AGENCIAS
Autoridades del norteño estado mexicano de Nuevo León informaron hoy del asesinato del delegado regional de Seguridad Pública en la zona norte del vecino estado de Tamaulipas, general Ricardo César Niño Villarreal.
El cuerpo del jefe policiaco fue encontrado en el interior de un automóvil en un camino del municipio de Vallecillo, noreste de Nuevo León, junto al de una mujer, presumiblemente su pareja sentimental.
La oficina de prensa de la Procuraduría estatal confirmó a Efe que el hombre que fue encontrado sin vida y con múltiples impactos de bala fue identificado como el funcionario que apenas el pasado mes de mayo tomó posesión del cargo.
Las autoridades presumen que personas desconocidas llevaron a la pareja anoche hasta una brecha y abrieron fuego en su contra, aún a bordo del vehículo.
Niño Villarreal ya había sufrido un atentado cuando en octubre pasado fue atacado por hombres armados, pero salió con vida gracias al blindaje del vehículo en que viajaba.
El procurador de Nuevo León, Adrián de la Garza, informó que las autoridades investigarán por qué el funcionario de seguridad viajaba sin la protección de sus escoltas y en un vehículo sin blindaje.
Tamaulipas ha sido por años escenario de violentos choques entre el cártel del Golfo y los Zetas, que se disputan un territorio clave para sus negocios ilícitos. También ha visto atroces crímenes contra inmigrantes indocumentados, entre ellos la matanza de 72 personas, la mayoría de origen centroamericano, ocurrida en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, atribuida a los Zetas.
Ante un incremento de la violencia, el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto desplegó en mayo pasado un mayor número de fuerzas federales en el estado y ordenó la depuración completa de las instituciones estatales de seguridad.
La guerra entre las organizaciones criminales desató también una crisis de seguridad en Nuevo León con asesinatos masivos, extorsiones, secuestros y bloqueos en las calles.
Monterrey, capital de Nuevo León y principal centro industrial del país, vivió el 25 de agosto de 2011 el mayor ataque a la población civil perpetrado por el crimen organizado en México cuando un grupo de los Zetas incendió a plena luz del día un casino y mató a 52 personas porque sus dueños se negaban a ser extorsionados.
Con todo, este estado ha visto en los últimos dos años una reducción de 75 % en los índices delictivos, atribuida por las autoridades estatales a la coordinación entre las fuerzas de seguridad, la profesionalización de la policía y la creación del cuerpo de la Fuerza Civil.