empezó en Europa y así lo reportan los indicadores tempranos en Estados Unidos; en varias ciudades ya empezaron a detectar el virus en el drenaje, ese es el primer indicador de la actividad de la epidemia”, aseguró el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de Atención de Emergencias de la UNAM.
“Nosotros aquí en México todavía estamos con la inercia de la bajada de la quinta ola, pero vamos a empezar a ver más actividad, poco a poco y lo más probable es que para finales de noviembre empecemos a ver aumento en el número de casos”, sentenció el especialista.
Recomendaciones ante la tripledemia
Por lo anterior, la UNAM realizó una serie de recomendaciones para prevenir contagios, de cualquiera de las tres enfermedades:
- Completar el esquema de vacunación contra COVID-19 con los refuerzos que correspondan de acuerdo con la edad o condición de salud individual. Es conveniente que todas las personas mayores de 60 años, así como los de más de 18 con alguna enfermedad predisponente y todo el personal de salud tengan dos refuerzos. Y quienes sean mayores de 18 sin enfermedades predisponentes cuenten con un refuerzo adicional a su primer esquema, sin importar cuál o cuáles vacunas hayan recibido.
- Usar correctamente el cubrebocas al realizar actividades en espacios cerrados.
- Ventilar de manera permanente lugares cerrados donde se realicen actividades (abrir puertas y ventanas), así como tener higiene individual (lavado de manos, uso de gel, estornudo de etiqueta) y limpieza de instalaciones.
- Ante la presencia de síntomas de enfermedad respiratoria, evitar acudir a sitios de trabajo, estudio o esparcimiento, y suspender viajes, para reducir el riesgo de contagios. Buscar diagnóstico, y en caso de confirmar que sea COVID-19, guardar aislamiento mínimo siete días a partir del inicio de síntomas o la primera prueba diagnóstica positiva (lo que ocurra primero), y regresar a las actividades una vez completado este periodo, siempre y cuando se cumplan tres días sin fiebre (sin tomar medicamentos para ello).
- No automedicarse, vigilar la evolución e identificar oportunamente cualquier complicación.
¿Cómo diferenciar los síntomas de COVID-19, virus sincitial e influenza?
A pesar de que los síntomas de COVID son, en su mayoría, indistinguibles, estos son los signos más frecuente para detectarlo:
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza
- Congestión nasal
- Tos
- Estornudos
- Fiebre
- Secreción nasal
- Fatiga
- Pérdida del olfato y/o el gusto
- Dificultad para respirar
- Diarrea
Los síntomas del virus sincitial
Los signos y síntomas del virus respiratorio sincicial con más frecuencia aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. Según Mayo Clinic, en los adultos y los niños mayores, el virus sincitial causa síntomas como:
- Nariz congestionada o que gotea
- Tos seca o intensa
- Fiebre baja
- Dolor de garganta
- Estornudos
- Dolor de cabeza
- Dibilancia al respirar, un sonido agudo que, generalmente, se escucha al exhalar
- Respiración rápida o dificultad al respirar
- Cansancio inusual (letargo)
Los síntomas de la influenza
Los signos y síntomas de la influenza suelen aparecer de manera repentina. Las personas enfermas a menudo tienen algunos de estos síntomas:
- Fiebre o sentirse afiebrado/con escalofríos
- Tos
- Dolor de garganta
- Mucosidad nasal o nariz tapada
- Dolores musculares y corporales
- Dolor de cabeza
- Dolor al tragar
- Dolor en el pecho
- Dolor de estómago
- Fatiga (cansancio)
- Algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos./Agencias-PUNTOporPUNTO