TEXTO ÍNTEGRO: Urge realizar una REFORMA FISCAL INTEGRAL que logre “subir” INGRESOS PÚBLICOS

Aunque en los últimos años México ha reducido la brecha respecto a la media de los países que conforman la OCDE con relación a la proporción de los ingresos tributarios en el PIB, la distancia aún es significativa, destaca una nota de la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD).

La terminación de obras prioritarias del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como lo es el Tren Maya, así como un recorte en las tasas de interés promedio, podrá reducir el déficit público en 1.1% del Producto Interno Bruto (PIB) en el siguiente año, indicó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

  • En un nuevo análisis, la organización civil indicó que la reducción del déficit gracias a estos dos factores sería insuficiente para alcanzar el objetivo que se plantea para la consolidación fiscal del siguiente año, que implica bajar los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 5.9 a 3.0% del PIB.

“Lo anterior (reducción de tasas y término de obras) daría una reducción total de 1.1% del PIB para el 2025. Aun así, la consolidación fiscal necesitaría reducir todavía un 1.8% para que el déficit se encuentre en los niveles requeridos para la consolidación fiscal”, señaló el CIEP en su análisis.

  • Este año, el techo de endeudamiento aprobado por el Congreso de la Unión es de 1.9 billones de pesos en el mercado interno, mientras que para el endeudamiento externo lo autorizado fue por 18,000 millones de dólares.
  • Hacienda, a cargo de Rogelio Ramírez de la O – quien repetirá su papel en el gobierno de Claudia Sheinbaum para solucionar la consolidación fiscal – explicó que este monto se debe a un mayor gasto en inversión física que se utilizaría para concluir las obras pendientes y, de esta manera, no heredarlas a la siguiente administración.
  • Ante ello, los RFSP se ubicarán en un nivel no visto en al menos las tres décadas que Hacienda informa sobre ellos, por lo que existe la duda de cómo lograrán bajarlo el siguiente año.

Los retos no sólo provienen de encontrar los mecanismos para reducir el déficit, sino de prepararse ante el próximo cambio demográfico. Particularmente, desde 1993, aunque el PIB haya crecido, en promedio, 2.2 % anual, esto se ha debido a una mayor presencia de trabajadores (por el bono demográfico) y no a una mayor productividad de los mismos”, indicó el CIEP.

Recortes al gasto

Una de las vías con las cuales se busca reducir el déficit es a través de más recortes al gasto público, sobre todo ante la promesa de Sheinbaum de que seguirá con la narrativa de austeridad en el presupuesto, algo implementado por López Obrador desde el inicio de su sexenio.

  • De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de este año, el gasto total alcanzará un nivel de 26.7% del PIB; de este monto, 63.3% de este gasto son compromisos ineludibles, que comprenden el costo financiero de la deuda (3.3% del PIB), los gastos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) (3.7%), las participaciones a las entidades federativas (4.0%) y pensiones (5.9 por ciento).

El monto restante son gastos no ineludibles, de los cuales 3.3% del PIB se destina a la educación, 2.9% del PIB a salud, 1.7% a inversiones, y 2.0% a otros gastos.

  • “Dentro de otros gastos, el 53.9% son servicios personales (1.3% del PIB); 21.2% son subsidios y transferencias, y 20.2% son gastos generales. Si bien no se sabe cuánto podrían reducirse para el 2025, por ejemplo, una reducción de 25% significaría un ahorro de 0.3% del PIB. Adicionalmente, si las inversiones se redujeran en 0.5 % del PIB, como se propone, se alcanzarían los niveles más bajos de inversión, al menos, desde 2013”, expresó el CIEP.

Por otro lado, expuso que si se disminuye el gasto de inversión en 0.5% del PIB, el costo financiero de la deuda en 0.6% y se aumenta la recaudación en 0.8% del PIB por un combate a la informalidad, aún quedaría pendiente una reducción del déficit en 1.0% del PIB para lograr la meta de consolidación fiscal.

Necesaria una Reforma Fiscal

Ante los desafíos planteados para el siguiente gobierno para bajar el déficit, el CIEP indicó que es necesaria una reforma fiscal integral que logre incrementar los ingresos públicos y así enfrentar las presiones y necesidades en el gasto público.

“Para una consolidación fiscal efectiva y sostenible es necesario llevar a cabo una reforma fiscal integral, con discusiones sobre la ampliación de la base tributaria y sobre mejoras en la eficiencia del gasto. Debe considerarse la equidad fiscal, con cargas y beneficios justos entre todos los sectores sociales y entre las generaciones presentes y futuras”, señaló el CIEP.

  • Esto se da en una coyuntura donde la actual administración se negó a llevar a cabo una reforma fiscal y, en su lugar, implementó Misceláneas Fiscales – modificaciones a ciertas leyes fiscales – para combatir la evasión fiscal, con lo cual eliminó, por ejemplo, la compensación universal y puso en marcha una agresiva fiscalización a grandes contribuyentes.

En tanto, Claudia Sheinbaum también se ha expresado en contra de implementar una reforma fiscal, al menos, al inicio de su sexenio, pese a las recomendaciones que se han hecho en materia.

IVA, IEPS e importaciones impulsaron los Ingresos Públicos

El crecimiento en la recaudación tributaria, entre enero y julio de este año, impulsó a los ingresos públicos que resultaron mayor a lo programado, de acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

  • El Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública a julio mostró que, en los primeros siete meses del año, las arcas del gobierno obtuvieron, a través de diferentes conceptos, 4 billones 440,420 millones de pesos, lo que resultó crecimiento anual de 3.3 por ciento.
  • La dependencia, a cargo de Rogelio Ramírez de la O, señaló que lo obtenido en el periodo resultó en 49,879 millones de pesos por arriba de lo programado.
  • El resultado se debió, principalmente, al crecimiento de los ingresos tributarios, principalmente de la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y los que se cobran a las importaciones.

“Entre enero y julio, los ingresos tributarios aumentaron 6.1% real anual, impulsados principalmente por la recaudación del IVA, el impuesto a las importaciones y el IEPS de combustibles, lo que refuerza la capacidad del gobierno para financiar el gasto público sin aumentar la deuda”, expresó la dependencia.

  • El informe de finanzas mostró que en el periodo lo recaudado por la hacienda pública a través del pago de impuestos de los contribuyentes sumó 2.9 billones de pesos, lo que representó un crecimiento de 6.1% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
  • Al interior, el impuesto que mostró el mayor crecimiento en su recaudación fue el del IEPS, con un aumento de 44.8% anual, lo que se explicó principalmente por el impuesto especial que se cobra a las gasolinas, cuyos estímulos fiscales han sido menores este año en comparación con los niveles registrados en año pasado, lo que ha derivado en que se cobre más del gravamen.

En tanto, los impuestos que se han obtenido a través de las importaciones dejaron a las arcas del gobierno 33% más, en comparación anual, mientras que el IVA creció 6.2 por ciento.

Sin embargo, el Impuesto sobre la Renta (ISR) continuó con caídas. Entre enero y julio reportó una disminución de 0.3% anual, además de quedar por debajo de lo programado.

Beneficios a Pemex pasan factura a petroleros

Del lado de los ingresos petroleros, en el periodo se observó nuevamente una caída en comparación anual ante la disminución, este año, del Derecho de Utilidad Compartida (DUC), además de las prórrogas que se le ha dado a Petróleos Mexicanos (Pemex) para pagar sus impuestos.

  • Entre enero y julio el petróleo dejó al erario público un total de 604,892 millones de pesos, lo que resultó en una disminución anual de 7.9 por ciento.

“De enero a julio del 2024, los ingresos petroleros del gobierno federal sumaron 97,000, el peor nivel que se tenga registro desde 1990. La causa: la reducción del DUC a Pemex. Además, el gobierno devolvió a Pemex 158,100 millones de pesos vía transferencias. Así, el Estado terminó con pérdidas por 61,000 millones”, destacó la organización México Evalúa.

  • En el actual sexenio, el gobierno ha apoyado de diversas maneras a Pemex, una de las petroleras más endeudadas del mundo, para tratar de solucionar su situación financiera.

Ha sido a través de transferencias y reducciones en la tasa del DUC –que pasó de 65 a 30%– que el gobierno ha dado un apoyo de 2.1 billones de pesos, lo que representa 6.1% del Producto Interno Bruto (PIB).

“Los ingresos petroleros registraron una disminución real anual de 7.9% durante enero-julio, derivado de una menor producción de crudo y un menor precio del gas natural, que se compensaron parcialmente con un mayor precio del petróleo. Al interior, los ingresos de Pemex crecieron en 23.2% real, como resultado de las medidas adoptadas para mejorar la situación financiera de la empresa”, detalló Hacienda por su parte.

Expertos ven menos ingresos tributarios y mayores niveles de deuda y déficit

Los ajustes a la baja en las proyecciones de crecimiento económico en México pintan un panorama de mayor deterioro para las finanzas públicas al cierre de este año y para 2025, con un aumento en la razón deuda/PIB, e incluso, si las cosas se ponen peor, habría el riesgo de que el país pierda el grado de inversión, advirtieron analistas.

Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa, recalcó que “el balance de riesgos a la baja en el crecimiento económico es algo que presiona de manera significativa las finanzas públicas”.

Expuso que si se recorta la proyección de crecimiento del 3 al 1.5 por ciento del PIB para el presente año, habrá un faltante automáticamente en ingresos fiscales de 73 mil millones de pesos.

  • John Soldevilla, director de Ecobi, estimó que con un crecimiento económico de solo 1.5 por ciento este año, la deuda pública crecería a 52.3 por ciento del PIB. A inicios de año, el economista proyectaba un aumento del PIB de 2.4 por ciento y la deuda en casi 50 por ciento del tamaño de la economía.
  • Proyectó que con un avance del PIB de 1.2 por ciento en 2025, la deuda se elevaría a 54.4 por ciento del PIB. “Si el PIB crece menos, genera un alza del déficit fiscal, a no ser que el gasto se reduzca o crezca la recaudación”, enfatizó.
  • En tanto, Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, actualizó su proyección de crecimiento del país a 1.3 por ciento este año y 0.8 por ciento el siguiente. Pero en un escenario pesimista el PIB solo avanzará 0.9 por ciento este año y caería 0.2 por ciento el próximo año.

“La razón de deuda sobre PIB sí puede subir a 51 o 52 por ciento, asumiendo que en el 2025 recorten el déficit fiscal presupuestario a 3.9 por ciento del PIB y una recesión donde el PIB cae 0.2 por ciento”, recalcó.

“Para 2026 habrá que ver también cuál es el impacto de la reforma al Poder Judicial, porque podríamos ver un largo estancamiento económico, es decir, después de una caída en el PIB, una recuperación, pero con un crecimiento prácticamente nulo”, calculó.

Agregó que en este escenario, la razón de deuda sobre PIB seguiría creciendo alcanzando niveles cercanos al 54 o 55 por ciento en tres años, lo que llevaría a la pérdida del grado de inversión en México; “no nada más habría recorte en la calificación crediticia, sino la pérdida del grado de inversión”, advirtió.

Sensibilidad de ingresos

Muñiz explicó que la cifra estimada del faltante de ingresos se obtiene con base en los cálculos de la sensibilidad de ingresos, establecida en los Criterios Generales de Política Económica para 2024.

  • El informe establece que por cada medio punto de menor crecimiento del PIB hay un faltante de ingresos fiscales por 24.4 mil millones de pesos, entonces si la economía crece un punto y medio menos, la merma de ingresos se triplica.

“Todas las métricas de finanzas públicas para este año están hechas con una estimación de crecimiento del PIB más alto, de 3 por ciento, pero si se crece menos, esto ocasionará un menor ingreso tributario para 2024 y ceteris paribus, habrá un faltante en las finanzas públicas de 73 mil millones de pesos”, detalló el economista.

  • Consideró que el problema es que la perspectiva para el crecimiento del PIB de 2025 está igual de débil, y todo parece indicar que la economía mexicana se seguirá desacelerando el próximo año; entonces el reto de bajar el déficit de 6 por ciento del PIB en el presente año a 4 o 4.5 para 2025 se observa más complicado.

Asintió que Hacienda había proyectado un déficit fiscal de tres por ciento del PIB para 2025 y Sheinbaum dijo que de 3.5 por ciento del PIB, pero señaló que bajar el déficit de seis por ciento a dichos niveles implica un golpe muy grande para la demanda interna.

Ahí la pregunta es si se podrían elevar los ingresos públicos por mayor eficiencia recaudatoria, para lograr la consolidación fiscal.

  • Para 2025 todavía se desconocen muchas variables, “pero sea cual sea el escenario, se requiere que los RFSP no sean mayores de 5.9 por ciento del PIB, para que el crecimiento de la deuda pública no se desancle y no se ponga en riesgo la calificación crediticia”, recalcó.

México, país con la menor proporción de ingresos tributarios respecto al PIB

Aunque en los últimos años México ha reducido la brecha respecto a la media de los países que conforman la OCDE con relación a la proporción de los ingresos tributarios en el PIB, la distancia aún es significativa, destaca una nota de la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD).

  • El estudio elaborado por el investigador Jaime Arturo Del Río Monges, señala que durante el periodo 2015-2019, México fue el país con el menor promedio de la proporción de ingresos tributarios totales en el PIB, con el 16.3%, seguido de Colombia (19.4%); y Chile (20.5%). Mientras que los países de la OCDE con el mayor promedio de ingresos tributarios respecto al PIB fueron: i) Dinamarca (45.6%); ii) Francia (45.6%); iii) Suecia (43.7%).

Para el período 2019-2021 el promedio de los ingresos tributarios en el PIB de México ascendió a 17.1%; sin embargo, el país se mantuvo en el último lugar de la OCDE en dicho rubro.

En cuanto a la capacidad de recaudación de las entidades federativas, México también se ubicó en el último lugar de los países de la OCDE durante 2015-2019 y 2019-2021, con una proporción promedio del 0.7% de los ingresos tributarios a nivel de gobierno estatal o regional en el PIB. En contraste, en 2019-2021 los países de la OCDE con el mayor promedio en dicha proporción fueron: i) Canadá (13.3%); ii) Alemania (9.3%); iii) Suiza (7.0%).

  • Similarmente, México se ubicó en 2015-2019 en el último lugar de la OCDE en cuanto al promedio de los ingresos tributarios captados a nivel de gobierno municipal o local respecto al PIB, con 0.3%; para 2019-2021, México mantuvo ese promedio de 0.3% en dicha variable.
  • En contraste, en 2019-2021 los países de la OCDE con el mayor promedio de ingresos tributarios a nivel municipal o local respecto al PIB fueron: i) Suecia (15.3%); ii) Dinamarca (12.3%); iii) Islandia (10.4%).
  • Ante este panorama, el estudio del IBD apunta la necesidad de evaluar alternativas que permitan el fortalecimiento de los ingresos públicos del país sin tener que afectar el crecimiento económico mediante incrementos en las tasas de impuestos que se cobran actualmente./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://ciep.mx/wp-content/uploads/2024/08/La-consolidacion-fiscal-2025.-Retos-para-el-proximo-sexenio..pdf

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