Ciudades Representativas de diferentes CONTINENTES enfrentan los efectos del CLIMA EXTREMO

de las ciudades frente al cambio climático. Las infraestructuras urbanas deben renovarse para adaptarse a las condiciones climáticas cada vez más impredecibles

En los últimos años, el cambio climático pasó de ser una preocupación ambiental global a una crisis palpable en las principales urbes del mundo. Ciudades emblemáticas de diferentes continentes, como Madrid, Shanghái y Dallas, enfrentan con creciente intensidad los efectos de fenómenos meteorológicos extremos.

  • Según un reciente informe, las grandes urbes están experimentando oscilaciones peligrosas entre climas extremadamente secos y lluvias torrenciales, un fenómeno que podría tener consecuencias devastadoras para millones de personas.
  • El estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol y la Universidad de Cardiff, analiza las ciudades más pobladas del planeta, revelando que el 95 % de ellas muestra una clara tendencia hacia un clima cada vez más húmedo o seco.

Este cambio climático no solo afecta el bienestar de los habitantes, sino que también pone a prueba la capacidad de las ciudades para hacer frente a fenómenos como las inundaciones y las sequías prolongadas, que ya están alterando la vida cotidiana de millones de personas.

Ciudades más vulnerables a las fluctuaciones climáticas

El informe destacó que varias de las ciudades más grandes del mundo están experimentando cambios climáticos sorprendentes. En particular, las ciudades de Asia y el sureste asiático son las que más percibieron el impacto de lluvias más intensas, como es el caso de Shanghái y Bangkok.

  • Mientras tanto, las regiones de Europa, la península Arábiga y gran parte de Estados Unidos se enfrentan a sequías prolongadas que están agravando la escasez de agua y afectando el suministro agrícola y energético.
  • Este fenómeno es conocido como “latigazo climático”, debido a la rápida alternancia entre extremos climáticos, que dificulta la preparación y adaptación de las infraestructuras urbanas.

Ciudades como Madrid, El Cairo y Riad se encuentran entre las más afectadas por este cambio radical en las condiciones climáticas. Las secuelas incluyen la escasez de agua potable, la interrupción del suministro de alimentos y el colapso de los sistemas de saneamiento.

  • “Uno de los principales retos que enfrentan las ciudades es su incapacidad para adaptarse rápidamente a los cambios bruscos de temperatura y clima”, explicó la profesora de la Universidad de Bristol, Katerina Michaelides, a The Guardian.

A medida que las temperaturas globales aumentan, las ciudades se ven más expuestas a fenómenos climáticos que alteran gravemente las condiciones de vida. “El calentamiento global está transformando las ciudades de maneras radicales y no predecibles”, enfatizó Michaelides.

El impacto en las infraestructuras urbanas

Las ciudades con infraestructuras ya deterioradas o insuficientes, como Karachi en Pakistán o Jartum en Sudán, son las que más sufren los efectos del cambio climático. Las sequías severas y las lluvias intensas provocan el colapso de los sistemas de distribución de agua y la contaminación del agua potable, lo que lleva a una crisis sanitaria en muchos de estos lugares.

  • El informe también resalta que el cambio climático puede desplazar comunidades enteras y propagar enfermedades. En algunas regiones, las inundaciones desbordaron los sistemas de alcantarillado, propagando enfermedades transmitidas por el agua, como la disentería y el cólera.
  • Esto afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables que carecen de acceso a servicios básicos de salud y saneamiento.
  • El profesor, Michael Singer de la Universidad de Cardiff, afirmó a The Guardian que “este fenómeno de oscilación climática no es exclusivo de las regiones más cálidas, sino que se extiende también a zonas templadas, donde el clima más húmedo o seco impacta de forma notable».

En la investigación citada anteriormente, se documentaron casos como el de Hangzhou, en China, que experimentó un cambio abrupto de condiciones extremas, afectando a los residentes y complicando la recuperación ante desastres naturales.

Las sequías y su impacto en la seguridad hídrica

Una de las principales preocupaciones derivadas de este cambio climático es la creciente escasez de agua. En ciudades como Los Ángeles, París y Ciudad del Cabo, la sequía está afectando seriamente el abastecimiento de agua potable y colocando en situación de peligro la seguridad hídrica de millones de personas.

  • Las sequías prolongadas no solo afectan el acceso al agua potable, sino que también perturban la producción agrícola, causando aumentos en el precio de los alimentos y otros bienes esenciales.
  • Las sequías prolongadas también pueden generar apagones eléctricos en lugares que dependen de la energía hidroeléctrica para abastecerse.
  • A medida que los niveles de los embalses disminuyen debido a la falta de lluvia, las infraestructuras de energía se ven amenazadas, afectando el suministro de electricidad tanto para las industrias como para los hogares.

Acción urgente para la adaptación y la resiliencia

El informe subrayó la necesidad de adoptar medidas urgentes para fortalecer la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático. Las infraestructuras urbanas deben renovarse para adaptarse a las condiciones climáticas cada vez más impredecibles, con especial énfasis en la protección contra inundaciones y la creación de reservas de agua. Estas acciones son esenciales para garantizar el acceso continuo a recursos hídricos, dado el aumento de fenómenos climáticos extremos.

  • La ONG WaterAid, que participó en el análisis, señala que la amenaza del “día cero”, cuando los recursos de agua se agoten, se está acercando rápidamente.
  • Según su directora ejecutiva, Sol Oyuela, la crisis del agua no solo tendrá consecuencias sobre la salud y el bienestar de las personas, sino también sobre la seguridad global.

Oyuela enfatizó: “Las comunidades deben estar preparadas para lo que está por venir. Es fundamental que se tomen medidas colectivas urgentes para protegernos de estos desastres climáticos”.

La influencia del cambio climático en los desastres naturales

  • Según la red de científicos World Weather Attribution (WWA), de referencia en los estudios sobre la influencia del cambio climático en los desastres naturales, casi todas las grandes catástrofes analizadas estos 12 últimos meses se vieron exacerbadas por las consecuencias de las emisiones de gas de efecto invernadero de la actividad humana.

Los impactos del calentamiento causado por las energías fósiles nunca fueron tan claros ni tan devastadores como en 2024. Vivimos en una nueva era peligrosa, señaló Friederike Otto, climatóloga responsable de WWA

41 días de calor extremo

La gente en todo el mundo sufrió un promedio de 41 días adicionales de calor extremo este año debido al cambio climático causado por el hombre, según un grupo de científicos que afirmaron también que el cambio climático empeoró gran parte del clima extremo durante 2024.

  • El análisis de los investigadores de World Weather Attribution y Climate Central llega al final de un año que batió un récord climático tras otro, ya que el calor en todo el planeta hizo que 2024 sea probablemente el año más caluroso jamás registrado y una serie de otros fenómenos meteorológicos letales dejaron a pocos indemnes.

“El hallazgo es devastador pero totalmente previsible: el cambio climático sí jugó un papel, y a menudo un papel importante, en la mayoría de los eventos que estudiamos, haciendo que el calor, las sequías, los ciclones tropicales y las fuertes lluvias sean más probables y más intensos en todo el mundo, destruyendo las vidas y los medios de subsistencia de millones y a menudo de un número incalculable de personas”, dijo Friederike Otto, responsable de World Weather Attribution y científica climática del Imperial College, a reporteros acerca de sus conclusiones.

Mientras el mundo siga quemando combustibles fósiles, esto solo empeorará”.

  • Millones de personas soportaron un calor sofocante este año. El norte de California y el Valle de la Muerte se cocieron. Las altas temperaturas diurnas abrasaron México y Centroamérica.
  • El calor puso en peligro a los niños ya vulnerables en África Occidental. Las temperaturas en ascenso en el sur de Europa obligaron a Grecia a cerrar la Acrópolis. En los países del sur y sureste de Asia, el calor obligó al cierre de escuelas.

La Tierra experimentó algunos de los días más calurosos jamás registrados y su verano más caluroso hasta la fecha, con una racha de calor de 13 meses que apenas se rompió.

  • Para realizar su análisis de las temperaturas, el equipo de científicos internacionales voluntarios comparó los registros diarios alrededor del mundo en 2024 con las temperaturas que se habrían esperado en un mundo sin cambio climático.
  • Los resultados aún no han sido revisados por otros científicos, pero los investigadores emplean una metodología revisada. Algunas zonas registraron 150 días o más de calor extremo debido al cambio climático.
  • Los países más pobres y menos desarrollados del planeta son los lugares que registran cifras aún más elevadas», dijo Kristina Dahl, vicepresidenta de ciencia climática en Climate Central.

Y lo que es peor, las muertes relacionadas con el calor a menudo no se reportan.

“La gente no tiene por qué morir en olas de calor. Pero si no podemos comunicar de forma convincente, ‘pero en realidad mucha gente está muriendo’, es mucho más difícil crear conciencia”, apuntó Otto. “Las olas de calor son, con diferencia, el fenómeno extremo más letal, y son los fenómenos extremos donde el cambio climático supone un verdadero cambio».

  • Según los científicos, este año fue una advertencia de que el planeta se está acercando peligrosamente al límite de calentamiento de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) del Acuerdo de París, frente a la media preindustrial.
  • Se espera que la Tierra supere pronto ese umbral, aunque no se considerará superado hasta que se mantenga durante décadas.
  • Los investigadores examinaron de cerca 29 fenómenos meteorológicos extremos este año que se cobraron la vida de al menos 3.700 personas y desplazaron a millones, y encontraron que 26 de ellos tenían vínculos claros con el cambio climático.

El patrón climático de El Niño, que calienta de forma natural el océano Pacífico y modifica el clima en todo el mundo, hizo que algunos de estos fenómenos fuesen más probables a principios de año.

Pero los investigadores apuntan que la mayoría de sus estudios determinaron que el cambio climático jugó un papel más importante que ese patrón. Las aguas oceánicas cálidas y el aire más cálido alimentaron tormentas más destructivas, indicaron, mientras que las temperaturas provocaron muchos aguaceros récord.

Jennifer Francis, científica climática del Centro de Investigación Climática Woodwell en Cape Cod que no participó en la investigación, dijo que la ciencia y los hallazgos eran sólidos.

El clima extremo seguirá siendo más frecuente, intenso, destructivo, costoso y mortal, hasta que podamos reducir la concentración de gases que atrapan el calor en la atmósfera”, afirmó.

  • El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente indicó en otoño que, si no se toman medidas, se podría esperar un aumento significativo de los fenómenos climáticos extremos, ya que este año se ha enviado más dióxido de carbono que calienta el planeta a la atmósfera al quemar más combustibles fósiles que el año pasado.
  • Pero las muertes y los daños causados por los fenómenos meteorológicos extremos no son inevitables, dijo Julie Arrighi, directora de programas del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y que formó parte de la investigación.
  • “Los países pueden reducir esos impactos preparándose para el cambio climático y adaptándose a él, y aunque los desafíos que enfrentan los distintos países, sistemas o lugares varían en todo el mundo, vemos que cada país tiene un papel que desempeñar”, agregó.

Grandes inundaciones 

El calentamiento climático no es sólo sinónimo de altas temperaturas: los océanos más cálidos aumentan la evaporación del agua y una atmósfera más caliente retiene más humedad (hasta 7% más por 1 °C), lo que provoca lluvias torrenciales.

  • En abril, en Emiratos Árabes Unidos cayó el equivalente de dos años de lluvia en un solo día. Estas lluvias inundaron grandes zonas de este país desértico y paralizaron el aeropuerto de Dubái.
  • En el oeste y el centro del continente africano, cuatro millones de personas necesitaron ayuda humanitaria después de que unas inundaciones históricas causarán más de mil 500 muertos.

En Europa también se produjeron riadas devastadoras, especialmente en España y en la región de Valencia.

Afganistán, Rusia, Brasil, China, Nepal, India, Estados Unidos… son algunos de los países que también sufrieron inundaciones en los últimos 12 meses.

Ciclones y huracanes más intensos

El calentamiento de la superficie de los océanos aumentó la intensidad de los ciclones tropicales.

  • En la temporada 2024 se registró una actividad por encima de la media y grandes huracanes como Milton, Beryl y Helene asolaron el sur de Estados Unidos y los países del Caribe.
  • En el Pacífico, Filipinas fue golpeada por seis grandes tormentas hacia el final del año y el sudeste asiático sufrió el embate del supertifón Yagi en septiembre.
  • El ciclón Chido, que asoló Mayotte y Mozambique en diciembre, hubiera sido menos potente sin los efectos del cambio climático, según un estudio preliminar. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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