AGENCIAS
El comercio informal es el gran problema que enfrenta la economía mexicana, que además debe ser prioritario en el debate sobre un eventual incremento al salario mínimo, consideró la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).
Pedro Borda Hartmann, director general de la agrupación, planteó que ante la tentación de promover un aumento en el salario mínimo como una medida de Estado o de gobierno de algunas entidades como el Distrito Federal, será prudente fortalecer antes la formalidad.
“México necesita fortalecer su economía buscando incorporar a la economía formal a todas aquellas empresas, medianas o pequeñas, que no lo están. Así, los trabajadores estarían en condiciones de mejorar sus salarios y la calidad de vida de sus familias”, puntualizó.
En entrevista, comentó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los seis millones y medio de personas que viven con el ingreso equivalente al salario mínimo, el total se encuentra en el sector informal.
“El mercado laboral se ha recargado en la economía informal y esto tiene consecuencias a todos los niveles, especialmente porque se produce un desequilibrio económico que lesiona el tejido social”, explicó.
Indicó que la mayoría de los trabajadores del sector formal, en promedio, obtienen tres veces el salario mínimo general y sólo siete por ciento de la población gana un salario mínimo en la formalidad.
El directivo de la Amedirh remarcó que la informalidad es el problema de fondo y, en cambio, el monto del salario mínimo y su poder adquisitivo son parte de los síntomas.
“Los bajos niveles de productividad se explican también por las condiciones en que se genera la economía mexicana, muchas veces al margen de lo que establece el marco legal”, indicó.
Expuso que el cuestionamiento al movimiento en los salarios mínimos vigentes viene de la mano de la expectativa de alcanzar un nivel de crecimiento nacional que no se espera rebase cuatro por ciento.
Pedro Borda indicó que el desarrollo está ligado con la productividad y si no se consolida esta última se corre el grave riesgo de crear una burbuja inflacionaria con una crisis de precios como las que ya se han conocido en otros episodios de la vida nacional.
Sostuvo que es necesario dar un seguimiento puntual a las determinaciones que se toman en el Banco de México al respecto.
“Ya tenemos ejemplos de qué es lo que sucede cuando hay un aumento por decreto. No ha funcionado. Recordemos los incrementos hasta del 30 por ciento que generaron inflación de cerca de 100 por ciento”, refirió.
Subrayó que la Amedirh reconoce que la nivelación de los salarios mínimos generales requiere de un análisis debido a las múltiples variables y factores asociados a ese indicador clave de la economía.
Por tanto, exhortó para que el Comité Nacional de Productividad también convoque la participación de instituciones dedicadas a la gestión del talento, como esa asociación, entre todos los actores sociales.
“Se debe reconsiderar un conjunto sólido de soluciones a un tema siempre polémico pero que no deja lugar a decisiones fáciles a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami)”, concluyó Pedro Borda.