AGENCIAS
Durante cinco años fue uno de los delincuentes más buscados de México, pero trabajaba sin problemas en un taller automotriz.
Se trata de José Guadalupe Reyes Rivera, a quien la Procuraduría General de la República (PGR) acusa de ser uno de los autores del asesinato de 72 migrantes ocurrida en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010.
Las autoridades ofrecían una recompensa de 5 millones de pesos por su captura, unos 326 mil dólares.
La Policía Federal lo capturó en un negocio de reparación de automóviles en el barrio Camino al Pueblo de Ciudad Victoria, a 180 kilómetros de donde ocurrió la masacre.
Reyes Rivera, quien era integrante del cartel de narcotráfico de Los Zetas, fue enviado a una prisión de alta seguridad en Matamoros, Tamaulipas.
Según la PGR El Sasi, como se conocía al detenido, es uno de los responsables de planear y ejecutar el homicidio de 72 personas, la mayoría de origen centroamericano.
De acuerdo con la información oficial habían sido secuestrados por Los Zetas pero al no obtener rescate pretendieron reclutarlos. Los migrantes se negaron y entonces fueron asesinados en un rancho de San Fernando.
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