La calificadora Moody’s degradó la nota de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a Baa2 desde Baa1. Además de ello cambió la perspectiva de ‘negativa’ a ‘estable’.
- Esta rebaja se da luego de que el lunes la calificadora bajara un peldaño la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) a a B1 desde Ba3, con perspectiva ‘estable’, lo que indica que la petrolera está en terreno altamente especulativo.
Moody’s detalló que esta acción a la baja de ambas firmas estatales obedece principalmente a la rebaja del soberano la semana pasada.
“Esto sigue a la acción de calificación de Moody’s en la que la agencia rebajó la calificación de México a Baa2 desde Baa1 y cambió la perspectiva de la calificación a estable desde negativa”, precisó la calificadora.
- Pese a esta degradación, la calificación de la CFE continúa en grado de inversión por parte de Moody’s.
- Detalló que está baja representa una expectativa de respaldo fuerte del gobierno a la empresa en caso de dificultades financieras y una dependencia de incumplimiento muy alta entre CFE y el gobierno mexicano.
Añadió que la calificación refleja que su desempeño financiero independiente probablemente seguirá siendo débil en los próximos 18 a 24 meses en medio de un entorno de altos precios del gas natural y desafíos relacionados con su gran programa de gasto de capital que requerirá financiamiento de deuda.
También le toca tache a Pemex
En línea con la baja de calificación soberana del gobierno de México que hizo Moody’s la semana pasada, la agencia hizo lo mismo a Petróleos Mexicanos (Pemex) y rebajó su calificación crediticia de Ba3 a B1, con perspectiva estable.
“Estas acciones de calificación fueron provocadas por el anuncio de Moody’s el 8 de julio de 2022 de que había rebajado sus calificaciones del Gobierno de México a Baa2 desde Baa1”, indicó la agencia calificadora.
Explica que lo anterior es por la importancia crítica de la fortaleza financiera y el apoyo del gobierno en la evaluación del perfil crediticio de Pemex debido a su alto riesgo de liquidez.
- La acción también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex en 2022-2024 y las expectativas de Moody’s de que el flujo de caja libre siga siendo negativo y la necesidad de grandes cantidades de financiación externa dadas las persistentes pérdidas en el negocio de refinación de la empresa.
De igual forma, valoró la necesidad de mantener el Capex al menos en los niveles actuales para sostener la producción y las reservas estables, y los altos gastos por intereses.
“También tuvo en cuenta que el acceso de Pemex a los mercados de capitales es actualmente limitado dado su alto riesgo crediticio intrínseco”, añade Moody’s.
- Destaca que si bien, los elevados precios del petróleo en 2022-2023 en comparación con los niveles de 2020-2021 apoyarán una mayor generación de efectivo en el negocio de exploración y producción, simultáneamente aumentarán las regalías y los costos operativos en el negocio de refinación.
- Aunque reconoce que el crecimiento de la producción de petróleo y gas ha estado por debajo de los objetivos de la administración, es positivo que Pemex haya logrado desde 2019 mantener la producción y reservas relativamente estables.
“Sin embargo, Moody’s estima que, en 2022-2024, la empresa sólo podrá sostener la producción y las reservas en los niveles actuales dada su incapacidad para invertir mayores sumas de capital en exploración y producción”, puntualiza.
¿Por qué la deuda de Pemex es considerada un bono basura?
Moody’s hundió aún más a Pemex en el grado especulativo de inversión, conocido también como los “bonos basura”, luego de bajar su calificación a B1 desde Ba3, cambiando su perspectiva de negativa a estable.
- El grado especulativo de inversión o los bonos basura significan que una empresa con esta calificación tiene altas probabilidades de no pagar sus deudas, categoría en la que muchos analistas ya habían colocado a Pemex desde hace varios años, debido a sus severos problemas financieros y de endeudamiento.
Además de representar un alto costo de impago, los “bonos basura” pagan elevados intereses como consecuencia de su riesgo para inversionistas, con lo que resulta muy costoso y complicado conseguir financiamiento para una empresa que tiene esta calificación crediticia.
- Con el movimiento de este lunes realizado por Moody’s, la agencia resaltó que la petrolera tiene acceso limitado a mercados de capital, dado su elevado riesgo de crédito.
- En 2019, Fitch Ratings fue la primera agencia que llevó a Pemex a los bonos basura. En junio de ese año, redujo la calificación de Pemex a ‘BB+’ desde ‘BBB-‘. Actualmente, la calificación de Pemex por parte de Fitch se encuentra en “BB-”.
En el caso de Standard and Poor’s, la semana pasada la agencia mejoró la perspectiva de Pemex de negativa a estable, manteniendo la calificación “BBB”, luego de un movimiento similar realizado con la nota crediticia de México.
S&P advirtió de posibles riesgos para México
La calificadora advirtió que retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en el diálogo entre los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos, podrían debilitar la inversión y la confianza en nuestro país, lo que podría llevar a una rebaja en la calificación en los próximos dos años.
Además, resaltó que considerando la etapa en que se encuentra el ciclo político y la polarización en el Congreso mexicano, no espera que se aprueben iniciativas constitucionales que presionen el entorno de negocios.
- Sobre la perspectiva estable, S&P incorporó los complejos desafíos fiscales en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la menor incertidumbre sobre la política energética (luego del rechazo a la reforma eléctrica de AMLO en abril pasado) y los avances en la inversión del sector privado relacionada con el comercio.
Expuso que de presentarse iniciativas para impulsar la flexibilidad presupuestal, creación de espacios fiscales, y medidas que amplíen la base tributaria no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes provenientes de las empresas propiedad del gobierno en el sector de energía (CFE y Pemex), podrían mejorar la calidad crediticia.
- Respecto a los choques internacionales sobre la economía mexicana, la calificadora reconoció el manejo prudente de la macroeconomía a pesar de los potenciales riesgos, como las presiones inflacionarias y el fin del ciclo acomodaticio en la política monetaria de Estados Unidos.
Además, enfatizó que los niveles de inversión necesitan elevarse y otros factores que podrían incrementar la calificación del país.
A fines de marzo, Moody’s informó que veía poco probable una mejora de la nota crediticia de México en un futuro cercano y advirtió que la necesidad de apoyo recurrente y sustancial a Pemex está erosionando la fortaleza fiscal del país./Agencias-PUNTOporPUNTO