Conflictos Internos DESPLAZA a +60 MILLONES MUJERES y NIÑAS; muchas enfrentan alto RIESGO de VIOLENCIA

Entre las violencias a las que las mujeres se exponen en estos circuitos migratorios, el informe destaca las de carácter físico, psicológico, sexual, económico e institucional.

Más de 60 millones de mujeres y niñas desplazadas o que son apátridas se enfrentan a un alto riesgo de violencia de género, y el financiamiento para los servicios vitales que les prestan apoyo es lamentablemente escaso, advirtió la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados (Acnur).

  • Según el organismo, las denuncias por violencia sexual relacionada con los conflictos aumentaron 50 por ciento este año respecto de 2023, y las mujeres y las niñas representaron 95 por ciento de los casos verificados.
  • Sin embargo, estas cifras representan una pequeña fracción de la realidad, ya que muchos hechos no se denuncian, apuntó la Acnur. En lugares remotos el acceso humanitario está cortado o los recursos y la asistencia son escasos. El acceso a la justicia también sigue siendo limitado y los supervivientes temen represalias y marginación social, dijo la portavoz de la agencia, Shabia Mantoo, en una entrevista publicada en la página web de la ONU. Detalló también que los trabajadores que operan en situaciones de conflicto reciben noticias constantes de supervivientes que han sufrido violencia brutal, tortura, explotación y violencia sexuales y otros horrores, incluso como arma de guerra.

En la República Democrática del Congo, por ejemplo, los cuerpos de mujeres y niñas se han convertido en una extensión del campo de batalla en medio de la violencia cíclica y el empeoramiento de la inseguridad, aun en los lugares de desplazamiento.

En Chad, las mujeres han denunciado haber sido violadas mientras huían del conflicto en Sudán, citó Mantoo. En Afganistán, las crecientes restricciones a las mujeres y niñas, las altas tasas de violencia doméstica y el empeoramiento general de la situación económica están contribuyendo a una crisis de salud mental, y los socios de la Acnur informan de un aumento del número de pacientes que buscan ayuda.

Las refugiadas y migrantes que se desplazan por las rutas hacia el Mediterráneo siguen denunciando que se enfrentan a la violencia y la explotación sexuales, la esclavitud y la trata de personas. Los organismos humanitarios estiman que 90 por ciento son violadas.

Maltrato doméstico

Mientras, las supervivientes que han huido a los países vecinos suelen permanecer en situaciones precarias debido a los riesgos adicionales de violencia de género que pueden afrontar durante su desplazamiento, así como a las demoras en el acceso a los servicios. Además de la violencia sexual relacionada con el conflicto, las mujeres y las niñas desplazadas también se enfrentan a altos riesgos de violencia de pareja. En determinados entornos de desplazamiento se estima que los riesgos para ellas son 20 por ciento superiores a los de las no desplazadas, precisó la portavoz de Acnur.

  • Por otra parte, las formas interrelacionadas de discriminación también aumentan los riesgos. Por ejemplo, las mujeres y niñas con discapacidad; las que viven en la pobreza o que tienen orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género o características sexuales diversas, añadió.
  • Mantoo argumentó que las medidas tempranas y efectivas de prevención y respuesta a la violencia de género hacia las afectadas por el desplazamiento forzado y el conflicto salvan y cambian vidas, pero hizo hincapié en que el financiamiento está muy por debajo de las necesidades.
  • La Acnur ha destacado especialmente este problema durante los Dieciséis días de activismo contra la violencia de género, campaña mundial anual que se lleva a cabo del 25 de noviembre al 10 de diciembre.

La Agencia teme que sin el financiamiento adecuado, millones de mujeres y niñas desplazadas por la fuerza no puedan acceder a servicios esenciales el próximo año.

Las mujeres son ya la mitad de los migrantes del mundo

Con el título ‘Invisibilizadas: mujeres migrantes en el choque de fronteras’, este trabajo busca dar a conocer la realidad de violencia y el incumplimiento de los derechos humanos al que se enfrentan las mujeres migrantes en Centroamérica y el norte de África.

Entre las violencias a las que las mujeres se exponen en estos circuitos migratorios, el informe destaca las de carácter físico, psicológico, sexual, económico e institucional.

Una de las coautoras del trabajo, Sara Diego, define este conjunto de violencias como «basadas en género”, y asegura que existen contextos migratorios que favorecen la vulnerabilidad de las mujeres, especialmente en el caso de aquellas que viajan solas.

«En rutas terrestres como las africanas o la centroamericana, muchas mujeres asumen la violencia sexual como un precio que toca pagar. A menudo, las que viajan solas ‘identifican’ a un hombre como su pareja y se comprometen a mantener relaciones con él a cambio de protección”, explicó a EFE Sara Diego. Testimonios como este, insiste Diego, son la «base” y el «principal valor” del informe, cuyo objetivo es «asegurar el respeto de los derechos humanos y de género” de las mujeres a lo largo de todo el «proceso migratorio”.

  • Según Naciones Unidas, en 2020 más de 146 millones de mujeres vivían fuera de sus países de origen de forma involuntaria; Angie Torres, activista colombiana de los derechos humanos y el medio ambiente, es una de ellas. Torres (1999) nació en Buenaventura, pero pronto se mudó a Tumaco, ciudad próxima a la frontera con Ecuador y bastión del narcotráfico y el contrabando en el sur de Colombia.

El «hostigamiento” que su familia recibió por parte de «grupos armados” los obligó a abandonar Colombia rumbo a Ecuador; pese a las facilidades que encontraron para regularizar su situación, Torres recuerda sentirse «perdida” a su llegada al país vecino, relató a EFE.

«Aunque existían redes de apoyo, como migrantes recién llegados a un sitio completamente nuevo no sabíamos dónde buscar. Además, tuvimos que enfrentarnos a un ‘choque xenofóbico’ y unos estereotipos por ser colombianos”. En calidad de «mujer, negra y migrante”, Torres instó a las autoridades de la región a defender el derecho de asilo, el principio de no devolución y la búsqueda de soluciones duraderas, tal y como establece la Declaración de Cartagena.

Se eleva el número de refugiadas y migrantes en riesgo de sufrir violencia de género en las Américas

En las Américas, hay 73.5 millones de migrantes internacionales y 22.1 millones de personas desplazadas forzosamente, con necesidades de protección internacional, o en necesidad de asistencia humanitaria. De ellas, se estima que el 46% – casi 10 millones- son mujeres, adolescentes y niñas.

“Los motores de la movilidad humana y del desplazamiento forzado están definidos por las vulnerabilidades preexistentes, las desigualdades, y los roles tradicionales de género. En particular, las mujeres y niñas se ven afectadas por oportunidades laborales limitadas, por los efectos del cambio climático; por una mayor exposición a la violencia basada en género en contextos de crimen organizado, cuando esta es una táctica para el ejercicio del control territorial por parte de grupos criminales organizados; y por la necesidad de protegerse a sí mismas y a sus familias, exponiendo a las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBTIQ+ a un continuum de violencias en el origen, en el tránsito y en las comunidades de destino”, advirtió María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

  • Tan solo durante el 2023 en Norteamérica, Centroamérica, el Caribe y Suramérica se reportan 1094 personas migrantes que han perdido la vida, de las cuales el 14% corresponde a mujeres y el 41% a casos sin identificar.
  • Durante el tránsito y en las comunidades de acogida, las mujeres, adolescentes y niñas utilizan rutas frecuentemente inseguras en donde sus derechos se ven condicionados por la falta de servicios básicos como salud, salud sexual y reproductiva, educación y cuidado. Las rutas de desplazamiento desoladas o altamente militarizadas y la falta de presencia institucional hacen a las mujeres, adolescentes y niñas más vulnerables a la trata de personas con fines de explotación sexual, a la violencia y a la desaparición forzada.
  • Según una encuesta regional de mujeres en situación de movilidad, el 62% manifestó sentirse insegura o muy insegura durante el viaje y una de cada tres señaló sentirse insegura en el lugar de destino.

“En situaciones de desplazamiento forzado y movilidad humana, el riesgo de sufrir violencia de género aumenta significativamente, afectando de manera desproporcionada a mujeres, niñas y personas LGBTIQ+. La falta de presencia institucional en las rutas de desplazamiento aumenta este riesgo, exponiéndolas a amenazas como la violencia sexual, violencia física y desaparición forzada. Un enfoque de prevención y respuesta integral es clave para proteger sus derechos y seguridad en estas situaciones críticas”, sostuvo el Director Regional de ACNUR para las Américas, José Samaniego.

“En América Latina y el Caribe, una de cada cuatro personas en movilidad es un niño o una niña, la proporción más alta en el mundo. Ellos han dejado sus hogares, sus escuelas y, a veces, sus familias para enfrentar una ruta llena de peligros”, afirmó Garry Conille, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.

“Aún más vulnerables son las adolescentes refugiadas y migrantes, que ahora son más de 900.000 en toda la región. Cada día ellas sufren más violencia sexual, trata de personas con fines de explotación laboral, matrimonio forzado y uniones tempranas”, agregó Conille./Agencias-PUNTOporPUNTO

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