AGENCIAS
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH condenó hoy y urgió a México a investigar el asesinato en octubre del periodista mexicano Jesús Antonio Gamboa y el de la ciberactivista mexicana María del Rosario Fuentes Rubio.
En un comunicado, la oficina del relator para la Libertad de Expresión en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un puesto que desde comienzos de octubre ocupa el uruguayo Edison Lanza, reaccionó a ambos asesinatos, que también han generado la condena de otros organismos internacionales.
En el caso de Gamboa, la relatoría recordó que se encontraba desaparecido desde el 10 de octubre y su «cuerpo fue encontrado el 22 de octubre en Ahome, estado de Sinaloa», en el noroeste de México.
«La Relatoría manifiesta su preocupación e insta a las autoridades mexicanas a actuar con urgencia para identificar los motivos del crimen y poner en práctica todos los instrumentos jurídicos con los que cuenta para sancionar a los responsables materiales e intelectuales del mismo», indica el comunicado.
La oficina recordó que Gamboa «era el director de la revista política Nueva Prensa, desde donde abordaba temas relacionados con corrupción y política local».
«La Relatoría Especial toma nota de las acciones emprendidas por las autoridades a través de las cuales, se habría logrado la captura de personas presuntamente vinculadas al asesinato», señaló.
«No obstante, exhorta a las autoridades a investigar de manera exhaustiva la hipótesis según la cual este crimen habría podido estar asociado con el ejercicio del derecho a la libertad de expresión de la víctima», añadió.
La Relatoría también condenó «el asesinato de la twittera @Miut3 presuntamente por parte del crimen organizado», y aseguró que su «presunta identidad» sería la de María del Rosario Fuentes Rubio.
«La comunicadora divulgaba en su cuenta de Twitter información relacionada con temas de seguridad pública en el municipio de Reynosa, estado de Tamaulipas (noreste) y colaboraba con la página Valor por Tamaulipas», explica el comunicado.
Un día después de la desaparición de Fuentes Rubio, sus secuestradores publicaron en la cuenta de Twitter de la ciberactivista una fotografía de su cuerpo y varios mensajes de amenaza, como uno que decía: «Cierren sus cuentas, no arriesguen a sus familias como lo hice yo, les pido perdón».
La familia de Fuentes Rubio salió de México el mismo 16 de octubre, después de denunciar el crimen.
«La Relatoría manifiesta su preocupación e insta a las autoridades mexicanas a actuar con urgencia para identificar los motivos del crimen y poner en práctica todos los instrumentos jurídicos con los que cuenta para sancionar a los responsables materiales e intelectuales del mismo», apuntó la oficina de la CIDH.
Ese órgano «considera que es fundamental evaluar de manera urgente si deben activarse los mecanismos de atracción de tal forma que estos casos puedan ser investigados y judicializados de inmediato por las autoridades federales».
«Asimismo, considera esencial que se consolide el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y que se fortalezcan los mecanismos de coordinación (…) entre las autoridades federales y los distintos niveles del gobierno» para implementar las medidas de protección, añadió.
Los crímenes contra Gamboa y Fuentes Rubio hacen que ascienda a ocho el número de comunicadores asesinados en México durante 2014, según la Relatoría, que en 2013 documentó tres asesinatos contra ese grupo y tiene una «preocupación especial» respecto a la violencia contra periodistas y comunicadores en ese país.