El candidato presidencial Ricardo Anaya, quien ha procurado presentarse como el Justin Trudeau mexicano o de Emmanuel Macron, es más parecido a políticos como Javier Duarte y Roberto Borge, aseguró el diario New York Times.
- En un artículo titulado «Ricardo Anaya, la traición como método», el periodista Wilbert Torre señala que los escándalos de corrupción presentes durante la campaña presidencial del abanderado de Por México al Frente han sido una persistencia sistemática.
- «Los escándalos de corrupción han sido una presencia sistemática en su campaña. Unos días antes del tercer y último debate presidencial y a dos semanas de las elecciones, Ricardo Anaya enfrentaba otra acusación, un signo constante en su breve pero intensa biografía política», indica.
- El artículo señala que en tan sólo cinco años Ricardo Anaya dividió al Partido Acción Nacional, la causa principal de las preferencias electorales, que lo colocan a casi 20 puntos de Andrés Manuel López Obrador.
Luego de que se diera a conocer el escándalo que involucraba a Anaya en tráfico de influencias y lavado de dinero durante su campaña en un video filtrado donde aparece el hermano de Manuel Barreiro, un socio de Anaya, el panista responsabilizó al presidente Enrique Peña Nieto por el ataque en su contra.
Esta aseveración –según la publicación– no es del todo infundada si se toman en cuenta las etapas de Anaya en los últimos cinco años: «la primera parte como aliado del presidente Enrique Peña Nieto y la segunda como enemigo conjurado del priismo».
- En la política mexicana —inundada de corrupción, trampas y conductas poco fiables—, suele otorgarse un alto valor a la «palabra entre damas y caballeros». Es por ello que romper acuerdos y alianzas es un mecanismo de alto riesgo. Y Ricardo Anaya lo ha hecho con destreza: The New York Times
Además, asegura que Anaya se encuentra combatiendo dos frentes de guerra, por una parte la acusación de la administración de Peña Nieto de desconocer acuerdos, así como de un sector del panismo que le atribuye la fragmentación del partido.
«Parecería que Ricardo Anaya ha optado por la ardua y no siempre redituable vía de entablar acuerdos para luego romperlos. ¿Cómo confiar el futuro del país en un político cuya carrera ha sido impulsada por intereses políticos y a través de pactos y traiciones?», agrega el artículo./ CON INFORMACIÓN DE THE HUFFINGTON POST