La entrada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador ha tenido muy ocupado al sector energético en sus primeros 100 días, pues el gobierno ha centrado gran parte de sus esfuerzos en esta industria.
- Y las nuevas políticas supone un giro de timón con respecto a la administración anterior: apuesta por reforzar Pemex y CFE para alcanzar la autosuficiencia energética, freno a las licitaciones a empresas privadas, lucha contra el robo de combustible y un enfoque en energías más contaminantes, en detrimento de las renovables, pero que pueden dar mayores resultados a corto plazo.
Los planes para ‘rescatar’ a Pemex y CFE
- El político tabasqueño tardó apenas 15 días en sacar la primera carta fuerte de su nuevo gobierno con su plan para “rescatar a Pemex” y una inversión al alza para enfocarse en la producción de campos en aguas someras y tierra, donde ya se sabe que hay petróleo.
- El gobierno busca elevar la producción de petróleo de Pemex de los 1.65 millones de barriles de crudo, en promedio diario, que se extraen en la actualidad, a entre 2.4 y 2.6 millones en 2024.
- Sin embargo, según los especialistas, esta estrategia de enfocarse en los campos más ‘fáciles’ y ‘accesibles’ puede aumentar la producción de Pemex en el corto plazo, pero también provocar que en los siguientes años vuelva a declinar. Las mayores reservas del país se encuentran en zonas más complicadas, como las aguas profundas y las reservas del llamado shale (que se extrae en tierra de las rocas de lutitas, mediante la técnica del ‘fracking’). «Están comprometiendo los siguientes 20 años de Pemex por tener cinco años muy buenos», dice Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC.
- “En los siguientes seis años, Pemex requiere inversiones al año por 17,000 mdd para las actividades del upstream (exploración y producción). Si consideramos la deuda y el pasivo laboral de Pemex, las inversiones anuales que requiere son del orden de 28,000 mdd al año”, dijo recientemente Sergio Pimentel, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, durante una ponencia en las instalaciones del regulador energético a finales de febrero.
- La otra pata de este plan se construirá en Dos Bocas, Tabasco, con una nueva refinería que puede costar 8,000 millones de dólares, y que el nuevo gobierno promete tener operando en tiempo récord, apenas tres años.
- Los expertos y calificadoras dudan que puedan lograrlo no sólo en plazos sino en la inversión que estiman.
El plan para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) debe presentarse aún, pero en general contempla la inversión en un grupo de plantas ‘viejas’ y más contaminantes —pues emplean combustóleo, y no gas natural— para elevar la generación eléctrica , junto a un plan para maximizar el uso de las hidroeléctricas del país.
Freno a las energías verdes
- El presupuesto del gobierno busca impulsar las energías tradicionales y más contaminantes, como el combustóleo, la gasolina, el diésel y el carbón, dejando a un lado la apuesta por las renovables que en los últimos años había predominado en el mercado mexicano.
- El cambio de rumbo puede provocar que, en el mediano y largo plazo, México incumpla con los compromisos que se había impuesto en el Acuerdo de París contra el cambio climático, consideran expertos de la industria. “Por el lado de CFE, vemos un enfoque de dejar de lado a las energías limpias, porque el principal aumento se da a centrales eléctricas ya existentes”, añade Alejandro Limón, especialista del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).
Las polémicas
- El presupuesto de 2019 benefició a Pemex y a la CFE, pero implicó un recorte a los órganos reguladores del sector, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). En las semanas posteriores, varios comisionados presentaron su renuncia anticipada, y el titular de la CRE, Guillermo García Alcocer, fue acusado de conflictos de interés por el propio López Obrador, lo que ha negado.
- Además, el gobierno frenó las licitaciones de bloques petroleros a empresas privadas, aunque aclaró que respetará los contratos otorgados hasta la fecha. Pero la sorpresa se dio cuando además canceló las subastas de largo plazo en el sector eléctrico, que habían impulsado la inversión privada en energías renovables . Las asociaciones especializadas y las cúpulas empresariales manifestaron su preocupación por estas acciones, pero la nueva administración no ha dado un paso atrás.
- “En la línea que hemos señalado de que vamos a generar más electricidad, no queremos comprar electricidad, no queremos subastas .”, dijo el director de la CFE, Manuel Bartlett, el 26 de febrero.
- El presidente también se enfrentó a las firmas que construyen los ductos de gas natural para la CFE. IEnova, TransCanada, Fermaca y Grupo Carso se vieron señaladas de manera pública por las condiciones de unos contratos que poco gustan a la nueva dirección de la eléctrica nacional, por los costos que suponen para CFE, aunque se trata de cláusulas habituales en la industria./EXPANSION-PUNTOporPUNTO