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El gobierno del estado de Chihuahua se ha empeñado, mediante campañas de publicidad y en medios de comunicación, en decir que el feminicidio y las desapariciones de jóvenes en la fronteriza Ciudad Juárez son “cosa del pasado”, mientras que los restos de mujeres localizados y las familias que demandan conocer el paradero de sus hijas reflejan lo contrario.
Como parte de las actividades que diversas organizaciones civiles emprendieron durante el Día Internacional de las Personas Detenidas-Desaparecidas –conmemorado el pasado 30 de agosto–, familias con jóvenes desaparecidas en Ciudad Juárez iniciaron la campaña “Búsquenlas”.
Con ella se exige al gobierno del estado, encabezado por César Duarte Jáquez, aplicar técnicas adecuadas y científicas para localizar a las jóvenes que siguen desapareciendo en la urbe fronteriza, y cumplir cabalmente con lo mandatado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en la sentencia conocida como “Campo Algodonero”, referente a la condena contra México por el feminicidio en Ciudad Juárez.
Vía telefónica, Ivonne Mendoza Salazar, coordinadora de casos de feminicidio del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac), dijo a Cimacnoticias que ante la falta de sensibilidad del estado para atender la desaparición de mujeres jóvenes que continúa atacando a Juárez, al menos 20 familias decidieron manifestarse nuevamente en el municipio.
De acuerdo con la activista, desde hace varios años el gobierno local se ha empeñado en decir que el feminicidio y las desapariciones que escandalizaron a la urbe durante los años 90 “son cosa del pasado”, pero la realidad es que muchas jóvenes continúan siendo desaparecidas cuando van a sus casas o trabajos.
Señaló que aunque el gobierno local emprende acciones para supuestamente localizar a las jóvenes, éstas no generan resultados pues carecen de una metodología clara o una base científica que cumpla con los criterios establecidos en 2009 por la CoIDH.
“El gobierno cuenta con pistas que son aportadas por las propias familias acerca del paradero de sus hijas; aún así tenemos casos de jóvenes que desaparecieron desde 1995, lo que demuestra el rezago de las autoridades por atender el problema”, subrayó Mendoza Salazar.
A decir de la especialista, la forma en que desaparecen las jóvenes en pleno 2014 es prácticamente igual a la manera en que eran secuestradas durante la década de los 90.
“Muchas de ellas desaparecen en el centro de la ciudad y posteriormente aparecen en cementerios clandestinos; la única diferencia es que cada vez son más jóvenes, incluso menores de 15 años, y que los medios de comunicación ya no lo ven como algo de suma preocupación o incluso estigmatizan a las jóvenes desaparecidas”, criticó.
Mendoza Salazar, quien ayuda a coordinar muchas de las acciones de las familias, señaló como uno de los focos de preocupación las desapariciones de jóvenes que no son originarias de Juárez, pues recordó que al ser un paso migratorio hacia Estados Unidos, en el municipio viven muchas mujeres lejos de sus familias y solas, por lo que cuando desaparecen no son reclamadas.
“Sabemos por experiencia que la Fiscalía Especializada (en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género del estado) sólo trabaja con base en la exigencia de las familias, es decir, alguien tiene que presentar una denuncia y estar presionando para que se haga algo por encontrar a su hija o sobrina; por eso nos preocupan mucho las jóvenes que no tienen familia en el municipio porque no hay nadie que las esté reclamando y no existen para las autoridades”, relató.
Para la activista, una forma clara de negligencia de las autoridades con las víctimas de desaparición y feminicidio fue lo sucedido en el arroyo El Navajo, en el Valle de Juárez, pues en ese lugar en enero de 2012 fueron localizadas 13 osamentas de mujeres, que después fueron supuestamente plenamente identificadas.
Sin embargo un año después, en enero de 2013, cuando una de las madres de las víctimas acudió a colocar flores en el lugar encontró más osamentas y dio parte a las autoridades. Por lo que se sumaron un total de 20 restos de mujeres.
Para la defensora esta es una clara muestra de que “aún no saben cómo deben levantar y resguardar los restos, no acordonaron la zona, no buscaron de manera adecuada más restos, y hasta la fecha el arroyo El Navajo sigue sin ser resguardado”, puntualizó.
Como parte de la campaña “Búsquenlas”, las familias y activistas llaman a los organismos internacionales y a la sociedad civil a voltear nuevamente la mirada hacia lo que ocurre en Ciudad Juárez, pues las muertes y desapariciones de mujeres no han dejado de suceder, aunque el gobierno local se empeñe en negarlo.
Para continuar con la exigencia de localización de las jóvenes, las familias y el Cedimac tienen contemplada una jornada de colocación de pesquisas en el centro de Ciudad Juárez.